Capítulo 27: Una visita inesperada me da esperanzas

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- Señora Inessa. Dije sorprendida.

- ¿Puedo entrar? Respondió serenamente.

- Si por favor pase. Dije apartándome de la puerta. Inessa entro elegante como era, miro alrededor.

- Tome asiento, Dijo Mona

- Gracias, perdone parece que iban alguna parte.

- No se preocupe iremos después, perdone que le pregunte pero como llego aquí. Dije aun sin creerlo.

- Pregunte por la agente Mona, necesitaba hablar con usted Yulia, sabía que estaría aquí es sobre mi hija. Mona entendió la indirecta.

- Las dejare para que conversen, estaré afuera. Dijo y salió dejándome con Inessa y una lluvia de preguntas que tendría que contestar.

- Necesitaba preguntarte algo y que fueras sincera conmigo.

- Contestare a todas sus preguntas.

- ¿Amas a mi hija?. Dijo sin titubear con la mirada fija en mí, me intimidaba, se parecía tanto a Lena.

- La ame desde el primer día que la vi, la amo y no dejare de amarla, se que todo fue mi culpa jamás quise lastimarla debe creerme, la necesito para respirar, para seguir, es mi vida, haría lo que sea por ella por verla feliz.

- Incluso alejarte de ella si fuera necesario. La mire asustada trague saliva

- Si eso es necesario para que este bien...lo haría. Baje la mirada sabiendo que me lo pediría.

- ¿Como la conociste? . Espere unos segundos antes de contestar

- En el club donde trabajaba como bailarina, fue el día más maravilloso de mi vida.

- ¿Eres una bailarina?

- Si, bailarina de un club. Ella agito la cabeza de un lado a otro sin poder creer que Lena estuviera en un club.

- ¿Estaba sola?

- No estaba con sus amigos.

- Fue ese día que empezaron a salir.

- No, pasaron algunos días estaba discutiendo con Iván cuando la vi me acerque a ella y me llevo a casa, desde ese día nos hemos conocido, el amor surgió después fue muy rápido, yo...

- ¿Quién es Iván?.

- Iván era el dueño del club para el que trabajaba, pero el tenia un negocio de drogas y trata de blancas, jamás supe de eso hasta que fue tarde, créame que trate de alejar a Lena de todo, no quería que la lastimaran.

- Fue cuando creyó que la habías traicionado, lloro cada noche, no podía dormir, sabía que había escuchado tu nombre antes Yulia, ese nombre era el que repetía en sueños.

- Lo siento, la hice sufrir es mi culpa, debí alejarme de ella. Dije con dolor en el corazón.

- Si, debiste haberte alejado de ella, si dices amarla tanto.

- Nos amamos, lo que sentimos es más fuerte que nosotras, lo intente, alejarme de ella, los días sin ella fueron asfixiantes, no podía dormir, no podía dejar de pensar en ella, casi no comía, lo único que me mantenía era hacer pagar a Iván, no puedo explicar lo doloroso que fue estar sin ella. Dije mirándola fijamente.

- Igual para Lena.

- A veces la vida no se trata solo de amor, a veces debemos renunciar a lo que queremos para que pueda ser feliz, que paso luego de ese día en que se conocieron.

- Le conté todo lo que nos había pasado, mi vida con Iván, Annia, Vika, nuestra separación, los días en China, el regreso a Moscú, guardando algunos detalles lo dije todo. Ella me escucho atentamente todo lo que contaba, sin interrupciones a veces apretaba los puños, otras me miraba horrorizada. Después de algunas horas.

- Si vino para pedirme que la deje para que pueda ser feliz. Hice una pausa suspire. - lo haré, si me asegura que en verdad será feliz. Me vio fijamente cuando pronunciaba cada palabra.

- No es para lo que vine, quería mirar tus ojos y ver si era verdad que la amabas tanto como a ella te ama, ahora lo sé, se que eres sincera, que te sacrificaste por ella, la salvaste y el riesgo de que te descubrieran por ir a verla, vi el dolor en tu mirar al saber que mi hija estaba ciega. Hizo una pausa aguantando las lágrimas. – Las dos han sufrido mucho, en verdad se aman y merecen estar juntas, voy ayudarte a verla, pero debes prometerme algo. Sonreí emocionada

- Lo que quiera.

- No la dejaras, la amaras y la harás feliz.

- es lo que más quiero en la vida, lo prometo. Ella me abrazo cálidamente.

- Sergey quiere llevarla a la casa de campo, para que este lejos de todo unos días, enviara una enfermera para que la cuide, el no puede ir necesita finalizar algunas cosas aquí antes, así que yo la llevare, pero tu vendrás conmigo. Mi corazón se alegro infinitamente por sus palabras.

- Gracias, gracias. Tomando sus manos

- Aun debemos hablar sobre sus futuros, será difícil convencer a Sergey pero si ve que en verdad la amas y estas dispuesta a estar con ella a pesar de todo él lo aceptara.

- Estaré con ella siempre, la amo con todo mí ser.

- Te llamare cuando todo esté listo. Tu iras primero y nos esperaras en la casa de campo

- Bien lo hare. Inessa me dio la dirección le di el numero de mi teléfono, así quedamos, recuerdo que Lena me hablo de la casa de campo. Después de despedirse se marcho, Mona entro

- ¿Todo bien?.

- Maravillosamente bien, podre ver a Lena, Inessa me ayudara. Abrace la dirección escrita en una nota de papel dando vueltas

- estas totalmente loca. Reía

- Si loca por Lena, Mi Lena.

- Tengo algo que te alegrara mucho más. La mire incrédula

- Es de Annia y Vika

- Annia y Vika. Dije dibujando una gran sonrisa.

- Se pudieron contactar con ellas, te enviaron una carta. No podía estar más feliz. Mona me la dio.

- Parece que las cosas van mejorando. Sonrió y se marcho a su habitación. Abrí la carta y reconocí la letra de Annia.

"querida Yulia, estoy tan feliz de saber que estas bien, rece cada día para que estuvieras a salvo, hace dos días me contactaran y pude enviarte esta carta, estamos bien, Vika te extraña demasiado al igual que yo, pero ahora está mejor tiene amigos en la nueva escuela, siempre pregunta por ti.
Me contaron lo de Lena, espero que este bien, y puedan estar juntas, se lo merecen ser felices, cuando Iván y todo esa gente este en la cárcel iré a visitarte con Vika.
Te quiero mucho Yulia.
Cuídate se feliz y gracias."

Llore de alegría Annia estaba bien, y la pequeña Vika las extrañaba tanto, pero la esperanza de que volvería a verlas me reconfortaba.

- Gracias Mona!!. Grite para que saliera de la habitación.

- Me alegra de que las cosas estén mejorando.

- Ya quiero ver a Lena.

- Tranquila Volkova, ve a dormir mañana será un gran día para ti. Sonrió.

- Si.

Esa noche después de tanto pude soñar con Lena, feliz abrazándola sintiendo sus besos, reír, Annia y Vika estaban con nosotras felices.
Al amanecer espere impaciente la llamada, tardo más de lo esperado pero llamo diciendo que debía estar en la cabaña a las 16 horas. Me alegro, espere que el tiempo pasara rápidamente los minutos eran una eternidad para mi, solo quería verla estar con ella. Salimos del departamento rumbo a la casa de campo de Lena, Mona me llevaba, estaba muy ansiosa, miraba por la ventanilla, las ganas de ver a Lena me extasiaba, no podía dejar de sonreír como una tonta enamorada.

- Ya deja de sonreír me estas asustando. Dijo seria Mona haciéndome Reír

- Lo siento es que no puedo evitarlo.

- Lo sé Yulia, pero recuerda que debes dejarla descansar. Dijo picara, me sonroje

- Voy a cuidarla Mona.

- Si claro. Rió, haciendo que rodara los ojos y volviera a ver por la ventanilla, el lugar era hermosa cuando llegamos, tranquilo solo el sonido de algunos pájaros, el sonido del viento soplar agitando a las hojas de los arboles. Nos detuvimos y salimos del auto

- Bien aquí estamos. Dijo Mona bajando para ver el lugar. La casa estaba cercada con una muralla de piedra y un gran portón de madera tallada. Al lado un letrero Residencia Katin.

- Es muy hermosa. Dije observando el lugar.

- Es cierto, aquí Lena estará lejos de todo lo que ocurra en Moscú, el juicio será en 2 días, deberás regresar. Me miro algo triste.

- Lo haré Mona, nadie más que yo quiere a Iván en la cárcel.

- Bien ahora que esperamos que llegue la señora Inessa.

- Creo que si, dijo que llamaría cuando estuvieran llegando. Mona suspiro y se apoyo en la pared de piedra con los brazos cruzados y su pie apoyado en la muralla. Después de una hora ya empezaba a impacientarme, creo que había contado 2032 pájaros, 30120 árboles, 5001 bufidos y suspiros de Mona.

- Yulia creo que no vendrán seguro algo paso.

- Vendrá Mona. Dije cansada, cuando escuche el celular sonar, rápidamente busque en el bolsillo

- Alo, si soy yo, claro la estoy esperando, bien, adiós.

- que paso. Dijo Mona al borde del colapso nervioso

- Tranquila, están llegando. Mi corazón dio saltos muy fuertes, Lena está llegando eso me hizo olvidar el tiempo que paso.

- Qué bueno, ya pensaba que iba a echar raíces aquí.

- Cállate. Reclame. Vimos el auto de Inessa llegar, ella bajo primero para poder abrir la puerta de atrás y bajar a Lena,

- Lena!!!!!! Dije sin poder contenerme y corrí a ella

- Yulia????

- Soy yo mi ángel. Ella sonrió y mi alma se ilumino, abrió los brazos para que la abrazara y lo hice, un abrazo que necesitaba como necesitas respirar, como necesitas sentir el día, la alegría.

- Te extrañe creía que no te volvería a ver.

- Estoy aquí mi amor. Acaricie su mejilla mientras ella me sonreía feliz.

- Cof, cof. Escuche a Inessa.

- Lo siento, señora katina.

- Está bien, dime Inessa, no sabía que eran tan cursis. Rio

- Mama!!!. Reclamo Lena.

- Entremos es tarde, mañana llegaran las cosas y la enfermera a verte.

- Sí.

- Yo la ayudo. Dije tomando suavemente el brazo de Lena para que se apoyara en mí.

- Gracias. Dijo cortésmente Lena y caminamos hacia la entrada, el portón se abrió y pude ver lo impresionante y hermosa que era la casa de campo de Lena, varias hectáreas de vegetación, un lago rodeaba la propiedad, y su casa simplemente era maravillosa, grandes ventanales, de madera. Entramos despacio no quería que Lena tropezara le indicaba cada paso y lo que había al darlo.

- Una piedra, cuidado, a la derecha, un arbusto, a la izquierda, espera, una grada, pie derecho primero, despacio.

- Creo que estas exagerando amor.

- Nada de eso no quiero que te caigas y te lastimes. Entramos al living. Senté a Lena en el sillón de madera color caoba con cojines verdes. Inessa ordeno algunas cosas en la cocina, me indico otras mientras Lena escuchaba sentada en el sillón.

- No quisiera pero debo dejarlas, mañana vendré temprano, ahora tengo algunas que hacer.

- Tranquila mama, Yulia me cuidara, ya la viste. Sonrió

- Si la vi, Mona te quedaras?.

- Ah, lo siento pero tampoco puedo quedarme debo hacer algunas cosas en mi oficina, preparar algunas declaraciones para el juicio.

- No creo que debamos dejarlas solas. Dijo Inessa preocupada

- estaré bien mama, créeme estaremos bien y Yulia me cuidara, verdad amor.

- Ah, sí claro yo la cuidare, lo prometo.

- Bien. Se acerco a mí abrazándome y me susurro al oído. – Ten cuidado con esas manos Yulia, promete que las mantendrás lejos de Lena, al menos por hoy.

- Lo prometo. Dije no quería que Inessa desconfiara de mi.

- Adiós hija y cualquier cosa llamas.

- Lo haré mama.

- Adiós Volkova, y ya sabes tus manos lejos. Sonreí fingidamente y Lena alzo la ceja.

- La habitación de Lena esta al terminar aquel pasillo a la derecha y el tuyo a la izquierda, les deje comida y desayuno en la cocina, Lena te indicara. Inessa salió con Mona, se despido desde la puerta. Entre y vi a Lena sentada, me recosté en el marco contemplándola unos segundos, estaba con ella, era un sueño después de todo lo que había pasado, disfrutaría cada instante cada segundo con ella la cuidaría, la amaría no quería separarme de ella nunca más quiero vivir contigo Lena quiero que seas lo primero que veas y lo último.

- ¿Mantendrás tus manos lejos de mi?. Dijo inocentemente mirando hacia la puerta que daba al lago, volteo lentamente como si supiera que estaba en la puerta observándola.

Jodido DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora