Every planet we reach is dead (pausada)

ALPHERATZ

-¿te dio miedo?- una mujer bajita entro

La dueña de aquella voz me provoco un sentimiento reconfortante.

-Noodle- sonreí-¿porque estoy aquí?- señale el suelo con mi dedo índice.

-el pepinillo te trajo- sonó muy obvia, tomo asiento en el pequeño sofá blanquecino. Estiro las piernas a la altura de la cadera, traía puesta una falda rojiza con detalles azules en los lados, en el acto logre verle sus pantis.

-habla del amo Murdoc- lo aclaro la pequeña copia de Noodle

-fue el quien te busco y te trajo aquí- tomo un cigarrillo encendiéndolo

-el cree que eres valioso- la niña volvió a sonreír, su sonrisa era escabrosa, un sentimiento extraño surgía al verla.

-desde hace algún tiempo me ha estado persiguiendo, no se para que me quiere-baje la cabeza haciendo una mueca de desagrado y resignación.

Ella dio una gran calada de humo - tampoco yo

- el amo los necesita-volvió a sonreír

-podrías dejar de hacer eso, ya es incómodo
-¿Hacer qué?- de nueva cuenta sonrió
-ahhh me vas a volver loco-me lleve ambas manos a la cabeza
-te acostumbrarás -dijo Noodle con el cigarrillo en los labios-al medio día volveré por ti, me ayudarás con el entrenamiento de esa cosa- señaló a la mini Noodle. Se levantó yendo a la salida.

-disfruta tu comida- puso un arsenal de alimentos frente mío. Terminando con ese gesto tan incómodo.

Comí una manzana partida en gajos. Pensaba en mi ahora inexistente pierna y el accidente que lo ocasionó, si Xiao había logrado escapar con su familia del ataque y que es lo que haría ahora que me volvía a encontrar bajo las garras de Murdoc. En especial si la loca de Paula está con él. Masticaba con mucha pesadez al mismo tiempo que gruñía. Por lo menos la habitación en la que me encontraba estaba ordenada y muy limpia, así que ese lugar definitivamente no era propiedad de Murdoc. Pero dudaba de sus propósitos, porque Noodle me habría pedido ayuda para entrenar a una Cyborg y que relación tenía con él. Pensé demasiado en eso que no me di cuenta del tiempo que paso.

-comes como anciana- pronuncio Noodle con un exceso de labial rojo. Vaya que parecía paula.

-¿cómo te ayudare si no estoy completo?- levante lo que quedaba de mi pierna.

-no necesitas esfuerzo físico para eso, serás nuestro blanco-explico sin mover un solo musculo

-ahhh no, otra vez no, Murdoc solo me ve como un conejillo de indias, sabes prefiero estar muerto a seguir haciendo lo que él quiera, bastante tuve con que se quedara a paula-calle cuando me di cuenta que la había mencionado , ella con un cara de incredulidad recargada en la puerta esperaba tener más sobre esa historia

-bueno si no tienes nada más que decir-saco una silla de ruedas detrás del sillón, porque no me había dado cuenta de eso, la paso a un lado de la cama, con un gesto me indico que me acercara a ella. me tomo por la espalda acomodándome sobre la silla -no esperes a que también te lleve, tendrás que hacerlo solo hasta que Murdoc termine su prótesis a menos de que quieras que le diga que te quieres morir para que ya no la haga y te quedes en esa silla.

-eres demasiado cruel

-¿aun así te gusto?

-no

-bueno pensaba que te alegrarías más al verme-empujo la silla a la puerta dirigiéndome entre los pasillos, los cuales no eran tan tétricos como la habitación en sí, de hecho eran muy tranquilos y muy japoneses.-yo si te extrañe, comencé a aburrirme sin ti

-¿de verdad?

-claro, de quien me burlaría, estoy sola en este lugar, a parte de la dulce loca que construyó tu amigo verde.

-¿porque le ayudas?

-es mi deber

-nadie te ha pedido que lo hagas o ¿sí?

-esa fue la voluntad de mi padre

Llegamos a una especie de gimnasio escolar donde un montón de artefactos de encontraban tirados, me acomodo a un lado de las pilas de esas cosas.

-pásame lo que quieras pasarme, esa pequeña tendrá que destrozarlo, es todo lo que tienes que hacer, por el momento.

-pensé que me usarían de conejillo

-no, afuera hay un montón de ellos, no te necesito para ese fin