capitulo 11

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Una semana después de la boda todo había vuelto a la normalidad, durante la semana nos habían llegado varios paquetes en uno venían dardos con veneno que había hecho Ami-chan solo para nosotros, también nos había mandado, comida japonesa que ya extrañábamos. Ittoki había vuelto a Japón días después de la boda, me había dicho que tuviera mucho cuidado si la misión se iba hacer tal cual como yo lo había dicho, que me cuidara él no sabía si el hijo sabia sobre su padre lo que si sabía era que esa familia era peligrosa también me advirtió "USAGI NO TE CONFIES MUCHO Y TAMPOCO TE ENCARIÑES CON LOS HERMANOS DE DE TU ENEMIGO." Las chicas también ya se habían ido Mina tenía una misión en américa, Makoto apenas iba a disfrutar de sus vacaciones, Rei se iba de luna de miel dos meses y Ami-chan se quedaba en su oficina todos los días diseñando nuevos juguetes para nosotros. Mamoru ya no dijo nada del beso, a pesar que Usagi lo intento sacar del tema, el siempre la callaba y le decía "CABEZA DE CHORLITO CONCENTRATE EN TTU PUNTERIA". Mi lesión cada vez iba mejorando el doctor ya me había dado de alta por lo tanto ya podía hacer un poco de ejercicio.

Era una mañana muy temprano, el cielo apenas se estaba aclarando y ellos ya llevaban varias horas despiertos.

-Concéntrate- le grito el pelinegro, que ya estaba todo sudado

-perdón "Cubo de hielo"- se disculpó la rubia rascándose la cabeza

- ¿en qué piensas? - le pregunto curioso

-las personas normales que hacen a esta hora. – mamoru se sorprendió- digo nosotros hacemos esto todos los días, practicamos kendo, practicamos Bo Jutsu y el Jo Jutsu, el Sojustu. Esto ya no existe en la actualidad, pero como espías lo tenemos que hacer. ¿tú crees que la gente normal hace este tipo de cosas?

-por supuesto que no. Ya deja de pensar en tonterías- le pego en la cabeza en forma de cariño- nosotros no somos normales, somos robots que solo sirven para matar. Solo sigue tu entrenamiento.

-si. - contesto la rubia aburrida

Días después usagi se encontraba enfrente de la universidad gracias su profesión aprendió muchos idiomas a si que dominaba perfecto el castellano. La rubia entro y busco su aula Mamoru le había dicho que siempre se mantuviera alejada dl peligro, si había un niño en problemas, no fuera corriendo a salvar ya que la gente se podría enterar de que soy diferente; aunque fuera un gatito no me molestara por ir a ayudarlo, pensé en no obedecerlo, pero tenía razón, si la gente se entera que soy diferente podrían sospechar y la misión fracasaría.

Al fin llego al aula aun no había nadie ya que era demasiado temprano abrió la bolsa de mano y el maletín que traía un par de libros. En la bolsa de mano traía una navaja suiza, labial, que realmente no era un labial al abrirlo daban toques era una de las sorpresas que me había dado Ami-chan y tres dardos con veneno esos estaban en una caja pequeña de madera. El maletín era chico, pero escondía ahí mi pistola y varas cosas más. Minutos después comenzaron allegar los demás alumnos todos se le quedaban viendo sobre todo porque sabían que ella no era de allí, Mamoru tenía Razón iba ser difícil acoplarme, pero tenía que intentarlo. Llego el profesor se me quedo viendo y después me nombro.

-Silencio- grito el profesor-como pueden ver hay una alumna nueva ella se llama tsukino usagi, ponte de pie y preséntate.

-hola soy tsukino usagi tengo 22 años, soy de Tokio, Japón me cambie a España por que mis padres tienen una editorial aquí y mi hermano y yo somos los encargados de la empresa.

- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - pregunto un chavo de pelirrojo

-Mmmm... creo que es entrenar con mi hermano karate soy cinta negra al igual mi hermano; creo que por eso los chicos no se me acercan- contesto riendo nerviosa.

Mision: AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora