Al día siguiente me desperté y desayuné , tenía que aprovechar ese día al máximo. Iba a ser mi último día en la cabaña, hasta el verano, claro. Como mañana nos íbamos me puse a hacer las maletas. Eché toda la ropa que tenía y todo lo que pudiera necesitar. Mi habitación quedó casi vacía, pero bueno, no había más remedio. Cuando preparé todo me salí afuera y me puse a dibujar lo que veía desde la cabaña.
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Más o menos me quedó así y ahora iba a pintarlo con colores vivos. Luego, en mi habitación, me detuve a pensar las cosas que había vivido en la cabaña. Cuando jugaba con mi madre a las cocinitas, cuando no podía dormir y me cantaba una nana, cuando jugábamos todos al parchís, la cena de Navidad también con mis primos y abuelos... Esos son mis más buenos recuerdos hasta que al tener los 6 años murió mi madre y ahí todo cambió... Mi padre y yo estábamos muy tristes y apenas hablábamos . Y a partir de ahí está muy atareado con su trabajo y apenas tiene tiempo para mí. Y ahora la mudanza, nuevo colegio... Ahora todo será aún peor... De eso estoy segura.
