Capítulo 16: La pequeña llovizna

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Esas palabras habían entrado como un golpe al pecho del vampiro ¿Gumball en coma? ¿Cómo era posible que Fiona pudiese causar tanto daño por una simple bruja? Estaba cansado, debió haber cortado lazos con la humana desde que ésta estaba tan distante con su actitud.

Sin mas que poner a cargo a mentita y pedir ayuda a su padre para encontrar el paradero de la malvada bruja salió en busca de la causante de todos sus problemas.

Recorrió hasta las afueras de la tieraa de AAA en donde estaba una casa en muy malas condiciones, y desde esta podía escuchar el llanto desesperado y fuerte de un bebé, sin duda era Prince y sin dudar un segundo más enfrentó a la bruja...

-¡Deja en paz a mi hijo!

-¡Oh! Marshall Lee, debí saber que vendrías tan rápido como viste a mi querida sirviente salir con tu hijo, aunque el plan no era ese así que dime, Fiona ¿Por qué te dejaste ver por él?

-¡Marshall Yo...!

-¡Basta! No sé que alianza tengas con este ser de la nocheosfera, debes saber que tu pequeña traición no se quedará sin un buen merecido castigo...

Dijo la bruja mirando a la humana quien estaba recién recuperada del trance en el que se encontraba, pues era obra de la bruja Maja que actuara extraño esos últimos días.

-Ella no es de importancia así que volvamos al evento principal... Dime Marshall... ¿Qué estás dispuesto a darme a cambio para dejar a tu hijo tranquilo?



En el Dulce Reino...

Mentita en ese momento se encontraba alterada debido al asunto del príncipe que no reaccionaba y por su pareja que siguió a Fiona a un lugar desconocido en salvación de su hijo.

Las cosas no estaban marchando del todo bien, y solo rgaba por que alguien en quien se pudiese confiar ayudase a que el principe regresara en sí y que Marshall pudiese volver con su hijo ambos sanos y salvos. Cake estaba en casi la misma situación, su mejor amiga habia traicionado al reino y a sus amigos, seguia sin poder creer que ella pudiese hacer tal cosa, quizás incluso pudieron haberla sobornado, pero ¿Qué era tan importante como para que la rubia aceptara? Ahí sin duda había gato encerrado, por usar una frase arcaica y denigrante para su especie...

Pronto las visitas no se hicieron esperar, pues llegó en Príncipe del reino de fuego y Hudson Abadeer al reino de dulce realmente preocupados por lo que ahora acontecía justo despues de los problemas que ya habian pasado, el rey de la nocheosfera alargó su estadía para poder ayudar a la causa mientras que el Príncipe flama volvio a su propio reino para brindar ayuda de soldados para el resguardo del cuerpo inconsciente de su amigo y asimilando la confesión de Mentita, quien le dijo que la persona que habia efectuado el secuestro de Prince, de la salida forzada de Marshall y del estado actual de Gumball había sido su amada Fiona, eso por mas cierto que fuera aun no podia creerlo o aceptarlo.

Con Marshall...

-¿Y bien Marshall Lee? ¿Qué pasa? ¿El ratón te comió la lengua?

Preguntaba divertida la malvada bruja, quien se habia dispuesto a escuchar la oferta del vampiro que trataba de buscar algo que pudiese ayudar a su hijo quien seguía llorando en los brazos de su enemiga...

-No sé qué es lo que quieras realmente...

-Ya te lo habia dicho, quiero felicidad, así mi magia se volverá mas fuerte y podre acabar con todos.

Dijo para luego reír como toda bruja haría al saberse ganadora de algo ajeno y bastante valioso.

-¡Esta bien! ¿Pero cuál es el tipo de felicidad que quieres de mi? ¡Puedo regresarte a Hambo!

-¿Ese horrible y viejo peluche? No lo necesito cuando con tu hijo tengo incluso mas poder que ese objeto inanimado de felpa que tanto atesorabas, no trates de negociar con algo tan poco útil.

-¿Entonces qué es lo que quieres de mí?

No hubo mas ruido que el llanto desesperado del bebé buscando a su padre de quien identificaba la voz, la bruja tomó con un solo brazo al pequeño y la otra mano la posó en su mentón haciendo una pose pensativa ante lo que el vampiro le había preguntado, puede que el bebé que tenía en brazos le dira suficiente poder, pero era el objeto amado, ella perfectamente sabía que Gumball estaba con otro bebé en camino ¿Cuánto se tardarían en reemplazar a Prince con ese otro y nuevo bebé? Y tendría que ir tras el otro hasta que ambos decidieran ya no engendrarlos ¿Y entonces qué? Se dio vuenta también de que no era tan factible usar un objeto que fuese amado si tarde o temprano este se vería reemplazado por algo aun "mejor" y que volverían a su centro de poder algo bastante débil como para funcionar.

Marshall por su parte estaba perdiendo la paciencia, esa bruja pareca que sólo queria burlarse de el solo para terminar peleando físicamente hasta que alguno de los dos muriese o admitiese su derrota, pero él no daria su brazo a torcer.

El silencio inundado en llanto siguió por aun mas minutos mas en los que tambien la bruja se lo pensaba llegando a una clase de iluminación ante lo recien descubierto por ella misma, estaba terminando de planear los últimos detalles de su plan cuando la voz insistente del ya desesperado y poco paciente vampiro se hizo resonar junto al llanto del menor...

-¡¿Qué es lo que quieres maldita sea?!

La bruja lo miró molesta, sentía que algo se le escapaba del plan, pero ya recordaría qué era aquello después, ahora se concentraría en lo que habia "descubierto" y en su nuevo plan de conquista y destrucción.

-¡Esta bien, esta bien! Pero ¿Estas dispuesto a aceptar? Digo, el Príncipe y tu estan por tener otro bebé ¿Estas seguro que no quieres dejarme este y volver feliz de la vida a cuidar a ru embarazado novio?

-¡¿Qué es lo que quieres he dicho?!

La bruja sonrió con satisfacción, ahora nada salvaría al vampiro, no ahora que se apoderaría no del objeto amado, sino de la persona que puede amar al objeto de esa manera tan incondicional...

-Te quiero a tí...

CONTINUARÁ...

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