Dejar de sentir.

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#EspecialViernes.

Logan.

Imágenes de la noche anterior golpeando a ese hombre se me venían a la mente haciendo que no lograra conciliar el sueño. Posiblemente me había quedado dormido solo un par de horas. Abrí mis ojos lentamente y pude notar la claridad del cielo. Me senté lentamente y mi cuerpo chilló por haber peleado la noche anterior, sentía toda la cara hinchada y dolorida. Agarré mi celular para ver que hora era. El reloj marcaba que eran las cinco de la mañana, así que decidí volver a casa, e intentar dormir.

La calle estaba vacía, y por sobre todo muy silenciosa. Mis pensamientos me incitaban a pensar constantemente en lo deprimente que era mi vida, en que no podía seguir cargando con todo lo que me rodeaba. Me sentía solo, agobiado, cansado de todo el mundo, quería dejar de pensar para así también dejar de sentir, estaba enfadado y triste, por sobre todo triste.

Comencé a pensar como era posible que en un abrir y cerrar de ojos él haya desaparecido, era mi vida, mi amigo, mi padre. Estaba harto de extrañarlo tanto, lo deseaba a mi lado y él no iba a volver porque estaba muerto, tan muerto como yo me sentía  con su pérdida.

No me costó mucho decidir que mañana sería el día en que por fin iba a hacerlo. Tenía todo organizado, solo debía esperar a la noche y por fin me iría junto a mi padre.

Llegué a mi casa y noté que mi madre no estaba, de seguro la encontraría en un bar ahogando sus penas.

Me dirigí a mi habitación, me acosté en la cama y me dormí, soñando con la vida que deseaba tener en ese momento.

Desperté y al ver las llamadas perdidas del grupo de historia decidí ir a ayudar, después de todo hoy sería el último día aquí.

Al entrar a la casa de Michelle todas se me quedaron mirando como si estuviera loco, y no me quedo otra opción que actuar natural. Sentía que todas las miradas estaban analizándome para darse cuenta que estaba a punto de suicidarme.

El trabajo transcurrió bastante rápido según mi opinión, debido a que me hacía olvidar un poco de mis pensamientos. Hasta que esa chica de pelo castaño a la que disfrutaba molestándola, habló de más, haciendo que me hunda de nuevo en el pozo de la oscuridad.

"Al menos yo no llegué con mas moretones que cara, al menos yo no tengo ese aire del chico que se hace el superado, cuando en realidad es un depresivo." Esas fueron sus palabras. Palabras que me hicieron saber lo que la gente piensa de mí.

Podría decirles que lo que dijo no me afecto y que al fin y al cabo era una niña mimada en su mundo de hadas, cosa que a mí parecer era cierto. Pero les estaría mintiendo, porque siempre duele saber lo que la gente piensa de alguien que no conoce. También duele saber que hiciese lo que hiciese todos me seguirían viendo como el chico oscuro, sin sentimientos, frío y depresivo, ademas de que seguirían juzgándome, sin preguntarme porque mi carácter era así.

A veces la gente podía llegar a hacerte daño con unas simples palabras dichas sin intención.

El ser humano puede llegar a ser muy cruel en algunas situaciones si se lo propone, y la mayoría de la gente que critica y juzga, lo hace porque sienten que así se ganaran la confianza de la gente, y la aceptación de los demás.

Considerando la situación en la que me encontraba no estaba con ánimos de discutir, así que simplemente me limité a refutarle con unas palabras sobre lo que yo pensaba de ella.

***

El sol bañaba la ciudad de un color naranja intenso. Me senté en el pasto dejándome llevar por la sensación de calidez que sus rayos me brindaban. Contemplé aquellos colores para sentir que cuando estos desaparecieran, también lo harían mis pensamientos. Esos que estaban bien hundidos en mí, aquellos que no me dejaban dormir en las noches si me ponía a pensar en ellos. Cerré los ojos dejando que el sol me llenará con su luz y me brindara toda la paz que necesitaba en ese momento, la claridad duró solo unos minutos hasta que este se escondió detrás de las casas y edificios hasta dejar solamente la oscuridad de la noche, esa que amenazaba con perseguirme por siempre.

Decidí que ya era el momento y me puse en marcha para dejar de una vez por todas mi pasado.

Caminé entre los árboles contemplando sus hojas y troncos. El aroma a eucalipto se instaló en mis fosas nasales y respiré profundo para contenerlo dentro mío.

El viento comenzó a soplar fuertemente haciendo que mi piel se erizara. Disfruté aquella sensación mientras seguía caminando.

Me adentré al bosque, donde todos mis sentidos se intensificaron junto con el aroma a eucalipto y el viento.

A lo lejos se escuchaban cantar a aquellos pájaros que revoloteaban libres.

El trayecto terminó antes de lo esperado dejándome en el caos de la ciudad. Los cantos de los pájaros habían sido reemplazados por el ruido de los autos. El aroma a eucalipto ya no se apreciaba y en su lugar pude sentir toda la contaminación que los autos dejaban a su paso. La tranquilidad del bosque había sido cambiada por las personas apuradas que pasaban empujándote al estar muy sumidas en su mundo.

Me acerqué al puente para contemplar el agua que pasaba por debajo de el. Esa misma agua que me llevaría junto a mi padre.

Saqué la imagen de mi bolsillo para contemplarla una última vez. Respiré profundo y relajé mis músculos. Miré por última vez a mi alrededor y dejé que mis pensamientos me guiaran hacia donde ellos quisieran.

Recordé toda mi vida en un abrir y cerrar de ojos, recuerdos buenos y malos pasaban por mi mente dejándome completamente exhausto. Mi madre, el sol del atardecer, lágrimas que mojaban mis mejillas sin un por qué concreto, Marc y Molly en el parque disfrutando de una soleada tarde de verano. El dolor que sentí al enterarme lo de mi padre, el odio que me daba ver a mi madre ebria todos los días, y por último el trayecto hasta aquí con mis sentidos a flor de piel.

Podía sentir la adrenalina correr por mi cuerpo, al mismo tiempo que el frío pegaba en mi pecho haciéndome sentir mas vivo que nunca.

Tomé aire y comencé a tomar el impulso que necesitaba. Apreté mi mandíbula, me solté de la baranda y comencé a contar.

Uno...

Dos...

Tres...


Sálvame De Mis Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora