Capítulo 26: Jodido Destino

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aquí un poco más de esta historia, disfruten y tengo que decirles que ya está por terminar.


Abrí la puerta lentamente y vi a Lena sentada en la cama, miraba al infinito perdida. La miraba fue como si la vida me volviera, sus ojos me daban vida.

-¿Yulia?, ¿eres tú?, ven acércate. Vi como estiro sus brazos y prácticamente corrí hacia ellos la abrace efusivamente y emocionada.

-Lena, despertaste. Con lágrimas en los ojos.

-Yulia, mi Yulia, estas aquí, te veía en sueños, te llamaba, tenía miedo de que te hubiera pasado algo. Sonreí

- Estoy aquí, aun en este estado te preocupas por mí, te amo Lena, creí que te perdería. Bese cada parte de su bello rostro, su frente, sus ojos, su nariz, sus mejillas y le di un necesitado beso en los labios, sonrió, nos separamos y ella me abrazo fuerte hasta que se quejo de dolor en su costado, me aparte asustada.

-¿Estás bien?.

-Sí. Tomo mi mano, era tan cálida.

-Prometí que no te dejaría sola, pude escuchar lo que dijiste, Amor no tienes la culpa de nada, quiero estar contigo porque te amo, no me arrepiento de conocerte, dijiste que te había salvado, pero la verdad es que tú me salvaste, después de lo que le paso a mi hermano creí que el amor no existía, que no seria para mi, tú me enseñaste que si existe, que tú eras el amor de mi vida, agradezco haberte encontrado en mi vida, te necesito, no voy a dejarte, te amo. Sonreí, me sentía tan feliz, que las palabras no serian suficientes para explicarlo.

- Parece que el destino se empeñara en juntarnos, te amo tanto mi ángel, no voy a dejarte nunca. Acariciando su mejilla. -pero porque preguntaste si era yo, no me veías. Lena aparto su rostro, bajando la mirada apretó las sabanas conteniéndose me asusto.

-¿Lena?.

- Yulia me amarías a pesar de todo.

-Claro que sí, no puedo estar sin ti, te amo más que a mi vida. La miraba algo nerviosa, las lágrimas asomaron en sus ojos.

- Estoy ciega. Dijo y me paralice, un escalofrió recorrió mi cuerpo.

-Lena, no puede ser.

-El golpe en mi cabeza fue muy fuerte no saben si volveré a ver, solo distingo sombras todo está en una capa densa de neblina, el doctor dice que debemos ser pacientes y esperar. Puso sus manos en su rostro llorando. Me subí a la cama para abrazarla y ella me abrazo fuertemente.

-No llores mi ángel, todo saldrá bien, no voy a dejarte, te amo. Me recosté con ella y coloque su cabeza en mi pecho mientras lloraba.

-Tengo miedo. Cerrando fuerte sus parpados

- SShhhh, descansa todo saldrá bien.

- No me dejes.

- No voy hacerlo, estaré aquí contigo siempre. Quedamos así por minutos hasta que Lena durmió en mis brazos mientras acariciaba su pelo, sentía miedo también, debía ser fuerte por ella por lo que vendría ahora, respire profundo y deje suavemente su cabeza en la almohada, la tape con la manta, le di un beso en la frente y salí de la habitación dejándola descansar. Sergey, Inessa y Mona esperaban.

-Yulia. Dijo Mona preocupada, me acerque a la silla sentándome abatida sin contenerme más llore desconsoladamente. Amargamente, tenia rabia, dolor, porque, porque ella. Mona me abrazo

-Yulia lo siento. Dijo abrazándome.

-Esta ciega Mona, esta ciega. Dije desesperada.

-Vamos debemos irnos. Dijo Mona

-No quiero dejarla sola. Sergey se acerco a mí

-Esto es su culpa, mi hija ciega, espero que la lleven a la cárcel junto a esos malditos. Dijo exasperado Inessa lloraba desconsoladamente mientras el médico la apoyaba.

-Daria mi vida porque su hija estuviera bien, lo siento. Dije agotada, no quería seguir peleando.

-Vamos Yulia. Mona me ayudo a levantarme para llevarme a casa.
La noche fue larga, no podía dormir dando vueltas en la cama, las pesadillas de Lena en la van, sus ojos ya no verían, era un castigo estaba pagando algo pero porque ella, porque los que me quieren deben sufrir ese pensamiento me pasaba por la cabeza retumbándola.

- NOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!. Grite levantándome estaba empapada en sudor, agitada, Mona entro apresuradamente.

-Yulia, tranquila. Abrazándome, no sé cuanto había llorado los ojos me dolían y ardían, ya no tenía más lagrimas que derramar, el dolor en mi pecho me asfixiaba

- Debo ser fuerte, debo ser fuerte por ella.

- Yulia, ella estará bien, todo saldrá bien. Me recostó tapándome. No quería cerrar los ojos tenía miedo de esas pesadillas, quería que amaneciera y ver a Lena. Mona se quedo haciendo vigilia al lado de mi cama.


La luz del día alumbro la habitación, Desperté intranquila la noche no había sido muy buena para mi, sentía dolor en todo su cuerpo, la cabeza era un caos, abrí los ojos todo estaba nublado como si una niebla ocultara todo a mi alrededor, solo distinguí figuras borrosas. Escuche alguien acercarse.

- Como se siente hoy señorita Katina, soy Oksana su enfermera. Dijo una voz amable de mujer.

- Como si una van me hubiera caído encima, 300 tambores tocando en mi cabeza y alguien hubiera apagado las luces para que no pudiera ver.

- Está de buen humor eso es bueno.

- Quiero ir a casa, ¿cuándo podre irme?.

- Debemos hacer algunas pruebas más lo importante es que esta consiente, creímos que...

- Moriría. Dije completando la frase fastidiada

- Fue muy afortunada de sobrevivir, la joven que la trajo le salvo la vida.

- Yulia, quiero verla, ¿dónde está?, ¿está bien?.

- Ella parecía bien de salud pero... Cayo un momento

- ¿Pero qué?. Dije preocupada

- Descanse ahora después podrá ver a sus padres están muy ansiosos de verla.

- Espere que paso con Yulia. La puerta se abrió y una figura se acerco a nosotras.

- Hola Lena, como esta hoy.

- Estoy bien doctor Ivanov.

- Puedes decirme Misha.

- Quiero irme a casa.

- Ayer estabas muy alterada te hare algunas pruebas si son satisfactorias podrás ir a casa, de acuerdo.

- Bien. Sentí como abría mis parpados uno primero luego el otro, pinchazos en el brazo.

- Tienes algún dolor intenso en algún lado de tu cuerpo.

- Me duele todo el cuerpo y la cabeza me retumba.

- Es por el golpe, al igual que la cabeza, te daré algunas pastillas para eso. podrás salir en cuanto tenga los resultados. Tu padre quiere verte, lo dejare entrar algunos minutos pero después debes descansar.

- Si, gracias.

- Es mi trabajo. Sentí la puerta abrirse, salir y entrar a alguien, sabía que era papa.

- Papa. Dije emocionada.

- Hija, mi pequeña Lenita, princesa. Me abrazo se agito estaba llorando.

- Papa, no llores todo estará bien.

- Perdóname hija por no estar cuando me necesitabas, te quiero mi niña.

- También te quiero papa.

- ¿Qué paso?, que fue lo que te hicieron. Sentía sus manos acariciar mi cabello como lo hacía cuando estaba asustada de niña.

- Hay mucho que debo contarte, no quiero hacerlo aquí, quiero ir a casa.

- Lo harás, me encargare de que salgas lo mas pronto si todo está bien, contrataremos enfermeras para que te cuiden, no dejare que nada te pase, no volverás a ver a esa mujer otra vez.

- Mujer, te refieres a Yulia.

- Hija se que ella te metió en todo esto, pero no te preocupes me encargare de que vaya a la cárcel al igual que esos hombres.

- No papa, no lo hagas, ella...es...la... mujer...que...AMO. Sergey la miro con los ojos muy abiertos sorprendido.

- Que!!!!!!!, de que estás hablando.

- Papa la amo, y ella a mí, fui Iván él es el culpable de que este aquí. Sergey se levanto nervioso estaba pálido, temblando

- NO...NO eso no es cierto, no puedes sentir eso por ella, el golpe en la cabeza te está afectando.

- Papa escúchame ella.

- Cállate!!!, no vas a volver a verla se acabo. Sergey salió de la habitación cabreado.

- Papa, papa!!!!!!!!! . Inessa entro y me vio alterada quería levantarme tenía que explicarle

- Pero que haces Elena Katina. Dijo acercándose a mí para volverme a la cama

- Mama, debo explicarle a papa, Yulia no tiene la culpa de nada, mama. Las lágrimas salían a chorros por mis ojos.

- Tranquila hija, es ella verdad por la que llorabas en casa,

- Si, mama la amo, por favor no me juzgues, la necesito pero a ustedes también.

- Hija. Me abrazo reconfortándome.

- Si no la veo moriré.

- No digas eso, la veras, tranquila, ahora descansa, pronto saldrás.
Los sedantes empezaban a surtir efecto, caí en la cama agotada.

- Yulia, Yulia. Me quede dormida.

Volví a despertar alterada como si Lena me llamara.

- Lena, Lena. Vi a Mona dormir en la silla

- Despierta Mona debo ir a ver a Lena, me necesita.

- De que hablas, no podemos ir los periodistas recuerdas.

- No me importa, me pondré lo que quieras, necesito verla.

- Yulia, será mejor que te tranquilices...pero qué diablos haces. Iba sacando ropa de los cajones y dejándola en la cama, buscaba zapatos, entre en la ducha con el agua fría mientras me sacaba la ropa.

- Voy a ir a verla con o sin tu ayuda Mona.

- Su padre te odia, seguro a dado órdenes para que te saquen apenas te vean, por un demonio Yulia estas poniendo toda la investigación y el juicio en peligro al igual que a ella, que no lo vez, eres una testigo importante en el juicio, hay muchos corruptos que necesitan a Iván fuera, tu eres clave para que se pudra en la cárcel al igual que los otros, además no sabemos quién puede reconocerte y llegarían Lena, que también puede estar en peligro eso quieres. Yulia, Yulia me oyes. Salí del baño duchada, muy despierta al sentiré el agua fría. Me vestí frente a ella.

- No dejare que me vean, Mona, no permitiré que le hagan daño. Mona se sorprendió viéndome tan serena pero se quedo de una pieza cundo me saque la toalla dejándola en el piso, estaba anonadada al verme desnuda cambiándome frente a ella. La mire unos segundos.

- Mona!!! , concéntrate, ¿me ayudaras?

- Yo...si...lo... hare. Trago saliva y agito su cabeza.

- Gracias vamos. Estaba ya vestida, tome su mano para salir del apartamento, me puse un gorro, abrigo al abrir la puerta me paralice al igual que Mona.

- Hola Yulia, podemos hablar.

Jodido DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora