La noche fría y oscura de Moscú mostraba en la lejanía un lugar lleno de luces de neón y varios clubes donde otro mundo se vivía.
- No creo que sea conveniente que su hijo se quede con el club aun es muy joven. Dijo un hombre de 40 años sentado al frente de otro de aun mayor edad 60.
- Es mi único hijo Fridor, aunque no me enorgullezca de él es lo único que tengo además ese club es nuevo, veremos cómo lo maneja, si hace algo estúpido te encargaras de él. El otro hombre asintió con la cabeza, se levanto y se marcho.
- Cerca del lugar en un bar Iván estaba sentado en la barra.
- ¡Dame otra copa! Mientras tenía a una joven rubia en sus piernas. Le servían la copa y el la tomo de un sorbo. Reía mientras la mujer le besaba el cuello.
- ¡Basta Larissa!. La separo. Ella lo vio con ojos lujuriosos.
- Vámonos de aquí. Mientras tocaba su entrepierna.
- Iván, la miro, dejo la copa y dejo algo de dinero en la barra.
- Te veo luego, Adul. Se paro y Larissa lo llevo del brazo hacia afuera. El la empujo hacia una pared oscura y empezó a besarla con lujuria y deseo, el cuello tocaba con sus manos los senos de Larissa mientras ella gemía y daba pequeños grititos. Alzo su pierna sobre la cintura mientras ella revolvía el pelo de Iván, empezó a desabrocharse el pantalón. Hasta que...
- ¡Iván tu padre necesita hablar contigo!. Dijo el hombre de 40 años vestía un saco largo color gris, cabello negro y ojos celestes. Iván se detuvo
- Tiene que ser ahora. Dijo molesto.
- Son órdenes.
- Mier**. Se empezó a abrochar el pantalón.
- Iré por ti después. Larissa asintió con la cabeza.
Al llegar al club, pasaron hacia un pasillo lleno de gente hasta llegar a una oficina al final.
-Entra te esta esperando. Iván entro pesadamente.
El veía un aviso de un club nuevo en sus manos.
-¿Sabes lo que es esto? Dijo serio. Iván lo miro sin interés.
-¿Un club nuevo?
-No idiota es tu futuro, tu última oportunidad. Le tiro el aviso. Le miro enojado.
-No entiendo.
- Te harás cargo de el de ahora en adelante, Fridor te ayudara, y será mejor que lo hagas bien me entiendes. Dio un golpe con la palma abierta a la mesa haciendo un gran sonido, Iván trago saliva. – Sera mejor que no me vuelvas a decepciones Iván. Se acerco a el lentamente.
-O me olvidare de que eres mi hijo. Le tomo de la solapa alzándola. – Entiendes. Iván lo miro con miedo en los ojos.
-Si. Lo soltó.
-Ahora vete, mañana empezaras, Fridor te explicara. Iván salió de la presencia de su padre y del club. Larissa se acerco a ella.
-Ahora no molestes, mujer. Larissa lo miro extrañada era una mujer de unos 31 años, ojos azules de cabello rubio, se acerco a él.
-Ven conmigo. El la miro y la siguió. Entraron a unos departamentos, abrió la puerta despacio. Entró, ella dejo su cartera a un lado y tomo con sus brazos el cuello de Iván.
-Espera. Dijo él y se acerco a la mesita de centro. Saco de su bolsillo un poco de polvo blanco y lo dejo en la mesita haciendo 3 líneas con una tarjeta, lo aspiro, ella lo siguió, ambos reían y empezaron a besarse, casi comiéndose la boca, escucharon pasos en la puerta, algunas risas y unas llaves. Larissa detuvo a Iván.
-Espera. Rápidamente quito el polvo que quedaba de la mesa.
-Pero que. Dijo el enojándose.
-Es mi hija.
-¿Quién?. Yulia entro sonriente detrás de ella un chico de cabello negro corto, casaca de cuero negra, pantalón jeans, vieron a Larissa e Iván
-te veré más tarde Timati. El sonrió abrazo a Yulia y se retiro.
- Adiós señora. Yulia cerró la puerta y miro a su madre e Iván extrañada. Iván se había quedado impresionado con lo bella que era Yulia. Llevaba una falda negra pegada corta, una top rojo, dejando ver su bien formado abdomen y sus piernas largas y unas zapatillas negras y sus impresionantes ojos azules iguales a los de su madre.
-Yuls, hija, ven quiero presentarte alguien. Se acerco a ella abrazándola, la tomo de la mano y la acerco a Iván. – El es Iván, recuerdas que te conté de él.
- Hola. Le tendió la mano, Iván sonrió y le saludo igual.
- Debo irme, ahora, pero mañana regresare. Dijo se acerco a la puerta, Larissa le siguió.
-Ya vengo hija. Cerró la puerta detrás de ella.
- Nos veremos mañana.
-Sí, ya lo dije, ten. Le dio un sobre blanco con dinero. – Esto te servirá para lo que necesites.
-Gracias Iván. Le sonrió. Bajo del departamento y miro a lo lejos las luces del departamento de Yulia.
-Yulia.
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- ¡Yulia!. Escuche la voz de un hombre nos volteamos y vi a Iván parado frente a nosotras con los brazos cruzados y la mirada de ira en sus ojos. Yulia tomo mi mano y bajamos del escenario.
- ¿Quién es ella?, ¿otra de tus conquistas?
- Nadie que te interese Iván. Empezó a caminar aun tomadas de la mano hacia afuera pero el tomo su brazo fuertemente la hizo para de golpe haciendo que volteara hacia él.
- Tenemos que hablar Yulia, ahora. la miraba amenazante, Yulia lo desafío con la mirada. Se soltó del brazo.
- Suéltame. Demando. Ambos se miraron, Yulia con desprecio e Iván con ira, tenía miedo de que le hiciera algo. En eso escuchamos como entraban 4 chicas y 2 chicos mirando la escena una de ellas era Annia que se acerco apresurada a donde estábamos.
- Iván, deja a Yulia, recuerda que hoy tiene 3 bailes y necesita estar tranquila. Iván no dejaba de ver a Yulia ni le soltaba el brazo y Annia, las demás chicas me miraron extrañadas.
- Iván. Este la soltó
- Sera mejor que no tardes Yulia, o te arrepentirás. Me miro de arriba hacia abajo.
- Vamos. Dijo Yulia y caminamos hacia la salida. La veía tensa, apretaba mi mano fuertemente, al salir se detuvo mirando hacia la nada.
- Yulia. Dije tratando de que me mirara.
Pero no lo hacía hasta que coloque mi mano en su mejilla suavemente y gire su rostro hacia mí, podía ver la rabia en sus ojos. Me vio y pude ver como su mirada cambiaba a una más dulce. Dejo mi mano y me abrazo.
-Lo siento Lena, quisiera poder haber sido diferente para ti, ser de tu clase. deberías alejarte de mí. Alejarme de ella, no, no podía, no ahora es que no lo vez estoy perdidamente enamorada de ti.
-Yulia no me pidas eso, no puedo dejarte, Sin poder evitarlo las lágrimas salían de mis ojos resbalando por mis mejillas. Yulia se alejo para verme al rostro, también la vi llorar.
- Te quiero Yulia, más de lo que podría creer, te necesito no me importa tu pasado, lo que fuiste o hiciste, me importa el presente, tu eres mi presente, por favor no me alejes de ti, si es Iván el que te preocupa, no estás sola yo estoy contigo lo resolveremos. Ella sonrió e ilumino la oscuridad y quito el miedo que sentía.
- Eres mi ángel. Nos besamos con necesidad, demostrando cuanto nos queríamos, cuanto nos necesitábamos. Nuestras lenguas ya se conocían y danzaban juntas al ritmo de nuestro corazón de nuestra necesidad de sentirnos. Al terminar el beso despacio nos miramos unos segundos. Annia salió del club y se acerco a nosotras llevaba una mochila.
- Yulia, ten, necesitaras esto. La miro y pude ver que todavía estaba con el traje con el que había bailado.
- Gracias Annia. La abrazo y pareció decirle algo al oído. Ella asintió con la cabeza y Yulia se acerco a mí.
- Ven aun tenemos algo de tiempo. Entro en una pequeña bodega del club se demoro unos minutos y salió cambiada, llevaba unos jeans gastados y una casaca roja de cuero su pelo suelto y un gorro gris y unos zapatos negros de taco bajo. Llevaba la mochila atrás.
Caminamos algunas cuadras tomadas de las manos y llegamos a un restaurante.
- Ven quiero que conozcas un lugar el cual iba de niña, es uno de los pequeños recuerdos buenos que tengo.
Entramos escuche una campanilla al entrar pudimos sentamos en el centro el lugar estaba algo lleno.
- Sentémonos aquí y pidamos un pastel de chocolate, son deliciosos.
- Bien. Sonreí al verla tan feliz. Esperamos que llegaran a atendernos. No dejaba de mirarla ni ella a mí, tomo mi mano suavemente, acariciaba mis dedos y yo los de ella, era maravilloso sentirla el mesero llego rompiendo la fantasía.
Carraspeo la garganta - Que van a ordenar. Soltamos nuestras manos
- Tráiganos 2 pasteles de chocolate y para la dama
- Un té. Dije
Y para mí un té verde. Se retiro con la orden, mientras Yulia me miraba.
- ¿Qué sucede? Pregunte
- Nada, solo, te vez hermosa. Hizo una amplia sonrisa. Me sonroje
- También tú. Tomo mis manos con las suyas entrelazándolas.
El chico volvió con nuestra orden nos miro extrañado, volvió a carraspear.
- Aquí tengo su pedido. No quería soltar su mano, me sentía bien el estar con ella, pero lo que había pasado con Iván me intrigaba, ¿la hubiera lastimado, si no llega Annia y los demás debía hacer algo para alejarla de él y del club?
- Déjelo en la mesa. dijo sin dejar de mirarme. El chico algo enojado dejo la orden en la mesa y se retiro.
