Hoy, al despertar, una luz cálida ha travesado las gruesas capas de mis sabanas y se ha infiltrado entre mis ojos haciendo que, lentamente, se abriesen.
Supongo que te debe sorprender que te escriba estas palabras, y sólo tal vez , te hagas la pregunta de ¿por qué?Te cuento esto, porqué a la vez que mis pupilas se dilataban, tan solo mi mente quería, como era de esperar, que al dilatarse por completo. Se encontrasen tu cuerpo tumbado, rozando el mío. Esperaba que tus cálidas manos estuvieran pegadas a mi cadera. Que tu boca me regalase una de aquellas sonrisas que hicieron que perdiese la puta razón por ti.
Joder, para no perderla . Tienes, lo que se dice eso, que no tienen los demás. Porque justamente el día que te conocí, no supe que esos ojos, serian los protagonistas de las próximas largas noches de invierno. Que esa sonrisa me perseguiría segundo tras segundo y en cada rincón de mi cabeza. No sabia que al estrechar tu mano, mi respiración se cortaría y me dejarías con lo que se dice, sin habla.
Esta mañana al despertar, he querido almorzar un poco de tus labios y he querido vestirme con tu ropa. He querido ducharme compartiendo las mismas gotas y la misma toalla.
He querido decírtelo todo, con tan solo decirte te quiero y he querido pasarme todo el día contemplando tu silueta, perfecta.
Pero es lo que he dicho, he querido...
He querido tantas cosas, pero hoy, como siempre, me he conformado con despertarme con la compañía de mis sabanas; He dejado tu boca hacia un lado, y me alimentado ha base de un café, he puesto mi camisa blanca que intenta sustituir a la tuya y he tomado esa ducha de agua fría con el consuelo de mi mente que intentaba imaginarte allí.Hoy también te he querido, ojala ya mañana sea así.
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Cartas Que Vuelan.
PoetryUn libro lleno de textos de los cuales te sentirás muy indentificados en alguno de ellos. Risas, lágrimas, fúria... Todas las emociones estampadas en una simple hoja de papel.