Mision: Amor

capitulo 9 parte 1

Solo a Ittoki-kun se le ocurría tener una misión dentro de otra misión Usagi y Mamoru en estos momentos se encuentran en un avión que los llevara de regreso a Londres ya que tiene que proteger a un empresario muy importante de Japón que se encuentra de viaje de negocios. Usagi odiaba tener que hacer tantas misiones muy apenas podía con una el que si estaba muy emocionado era "cubito de hielo" ya necesitaba pelear, el sí que era un guerrero y por mi culpa tenía que estar en un descanso; es por eso que acepto la rubia esta misión para que Mamoru tuviera que pelear. Ella sabía que eso iba a pasar ya que el empresario ha recibido amenazas por otros empresarios aun no sabían el por qué, pero ambos esperaban que fuera por una muy buena razón la rubia no iba a desperdiciar su tiempo por una pelea inútil y sabia también que el pelinegro tampoco lo iba ser.

Ambos espías ya se encontraban en piso Ingles tenían que reportarse con el empresario apenas llegaran a Londres. Mamoru recibió una llamada al terminarla me señalo hacia donde teníamos que ir. Realmente la misión era para Mamoru pero el, la obligo a salir le dijo claramente – Cabeza de chorlito si quieres matar a Kai Nagano tienes que aprender a pelear para que tus emociones por terceras personas no se involucren en tu pelea. - prácticamente la llevo a jalones. Él tenía razón para que Usagi tuviera éxito en su próxima misión tenía que aprender a controlar sus emociones y para eso lo mejor es siendo guardaespaldas. Un guardaespaldas tiene la capacidad de ser frio y rápido a la vez para pensar cada movimiento, es por eso, que si tengo que pelar tendré que matar a todos los que se crucen en mi camino sean hombres, mujeres o niños.

Mamoru quería convertirme en una mujer fría y calculadora igual que él y eso me daba miedo.

-Buenas tardes señor-saludo a Mamoru a un hombre como de cincuenta años, canoso, delgado y muy guapo unos ojos de color celeste.

-Tu debes ser Mamoru chiba- lo señalo con el dedo

-A si es y ella es mi compañera Usagi Tsukino

-Tsukuno, tsukino- el hombre se quedó pensando y susurrando el apellido de la rubia

- ¿Le ocurre algo señor? - le pregunto la rubia

-No, nada. ¿Nos vamos?

Ambos ninjas asintieron y salieron del aeropuerto internacional de Londres como los guardaespaldas del hombre que aun no sabía su nombre. Caminamos un par de cuadras hasta que llegamos a un edificio de color rojo con destellos en dorado era un hotel enorme, entramos y esperamos hasta que el señor se registrar.

-Ya estamos registrados- les dijo cuando termino -estamos en el mismo piso es el piso 25 y los cuartos son... yo estoy en 200 y ustedes en el 201 creo que ese cuarto está enfrente del mío.

-Entendido señor- le contesto mamoru haciendo una pequeña reverencia

-Primero iremos a mi cuarto y les explicare por qué me quieren matar- les dijo empezando a caminar hacia el elevador.

Ya en el cuarto el señor nos comentó que se dedica a comprar empresas en banca otra para restaurarlas y poner negocios de diferentes cosas como: zapatos, maquillajes, ropa, accesorios Etcétera, Etcétera. Mamoru y yo le poníamos mucha atención ya que así podríamos averiguar si algunos de sus enemigos podrían estar en Londres. También nos comentó que sus enemigos la gran parte eran dueños de empresas que él había comprado por diferentes situaciones, sabía quiénes eran y también sabia el por qué querían matarlo.

-Así que es por eso que lo quieren matar-susurro mamoru

-Eso es una completa estupidez. -comento la rubia- que tiene de malo darle trabajo a indocumentados ni que estuviéramos en estados unidos- se levantó enojada la rubia.

-Estupidez o no la única verdad es que en Japón están pasando cosas muy feas he inhumanas.

- ¿Qué clase de cosas? -le pregunto la rubia a mamoru que se encontraba viendo por el gran ventanal de la habitación del señor.

¿A caso no vez noticias? -le pregunto mamoru a lo que la rubia negó con la cabeza

-No, son deprimentes desde que mis padres fallecieron que no veo noticias.

-Hace poco hubo un asesinato cercas de una empresa que se dedicaba al tratado de blancas. El señor era un empresario y abogado multimillonario que se dedicaba a defender a la gente pobre o indocumentada en el país. - mamoru hizo una pausa y después siguió. - aun no se sabe quién y el por qué lo mataron, pero estoy seguro que usted si lo sabe- le reclamo al señor- usted sabe por qué lo mataron y también sabe quién fue, y si no me equivoco la persona que lo mando matar es la misma persona que lo quiere matar a usted o me equivoco señor Watanabe.

-Su nombre es...- se detuvo de inmediato, suspiro y continuo- Arata Aka

-A cava de decir Arata Aka-grito la rubia.

-Lo conoces Usagi.- la rubia asintió

-Si hace cuatro meses tuve una misión era matar a, Arata Aka.

- ¿Y por qué sigue vivo? - pregunto el señor watanabe

-Arata aka un asesino de 25 años de edad experto en lucha cuerpo a cuerpo, cinta negra y un buen tirador tanto a distancia corta como en larga, su pistola favorita es La Modelo 9 de Walther. No tiene hermanos ni tampoco familia.

-Si sabes todo eso ¿por qué no lo mataste? - pregunto Mamoru quien se encontraba a lado mío.

-No...No Lo mate por qué... por qué...- no paraba de tartamudear

-por qué no lo mataste-volvió a gritar el pelinegra ya furioso- solo espero que no sea lo que estoy pensando Usagi Tsukino.

-Hace cuatro meses mi misión era matarla, pero la misión salió mal cuando Ittoki supo que yo me había enamorado de el- soltó la rubia sin respirar- cuando se enteró mi vida se volvió un completo desastre tenía que matarlo, pero no podía cómo iba a matar a la persona que amaba. eso jamás podría hacerlo, él se me entero que yo era un espía y me mantuvo encarcelada por un mes completo hasta que me rescataron- al fin la rubia respiro y pauso un momento estaba a punto de llorar- Arata era un apersona maravillosa conmigo a pesar que yo sabía que él era un asesino me enamore de el- Mamoru cada vez se ponía mas rojo de furia.- cuando me rescataron Arata prometió- negó la rubia con la cabeza- no mas bien me juro que me iba a encontrar y me mataría.- me tengo que regresar a España si él sabe que yo estoy aquí me matara; y no solo a mí también a ustedes corren peligro a mi lado.