Siempre he pensado en que los cuentos deberían ser más realistas y terminar con un final triste, idealizan en que todas la princesas conocen a un príncipe, que todos los monstruos se esconden en un armario y que todos los malvados pierden contra un héroe.
Se callan el cuento real, sí, aquel, que la princesa muere después de ahogarse con sus propias lágrimas, por culpa de que su querido príncipe pasase más tiempo con su incredulidad que con ella. Aquel que el monstruo consigue abrir la puerta del armario y se cuela en los peores miedos para hacerlos real. Aquel que el malvado ya no es tan inocente y destruye lentamente al héroe si es que existía en algún principio.
Mienten, nos engañan incondicionalmente, y el porqué?, drásticamente porque si no ya no nos fiaríamos de ni si quiera de nosotros mismos, porque es mas fácil creer un farsa que la verdad, porque ya no sabríamos querer ni querernos, y la verdad, en esta vida, nos vamos ha hacer falta.
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Cartas Que Vuelan.
PoetryUn libro lleno de textos de los cuales te sentirás muy indentificados en alguno de ellos. Risas, lágrimas, fúria... Todas las emociones estampadas en una simple hoja de papel.