ALTAIR

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-¿Por qué disparaste?

- atrás de ti- él volteo visualizando un ser vivo deforme tumbado sobre las escaleras

-¡¡¡ZOMBIEE!!

-cállate, que los vas a atraer-se cubrió la boca con ambas manos

-p-perdón- se encorvó

-¿Qué te paso?-lo señale con la pistola que traía en la mano

-¿podrías bajar tu arma?, me pongo demasiado nervioso- comenzó a juguetear con sus dedos

-no puedo- pose mi mano libre en mi cintura.

-me llamo Stuart Pot, soy de Inglaterra, vine de vacaciones y a los pocos días todo comenzó

-has tenido la peor de las suertes, no sé cómo sigues vivo

-se me esconder muy bien- dijo orgulloso de sí mismo

Di media vuelta para salir del lugar

-e-espera- me siguió

- no necesito compañeros-dije mientras caminaba entre los escombros.

-p-pero yo si- escuche como tropezó con una llanta que yo había logrado esquivar

"es demasiado idiota, llevarlo conmigo atrasara mi camino"

-lo siento niño bonito, no puedo llevarte

-por favor- dijo suplicando mientras aún se encontraba en el suelo enredado en la llanta.

-se ve que no sabes hacer nada, no me sirves

-no, te equivocas se hacer más cosas de las que parece, solo que ir sin compañía me hará vulnerable. – Intento zafarse de la llanta volviendo a ponerse de pie- puedo serte útil

-si no me dejas opción- seguí con mi camino con él detrás de mí no se veía como una mala persona.

Los caminos eran poco visibles, cubiertos por una ligera capa de polvo y un sinfín de papeles, parecían ser de alguna oficina cercana, las tiendas estaban con las puertas abiertas. Los autos abandonados en fila. Caminamos sobre los techos de los autos, Stuart con torpeza los pudo saltar

-¿Por qué vamos por encima?- intentaba no resbalar

- teme por las cosas que se encuentran alrededor de tus pies

-¿mis pies?-traía puestas unas botas aparentemente cómodas de color avellana. Miro fijamente a sus pies-¿ardilla zombie? Espera, está infectada, ¡ayúdame!- ya me había percatado de la ardilla cuando esta salto para atacar a Stuart le dispare atinándole en su abdomen.

-¿zombie?-susurre

-oye por cierto ¿Cómo te llamas?

-Noodle- respondí contante

-ohhhh como las sopas instantáneas, que delicia- se saboreó lamiendo sus labios y tocándose el vientre – como quisiera comer una- recordé que traía unas cuantas en mi mochila.

-busquemos donde descansar

-sí, ya estaba comenzando a cansarme, no sé cómo puedes trepar sin problema, yo tengo las piernas muy largas no debería costarme trabajo pero sin en cambio lo hace.

-hablas demasiado

-hehehehe- se rasco la nuca- perdón, no había hablado con nadie en 15 días más o menos- intento contar con sus dedos.

-¿15 días?

-sí, más o menos, en realidad no tengo la cuenta exacta, perdí mi calendario en la última casa donde me escondí.

Encontramos un parque para niños con un gran pingüino en el centro. Me acerque a una de las mesas donde seguramente los padres esperaban a sus hijos después de jugar. Saque la mini parrillita que construí en el departamento. Junto con una botella de agua y una jarra de metal.

-¿calentaras agua?

-la necesito- sin dejar de vigilar seguía con mi actividad.

- yo traigo, bolsitas de comida instantánea.-reviso una de ellas con una etiqueta azul y una chica sonriente junto con un tazón de arroz- no sé de qué sea, no se japonés- sonrió torpemente.

-es arroz, necesitas agua para prepararlo.- él traía una mochila más grande que la mía.

-eso no es problema-saco una botella de agua-¿podrías calentar mi agua?-tome la botella en señal de aceptación.

-encárgate del agua, en mi mochila hay sopas instantáneas, toma dos y prepáralas. Yo seguiré vigilando

-¿e-en serio?- se iluminaron sus ojos.

No respondí a esa pregunta, solo tome mi arma en busca de algo extraño sin separarme completamente de él. La cuidad parecía completamente desolada. Esto era deprimente para cualquier persona que tuviese una vida "normal". Mire de reojo al entusiasmado Stuart, parecía concentrado en que la comida quedara deliciosa.

-Noodle, esto se ve realmente delicioso, ven a com...- en ese momento deje de escuchar la voz de Stuart. Mire en dirección a su ubicación. Él ya no se encontraba allí. Una de las sopas se estaba derramando en la mesita. Respire profundo.

-¡maldición!

Every planet we reach is dead (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora