Capitulo 3 ¡Help!

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YuuriKatsuki quería morir. Lentamente, sobre la base de un riel, y decirle adiós a su alma. Elasiático sentía que algo malo debió haber hecho en una vida pasadapara tener que sufrir aquello, alguna maldición de los dioses debíahaber caído sobre él para cometer semejante estupidez, ¡y para sujefe!

Eselunes se encontraba observando con terror la entrada del edificio dela empresa, dudando si entrar o no, era un sacrilegio saber queNikiforov le había citadoa su oficina esa mañana y no sabía bien que hacer, reaccionar odecir.

¡Dios!¡Yuuri no sabía cómo salir de esa horrible pesadilla! Lo peor delcaso era que no recordaba cómo y cuándo la había hecho, y con quépropósito. ¡Era algo completamente inaudito que alguien en plenoestado de ebriedad enviara un correo con un archivo adjunto! Maldijoel día que accedió que Phichit le comprara una laptop con cámaraincluida.

¡Buenos días!

UWAAA-grito Yuuri sorprendiendo a su compañero.

¿Qué sucede Yuuri-sempai? –le pregunto recuperándose del susto inicial-. ¿Por qué se encuentra aquí parado? Está muy pálido ¿Se siente bien? ¿Le sucedió algo malo? –pregunto en un bombardeo.

Pues, accidentalmente el fin de semana le envié una foto de mi pene en pleno orgasmo al presidente de la empresa, del cual estoy interesado y ahora no sé cómo salir de esto-Pensó Yuuri, como si pudiera ser capaz de decirle semejante cosa a su Kohai, de la impresión ni siquiera se molestó en llamar a Phichit, lloriqueo internamente.

-¿Sempai? –intento llamar su atención, y Yuuri le observo volviendo a la realidad.

No me siento muy bien, pero luego de que acabe la jornada me iré a casa a descansar.

Oh que mal ¿Quiere algún medicamento?- le pregunto.

No, no, está bien, gracias Minami-le agradeció y ambos entraron a la empresa, era necesario que fuera al último piso, así que hizo como que iba al baño y luego de Minami se fuera, salió para tomar camino.

Sinceramenteel asiático estaba preparado mentalmente para tomar sus cosas ydejar la empresa, porque de igual modo, estaba seguro que le pediríaneso al entrar a la oficina del presidente Nikiforov, por la falta derespeto que cometió enviándole esa foto al correo laboral de él.Yuuri sentía que la maldición que tenía le debió haber sidootorgado por el dios de la mala suerte, pues cada ve iban en aumentosus desgracias. No solo le bastaba al universo con que fueraextremadamente tímido, que nunca hubiera tenido pareja y quesufriera de ansiedad; ahora debía de cargar con tres cosas horriblesmás, la primera: un amor no correspondido infinito, segundo: perderdefinitivamente cualquier oportunidad con ese amor no correspondido ytercero, perder su empleo.

Antesde llegar a la oficina se recostó de la primera pared que consiguió.Sentía que podía llorar, había echado por la borda todo el trabajode seis meses, la esperanza de sus padres, el apoyo de su profesoraMinako. Lo único que le quedaba como hombre era salvar su dignidad yretirarse con la frente en alto.

Llegohasta la oficina del presidente de la empresa con el corazón en laboca, su estómago se volvió un torbellino cuando la secretaria leinformo que Nikiforov le esperaba dentro. Respiro profundo y abrióla puerta, lo observo allí tan imponente, mirando por el ventanalcon los cabellos plateados echados para atrás y con la mirada haciaun punto fijo.

OH MY BOSS  (Concluida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora