Emma.
Ver a Logan saltando de aquel puente, me había paralizado por completo. Por suerte logré reaccionar a tiempo en cuanto Matt tocó mi hombro.
—Emma, ¿qué demonios te pasa?
—Matt no hay tiempo, debes llamar a una ambulancia. Iré a rescatar a alguien.
—Emm... está bien...
Sin más me acerqué a la baranda del puente y miré para abajo. No había rastros de Logan. El vértigo se instaló en mí, y tuve que controlar mi respiración para calmarme. La verdad es que tenía miedo, miedo de no poder salvarlo, miedo de ahogarme.
Dejé mi chaqueta en el piso junto con mi celular. Subí a la baranda y el frío chocó contra mí.
Me tiré sin siquiera dudarlo, si tardaba demasiado podría pensarlo demasiado. Al caer el sentimiento de libertad se apoderó de mi cuerpo. Y el agua fría impactó en mí, como lo hace la lluvia en medio de un día soleado.
Instantaneamente me hundí en el agua buscando algún rastro de Logan pero no encontré nada. La corriente tiraba de mí con muchísima fuerza. No luché contra ella, mas bien me dejé llevar, y gracias a eso lo encontré.
Tiré de él y lo mantuve fuera del agua como pude. La desesperación se apoderaba de mí, porque tenerlo a flote implicaba que yo me hundiera. Estaba a punto de dejarme ir cuando sentí que alguien me estaba ayudando a moverlo. Era Matt, literalmente nuestro héroe.
Entre los dos nos las ingeniamos para ir hasta la orilla. Todo mi cuerpo estaba temblando por el frío y se sentía agotado de haberlo salvado.
La orilla se sentía como un día cálido de verano. Me acosté en el suelo intentando recuperar el aire. Intenté calmarme pero estaba demasiada agitada. El frío estaba comenzando a apoderarse de mí. Lo último que recuerdo es a Matt diciéndome que la ambulancia había llegado.
***
Al abrír los ojos, lo primero que recibí fue un fuerte abrazo de mi hermano.
Pasó un tiempo hasta que enfoqué y ví a las enfermeras acercarse hacia mí, para revisar que todos mis signos estaban bien.
—Por dios Emma, estaba tan preocupado. En cuanto te desmayaste pensé que iba a perderte y el pánico se apoderó de mí.— dijo abrazándome con mas fuerza.
—Nunca vas a perderme.— dije en forma débil.
Le respondí el abrazo lentamente, porque todas mis articulaciones dolían por la caída que había tenido, además de los esfuerzos que había hecho.
—¿Como está?—le preguntó a las enfermeras.
—Bien, sus signos vitales son normales. Necesita reposo y se recuperará rápidamente.
La enfermera se fué dejándome solo con mi hermano.
—¿Él está bien?— Le pregunté mientras me miraba.
—Está en coma.
El estómago comenzó a darme vueltas por el simple hecho de pensar que le pasara algo.
—Necesito verlo— dije mientras me sacaba todas las intravenosas de los brazos.
—Las enfermeras te indicaron reposo.
—Tendré tiempo de dormir, luego. Necesito ir con él.
Mis pies descalzos tocaron el piso frío, congelándome todo el cuerpo. Matt se acercó para ponerme una frazada en los hombros y ayudarme a levantarme.
Me guió por un pasillo largo y entramos en una sala mas grande que la mía.
Pasamos por delante de algunas camas hasta que llegamos a la de Logan.
Sus ojos estaban cerrados, su cuerpo tenía algunos moretones. Sus brazos tenían muchas intravenosas, una máquina lo ayudaba a respirar y otra controlaba sus signos vitales.
Matt me ayudó a sentarme y luego se fue a avisarle a mis padres que yo me encontraba bien.
Me quedé mirándolo y agarré su mano. Por más de haberlo salvado me sentía completamente culpable de no haber hecho algo antes.
—Logan... no te dejes vencer.
Fué lo único que logré decirle antes de que una enfermera irrumpiera en la sala y me sacara de allí.
—Encontré esto antes de saltar a ayudarte- dijo Matt mostrándome un celular, mientras me llevaba de vuelta a la cama.
—Es de Logan.
—Creo que deberias llamar a su madre. - me entregó el celular dandome espacio para que llamara.
La madre de Logan respondió al segundo tono y pude notar la desesperación en su voz. Me agradeció por el aviso y luego colgó.
Me acosté en la cama y me quedé completamente dormida.
Al despertar mi madre se encontraba al lado mío. Me alegraba saber que ella estaba ahí conmigo.
—¿Cuánto dormí?
—Un día.
Nunca había dormido tanto en mi vida y estaba sorprendida por ello.
—Hay noticias— dijo mi madre antes de que pudiera seguir pensando.
—¿Sobre Logan?—dije con algo de miedo.
—Sí. Él ha despertado.
No pude evitar sentirme plena al recibir esa noticia.
—¿Hace cuanto?—dije sentándome de repente.
—Un par de horas. Su familia está con él. Los médicos informaron que deberá quedarse aquí mas tiempo y que luego podrá volver a su rutina, luego de recibir ayuda terapeútica.
—En cuanto me dejen irme, lo ayudaré, a que se mejore. Le hará bien algo de compañia.
—Siempre fuiste y serás una buena persona. Estoy orgullosa de tí.
—Gracias—dije abrazandola con fuerza.
Un médico entró en la sala para decirnos que podía irme, siempre y cuando prometiera no hacer ningún esfuerzo.
Me quedé esperando que mi madre me buscara ropa.
Para matar el tiempo busqué a la madre de Logan que se encontraba en la sala de espera sentada.
—Hola—dije al acercarme y sentándome a su lado.
—Tú debes ser Emma.—dijo mirandome a los ojos.
—Sí.
—Estoy muy agradecida por lo que hiciste por mi hijo.
—No fue ningún problema. De hecho me quedaré aquí para ayudarla.
—Muchas gracias. En verdad eres un ángel.— dijo con sus ojos llenos de meláncolia.
La miré y le sonreí.
—Debo irme, pero vendré mañana a ayudarla.—dije dandole un papel con mi celular.—llámeme si tiene cualquier problema.
—Gracias. En serio.
—De nada.
Me encontré con mi madre y fuí al baño para cambiarme. Una vez que salí, ví que todas mis amigas se encontraban afuera del hospital con carteles. Incluso estaba Andy que me sorprendió cuando me recibió con un fuerte abrazo.
...
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Sálvame De Mis Demonios.
Novela JuvenilDicen que todos venimos a este mundo a cumplir una misión. Y que todas las personas tenemos un ángel guardian que nos guía y nos protege. En la vida nos cruzamos con gente que nos marca para siempre y quizás ese era el destino de Emma, quien en su...