Sálvame De Mis Demonios.

Palabras.

Emma.

No se que fue exactamente lo que me hizo besar a Logan. Quizá haya sido lo asustadizo que se veía en cuanto trajo el desayuno y me vio en su cama. Quizá haya sido la profundidad de sus ojos al despertarme. O quizá el simple echo de darme cuenta que me deseaba tanto como yo a él. Pero no fue la calidez de su mirada luego del beso la que me saco del trance bobo que estaba teniendo. Sino mas bien sus palabras.

"Te amo".

Creí haber escuchado mal y la mezcla entre cara de sorprendida y confundida se lo hizo notar. De todas formas el quedo mas confundido que yo, como si no hubiera esperado que esas palabras salieran de su boca. Como si el hecho de decirlas significaba algo que no estaba dispuesto a aceptar.

El silencio incomodo inundo la sala, logrando incluso que se ensombreciera un poco, por mas que el sol ingresaba directo desde la ventana. No sabia que decir. Estaba paralizada, mi Emma corajuda y fuerte que había tomado la riendas de la situación y había besado a Logan, ahora estaba aturdida y acorralada contra una esquina sin saber pronunciar aquellas palabras que significaban tanto.

La cara preocupada de Logan se iba entristeciendo aun mas a medida los minutos pasaban. Y mi mente seguía en la misma pausa que antes. Quería decirlo, realmente. Inhale un par de veces y lo mire directamente a sus ojos.

- Te amo también.

Las palabras lo agarraron desprevenido como si yo hubiera sido la primera en decir la frase. Una sonrisa débil se asomó por sus labios y sin previo aviso deposito un beso en la comisura de mis labios.

-Sinceramente, sabia que eras tu la chica de la fiesta. Me vuelves loco Emma. Intentó no pensar en la chica tierna y risueña que vive acosándome, y ahí estas en cada pensamiento o sueño que tenga. Y me cuesta admitirlo. Pero en serio, en serio, quiero estar contigo, el mundo es un poco menos triste y gris si te tengo a mi lado, brindándole colores.

No pude evitar sonreír, e incluso un par de lágrimas brotaron de mis ojos. Me pregunte como habíamos llegado hasta ese momento. Mientras yo solo quería demostrarle que la vida no era como pensaba.

-Logan, eres increíblemente misterioso y a veces te comportas como un idiota, pero en serio quiero acompañarte y brindarte mis colores.- dije tomándole el brazo y pasándomelo alrededor de mi espalda.

-Quiero estar contigo también.

El timbre sonó antes de poder responderle. Logan fue a abrir y un Marc contento y con cara de saber lo que había pasado minutos atrás, entro a la habitación. Dejo un paquete y se sentó en la cama estirándose un poco. Pasado un tiempo articulo palabras que por su cara quería usar hace mucho tiempo. 

-Entonces...-hizo una pausa intercalando miradas entre Logan y yo.- ¿ya empezaron a salir?

una sonrisa nerviosa se me escapo, no sabíamos como lo hacia, pero Marc siempre averiguaba todas esas cosas que uno hacia a sus espaldas. 

-Preferiríamos esperar antes que lo anuncies con carteles luminosos al barrio.- respondió irónicamente Logan. 

-Esta bien, como prefieran.-levanto ambos brazos en señal de rendición.

-Deberían tener una cita, una de verdad, no es que quiera entrometerme.

Intercambiamos miradas con Logan. La idea no parecía tan mala, después de todo nunca había salido con un chico oficialmente en ningún momento de mi vida.  Era una buena forma de comenzar una relación. 

       ***

La noche llego rapidamente entre cafés, charlas, ni bien se hicieron las siete, Marc se fue dejándome a solas con Logan otra vez. Mis manos pasaron de estar secas a sudorosas ni bien Logan cerro la puerta. Nunca había estado así de nerviosa en mi vida. No es que hubiera tenido muchas oportunidades de todas maneras, pero Logan... él hacia que todo el mundo cambiara en un par de segundos. Escuché sonidos que provenian de la cocina, platos, vasos y cubiertos chocando unos contra otros, Logan volvió con una bandeja y un par de snacks para comer, se sentó en la cama y puso una pelicula. Comimos abrazados y asi nos dormimos. Nuestras respiraciones iban a la par mientras el me envolvía en sus brazos. Y cuando cerré los ojos no quería estar en otro lugar que no fuera alli mismo.