- Lena, necesito mi mano o piensas comer todo eso tu sola. No pude aguantar la risa por su comentario alejando esa sensación de temor. Solté su mano. Hable toda la tarde le conté sobre mis amigos y mi familia, de la escuela, la universidad del porque quise ser Psicóloga, le hable de Sergey, le propuse que podría venir conmigo para conocerlo. Sin darnos cuenta se hizo tarde, pedimos la cuenta Yulia pago aunque quise hacerlo yo ella se negó. Caminamos tomadas de las manos nos sentamos en unas bancas de un parque mientras mirábamos el cielo.
Se acerco lentamente y sentí sus labios en los míos suavemente en un beso lleno de calidez, de ternura, Le correspondí ya no podía dejar de probarlos, era adicta a ellos. Continuamos el beso pero este se volvía más intenso, tomo mi cintura y yo rodee su cuello con mis brazos, necesitaba sentirla, su piel, sus caricias, la necesitaba me presionaba a ella sentía su cuerpo junto al mío, seguía besándome sentía sus manos quemarme tomaba su pelo revolviéndolo, gemía al sentir sus manos recorrerme la espalda, un escalofrió que iba desde mis pies hasta mi cuello, erizándome, meti mi mano en su espalda sentía su piel.
- Lena. Dijo entrecortado.
- Yulia. Ella se detuvo, se separo de mí, respirábamos agitadas. Deseábamos seguir queríamos seguir pero no era el momento aun no, acaricio mi mejilla y me dio un beso corto en los labios.
- Ahora debo irme.
- Te veré mañana. Dije esperanzada.
- SI, te llamare. Se levanto dándome su mano para ayudarme. Sonrió y dijo - Sabes, ya te extraño. Reí por su ocurrencia.
- también yo. Entre al auto y ella apoyo sus brazos cruzándolos en la ventanilla y apoyo su cabeza en ellos mirándome dulcemente. Como no podía quererla al verme así.
- Qué bueno que te gustara tu regalo, deseo darte muchos más. Me cerró el ojo. Sonreí
- Adiós mi Ángel, se alejo y me alzo la mano en despedida. Me puse en marcha hacia mi casa. Estaba volando en el mundo de Yulia, me encantaba lo dulce y tierna que era, lo apasionada y seductora que podía ser, encendiendo mis sentidos, sus besos sus caricias, lo cerca que estuvimos de pasar el limite, nunca había tenido sexo con los novios que había tenido siempre eran besos y caricias pero nunca habíamos llegado a mas, no había sentido el deseo de estar con ellos pero Yulia me invadía , me enloquecía me hacía sentir sensaciones que no había sentido, me hacia vibrar con solo su tacto. Si pasaba quería que fuera especial. Necesitaba estar segura.
- Llegue a casa, subí a mi cuarto sin hacer ruido y me acosté en la cama, mañana tenía que ir a la universidad saber algunas notas, sería el ultimo día, solo quedaban 4 días para ir a la casa de campo y quería pasar el mayor tiempo con ella. Ya no podía dejar de pensar mi vida sin Yulia, quería compartir todo con ella tenía el valor de decirle a todos que quería a una hermosa chica llamada Yulia Volkova, pero Iván, era un hombre de temer, debía hacer algo para alejarla de ese pasado, ¿pero qué?. No pude conciliar el sueño pensando en Yulia, en Iván, en un futuro incierto pero con ella.
Yulia entro al club se dirigía a los camerinos para arreglarse pero Iván la intercepto.
- Yulia. Yulia lo miro
- Espero estés preparada, tenemos una función privada y especial para un cliente, pagara bien, te quiere a ti.
- Sabes bien que yo no hago eso.
- Escúchame bien, tú haces lo que yo diga. La tomo de los hombros fuertemente. – Antes tal vez no lo permitiría cuando eras mi protegida pero ahora que no somos nada tendrás que hacerlo igual que las demás. A menos que quieras volver conmigo. La miro lascivamente, empezando a besar su cuello pero Yulia le dio en su entrepierna y él la soltó por el dolor.
- Jamás volveré contigo Iván sabes bien porque sigo aquí. Bailare solo eso. Empezó a dirigirse a los camerinos pero él la detuvo.
- Volverás a mi Yulia y será mejor que te alejes de esa pelirroja, Yulia se detuvo de golpe.
- No querrás que algo le pase a ella o a tu amiguita Annia y su engendro. Sonrió con malicia.
- No te metas con ellas Iván. Dijo apretando sus puños.
- Entonces ya sabes que hacer. Escucho como se alejaba.
Yulia sentía un mal presentimiento en su corazón, Iván era un hombre de temer solo pensar que podría hacerle algo a aquellas que le habían dado una nueva vida, pero más temía era que le pudiera hacer algo a su Ángel, su pelirroja.
-Lena. Dijo con tristeza.
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Jodido Destino
Fanfictiontú te negabas a amar pero llega alguien que te hace cambiar completamente, alguien que con solo ver te impacta y lo único que quieres ahora es estar con ella. Fanfic de autor desconocido