Logan
La música sonaba de fondo, y podía escuchar las vibraciones de los parlantes bajo mis pies, caminé un corto tramo hasta sentarme en la barandilla del balcón, cerré mis ojos y respire profundo, intenté calmarme y dejar de lado mis pensamientos, cosa que obviamente no iba a funcionar de manera tan fácil, en definitiva nada era fácil a menos que ella estuviera a mi lado, pero eso era un tema aparte, adémas de dificil. Levanté la vista contemplando las estrellas y tome un poco de mi bebida. Me concentré en cada brillo en el cielo, en cada luz y me plantee imaginar que todo era mas facil, que yo no era oscuro como la noche, y me sentí un poco mejor, porque si bien yo era la noche, tenía mi estrella caminando por algún lado. Y eso de alguna manera me hizo sentir mejor.
Pasó un tiempo hasta que decidí entrar a inspeccionar el salón donde estaban todos bailando, busque con la vista a Emma, pero las personas moviéndose tapaban todo mi campo visual.
Me hice a un lado para no caminar entre la gente y subí las escaleras escaleras de marmol blanco que se alzaban ante mí. La música tapaba mis oídos y no lograba escuchar nada, sin embargo sabía que mis pies estarian resonando en aquel salón si este se hubiese encontrado vacío. En el trayecto termine mi bebida y fuí a buscar otra en la nueva barra que había visto. Mientras esperaba mi trago giré la vista para mirar que hacían las personas normales en una fiesta, algunas estaban sumidas en una conversación, otras bailaban y otras simplemente bebían.
Una brisa fría recorrió el ambiente, en el momento en que el barman me dio mi trago y yo quise acercarme a la puerta que daba al balcón para sentirla de lleno. Salí, e inspire profundo el aire puro y frío, sonreí para mis adentros, había encontrado un lugar calmo en donde el olor a cigarrillo no iba a invadirme por el resto de la noche. Ni eso, ni las personas molestas.
En definitiva no se para que había venido, podría irme cuando quisiera debido a que Emma no estaba conmigo, pero por alguna extraña razón sentí que quería probarme. A ver si de verdad aguantaría, estar asi toda un noche. Y la verdad es que si podría con una buena cantidad de alcohol. Ciertamente todo estaba bastante bien encaminado.
Sentí una presencia detrás mio y automaticamente me di vuelta pensando que era Emma que me había encontrado, pero en su lugar vi al chico de la máscara azul marino, que la había sacado a bailar.
-Hola.- dijo con voz ronca.
-¿Qué quieres?- Respondí con mala gana.
-¿Te conozco?
-Posiblemente no, estabas baboseandote con mi amiga antes de sacarla a bailar.
-Aah la chica de mascara negra, con vestido color vino, ¿no?-dijo pensándolo un momento y con cara de idiota.
-Exacto, esa misma.- dije con indiferencia y dándome la vuelta para seguir mirando las estrellas.
-¿Seguro que solo son amigos?
-¿A qué te refieres?
-Salió corriendo detrás de tí en cuanto te fuiste, y eso no es normal nadie se resiste a mis encantos.
-Eso no es posible, no la cruce nunca desde que estuvo contigo.
-No sé, las chicas son raras.-dijo levantando sus hombros.-solo digo lo que ví.
-Si bastante, y ya la encontraré, espero...
-Si la cruzo le diré que estas aquí.-dijo yéndose antes de que pudiera darle las gracias.
Un poco enojado con la presencia de aquel chico que había bailado con Emma antes que yo, decidí seguir recorriendo el lugar, buscando a Marc.
Busque en todas las paredes y sillones habidos y por haber y en nigún lado lo encontre. Intenté mandarle un mensaje ya que no tenerlo cerca implicaba volverse sin auto. Y luego le dejé un mensaje a Emma que nunca le llegó. Estaba frustado por estar solo en una fiesta y aburrida, no sabía cual de las dos era peor, asi que me sente en la barra a pedir otro trago, y cuando ese se termino, otro y otro más. Incluso terminé apostando plata con un chico por tomar tres chupitos seguidos.
Me levanté con el sonido de una canción vieja, que no podía evitar bailar, dí un par de vueltas e incluso la canté, y para cuando terminé, estaba un poco mareado, sentía que toda la pista y las personas giraban a mi alrededor, excepto una chica con mascara verde, que se acercó y me dijo algo que no entendí en absoluto, estaba demasiado volado como para seguir el movimiento de sus labios, baile un rato con ella, y seguimos tomando. Sentía conocerla, su voz era dulce, su piel parecia perfecta y suave y su cintura me hizo delirar aún más. Me apoye contra la barra e intenté acariciarle la cara, necesitaba sentir su piel, pero fallé y mi vaso apoyado se volcó en toda la superficie, y en su vestido. Todo paso muy rápido, y no entendía nada, veía gente acercarse a mí algunos rápido, otros más lento, sentía mucho frío, la respiración acelerada, y el piso de mármol debajo de mí. Tenía miedo, pero en un instante la miré, y sonreí, mi cabeza cayo hacía atrás, pero me invadió la calma, y las cosas ya no eran negras, eran marrones, como sus ojos.
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Sálvame De Mis Demonios.
Novela JuvenilDicen que todos venimos a este mundo a cumplir una misión. Y que todas las personas tenemos un ángel guardian que nos guía y nos protege. En la vida nos cruzamos con gente que nos marca para siempre y quizás ese era el destino de Emma, quien en su...