XXXIII

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Ese fue nuestro final, no nos hacia falta completar nuestra despedida con más palabras. Nuestras miradas comunicaban que ya no habia cariño, ni si quiera odio ,tan solo el deseo de que alguno de los se quitará la ropa. Comprendí que no debía vender mis ganas y confundirlas con el peculiar nombre de amor.

Entendi que no podia dejar que mi sentimiento hacia él fuera más fuerte que un simple polvo.
Sabía que enamorarme era mi punto más débil, me hacia perder la cabeza, conseguia que dejara atrás al mundo y que las horas de sueño fuesen insoportables. Y esque perdí la puta razón durante mucho tiempo es más lo sigo haciendo, pero constiente.

Esta vez todo cambió , le miraba y veía como me veía él durante todo esté tiempo . Un objetó, un calentón, una diversión, un no esta mal, en total,una cosa tóxica.
Y sin nada más que un lo siento me despedí de todas esas ganas y dejé atrás la droga que tanto he estado consumiendo.

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