Capítulo 28: Hacia el hospital

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Me encontraba en un rincón de la calle, acorralada, y los matones del día anterior se acercaban a mí, con una sonrisa macabra surcando sus rostros. Lo peor es que no estaba sentada en mi silla de ruedas, sino en el suelo, y no sabía cómo levantarme. Lo intentaba, pero no podía. Se acercaban cada vez más, y no sabía qué hacer. De repente llegó el chico rubio que me salvó ayer, y me embargó un sentimiento de esperanza. Pero luego, vi con horror cómo sacaba un cuchillo de su bolsillo trasero y venía a por mí. Los matones ya no estaban. Me miró de manera amenazadora y me clavó varias puñaladas en las costillas. Lo último que recuerdo era su risa fría resonando en el callejón.
Un rayo de sol me iluminó el rostro. Me desperté sobresaltada con una gota de sudor chorreando en la frente. Me incorporé y noté un intenso dolor en las costillas, había sido todo tan real. Decidí alejar esos horribles pensamientos de mi cabeza y me preparé para bajar a desayunar. En el comedor del hotel me encontré a Coral y a Sofía hablando animadamente. Todavía no les conté lo que había pasado ayer, pero no quise interrumpirlas, así que en todo el desayuno no dije una palabra. Pensé en el chico rubio. Ahora que lo pienso no sé ni su nombre. ¿Me lo volvería a encontrar?, pensé angustiada. Creo que nunca antes Cupido me había visitado con tanta intensidad. De repente,Sofía me sacó de mis pensamientos:
-¿Clara, qué te pasa? No has hablado desde ayer.
-¿Qué os parece si vamos al parque de enfrente?- sugerí.
Así podría contarles lo de ayer y ver si el chico misterioso estaba por allí. Me miraron dubitativas y nos fuimos al parque.

Se sentaron en un banco y les conté lo que pasó por la tarde mientras ellas no estaban

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Se sentaron en un banco y les conté lo que pasó por la tarde mientras ellas no estaban.
-¿Y ahora no los cuentas?- dijo Sofía enfadada.
-Si no es por ese chico no sé cómo estarías ahora.-dijo Coral preocupada.
Busqué con la mirada a ese chico que sólo ocupaba mi mente desde ayer. De repente vislumbré una melena rubia y me ilusioné. Miré con más atención y me frustré, sólo era un niño pequeño. Seguí buscando con la mirada.
-¿Clara?
-¿Estás buscando a ese chico verdad?- dijo Sofi riéndose.
-Es que mañana nos vamos y todavía no sé ni su nombre.- dije decepcionada.
-Ya verás que seguro nos lo encontramos.- dijo Sofía intentando animarme.
-Y a ver si así tienes tu primer novio.- dijo Coral con tono de burla.
-Ni siquiera sabéis si me gusta.- dije sonrojada mirando al suelo.
-No se nota.- dijeron al unísono. Luego estallamos en carcajadas.
-Por cierto Clara, ¿estás preparada para esta tarde?- preguntó Sofi.
-¿Esta tarde? ¿Qué pasa esta tarde pregunté confusa.
Sofía se llevó una mano a la cara.
-Clara esta tarde te van a hacer lo de la estimulación eléctrica epidural. ¿No te acuerdas?
Me puse pálida,definitivamente el chico misterioso me había cegado por completo.
-Después de comer iremos al hospital de Bangkok, el único que puede hacer ese tratamiento y a ver qué pueden hacer. El problema es el dinero, pero creo que tenemos ahorrado más que suficiente.
-También tenemos que decírselo a Pepe, para que nos lleve. ¿Creéis que nos dejará?- dijo Coral.
-Seguro que sí, Pepe siempre me ha apoyado en todo y con él se puede hablar muy tranquilamente.- dije.
En la comida le contamos a Pepe nuestro plan, desde lo del libro del abuelo de Emily hasta ahora. Cuando acabamos por poco se atraganta con el café.
-¿Por eso queríais venir hasta aquí?- dice impresionado. Clara, deberías de habérselo dicho a tu padre, es un tema serio.- dice sereno mirándome a los ojos.
-Pero él no me hace caso. Desde que se murió mamá sólo está obsesionado con su trabajo y con él mismo. Mamá sabía que había una cura para esto, me acuerdo de haberlo escuchado, y él en vez de intentarlo sólo se preocupa por él mismo. No quiso ni venirse aquí conmigo, le doy igual. Así que si él piensa que voy a estar así para siempre, la respuesta es no. Y si no quiere ayudarme, que es lo que demuestra, yo haré lo que sea para no quedarme así.- dije enfadada y serena a la vez.
-¿Quieres ayudarme a conseguirlo? ¿Me llevarás hasta allí?- dije en tono de súplica.
Pensó durante un instante, y al final se dejó vencer.
-Bueno, vale. Pero prométeme que cuando volvamos le contarás esto a tu padre.
-Te lo prometo.- dije sonriendo.
Cuando acabamos de comer subí a la habitación, cogí mi cuaderno de dibujo y me puse a dibujar. Era la manera que más me relajaba, y ahora lo necesitaba más que nunca. Las preguntas que rondaban mi cabeza eran: ¿Recuperaría, aunque sea, algo de movilidad? ¿Podría algún día dar, al menos, un paso? ¿Tanto esfuerzo habría servido para algo? Hinqué el lápiz con fuerza en el papel y seguí dibujando durante un rato. De repente, Pepe llamó a mi puerta.
-Clara ya nos vamos, ¿estás preparada?
-Sí.- dije guardando nerviosa el cuaderno.
Me llevó hasta la recepción del hotel. Coral y Sofía me ayudaron a subir al taxi y los cuatro nos encaminamos hacia el Bangkok Hospital.

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Hola ¿qué tal estáis?😊 Lo siento por no actualizar tan seguido, intentaré no tardar tanto.😅 ¿Os está gustando la historia? ¿Alguna sugerencia? Muchas gracias por leer mi historia😊💙 Votad y comentad😉⭐💬

El sueño de ClaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora