capitulo 9 parte 2

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Mamoru salió hecho una furia del cuarto, pero regreso gritándole a usagi que se fuera al cuarto, mamoru sí que estaba muy enojado usagi no sabía que le pasaba, a veces estaba bien y la trataba como todo un caballero y después se enojaba era un bipolar y un completo cubo de hielo. Tal y como lo dijo Mamoru, Usagi salió del cuarto del señor watanabe al cual los espías lo dejaron confundido. Cuando llego al cuarto escucho una conversación entre Mamoru y quien sabe con quién hablaba lo que si sabía era, que esta gritando y mucho prefirió escuchar la conversación y entrar cuando terminara.

-Cómo pudiste no decirme nada de esto- gritaba el pelinegro- estuvo un mes encerrada en quién sabe dónde. No hermano, quieres que me calme, cómo diablos quieres que me calme, el empresario que vamos a proteger tiene que ver con ese hombre. - ya te dije que no me calmare hasta que sepa que ella estará segura la llevare al aeropuerto mañana misión que teníamos con kai nagano será cancelada por mientras. No Ittoki ya te dije que la pondré a salvo entendido. Si la llevare al aeropuerto cuando la recojas me llamas para saber que llego bien, de acuerdo. Adiós. - el pelinegro colgó y se sentó en la cama- no puedo permitir que nada malo le pase.

Usagi entro a la habitación roja del coraje no iba a permitir que nadie le dijera lo que tenía que hacer. Si era muy confiada y débil en la lucha, también había cometido muchos errores en las misiones, pero todas las había cumplido; bueno casi todas la que más le dolió fue la de Arata aun le dolía que le la hubiera encerrado en una torre como a una princesa que hay que rescatar de una bestia. Arata no era malo, era bueno y muy amable, ayudaba a gente pobre era como un robín Hood en la época moderna. Mi misión era matarlo, pero no pude. El me odia y será así hasta que el o yo muera.

-No permitiré que te metas en mis asuntos Mamoru chiba. Este problema es mío. ¿Entendido?

-Mañana te vas a Tokio a primera hora del día. - Mamoru hizo caso omiso la reclamación de la rubia.

-Ya te dije que esto es asunto mío. Cuando Salí de esa prisión me prometí a mí misma que lo mataría con mis propias manos.

- No podrás hacerlo Usagi. Jamás podrás matarlo porque tienes sentimientos hacia él.

-no ya no tengo sentimientos hacia él. Si reconozco que lo ame, pero fue en su momento ahora tengo una misión en Madrid y la cumpliré. Terminamos con esta misión y nos regresamos a España.

- ¿si aparece enfrente tuyo y lo tienes que matar? -pregunto acercándose lentamente hacia ella

-Si eso sucede estaré lista para pelear y cumplir mi misión de hace cuatro meses.

- ¿cómo puedes olvidar a alguien que amaste? - volvió a preguntar el pelinegro que ahora se encontraba muy cerca de la rubia. Esta se estaba poniendo un poco incomoda por la cercanía.

-creo que jamás lo ame. Solo fue una ilusión o un espejismo. Que se yo, él no es malo sé que así lo ven también sé que ha matado a mucha gente, pero quita y da a la vez es un Robín Hood que protege a la gente necesitada.

De un momento a otro Mamoru la acallo con un beso en la boca, Usagi estaba roja y sorprendida, no sabía que hacer hasta que reacciono y aprobó el beso siguiendo con movimientos leves pero llenos de mucha pasión. El beso poco a poco se fue encendiendo hasta volverse salvaje. Por su parte Mamoru estaba contento por haberlo hecho ya, tenía tantas ganas de besarla desde que la vio por primera vez en la oficina de Ittoki, pero se aguantó las ganas sabía que no debía y que este tampoco era el momento adecuado el necesitaba el beso. Después de tres minutos donde el beso se pasó hasta la legua decidieron terminarlo por un grito que venía de la habitación de enfrente. Tomaron sus armas y salieron corriendo hacia el pasillo donde pudieron observar cómo unos hombres se llevaban al empresario que minutos antes estaba enfrente de ellos.

Mision: AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora