Capítulo 14: La última oportunidad

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Se acercaban las vacaciones de verano y por lo tanto los exámenes finales, así que teníamos mucho que estudiar. Y como no, morsa estaba con sus típicas charlas.
- Bla, bla bla... tenéis que estudiar...
En resumen., decía lo mismo de siempre . De pronto, dijo algo que  sí me interesó más.
- Y el último día de colegio, por la noche, habrá un baile de fin de curso en el patio, con música y todo eso. Para organizarnos mejor, tendréis que tener una pareja de baile y los que bailen mejor ganarán un premio.
En el recreo:
-Habéis oído,¡ tendremos que tener una pareja! -dije yo. Esas cosas me parecen una locura.
-¡Qué dices! ¡Pero si es súper romántico! Yo esperaré a que alguien me lo pida-dijo Coral .
-A mí esas cosas me dan igual, también dejaré que me lo pidan- dijo Sofía.
-Y a mí, total yo no puedo bailar- dije.
-Yo iré al centro comercial y me compraré un... - decía Coral muy entusiasmada.
-Pero no pienses en eso si todavía nos queda 1 semana con todos los exámenes finales. -dijo Sofi.
-Eso es verdad. Mi padre no me dejará ir si suspendo el final de mates, porque como el anterior lo suspendí pues... Además, ¡no me entero de nada! Seguramente no podré ir. -dije desilusionada. Al acabar el recreo, Coral y Sofi me acompañaron a la clase de música, y le contamos que Pablo y Paula fueron los culpables de mi actuación. Ella asintió, se disculpó por lo ocurrido en la actuación y aseguró que más adelante les pondría un castigo. Ya Pablo no me gustaba, las apariencias no lo son todo y pasó a ser, junto con Paula, de los que me caían peor.
A la salida...
Estaba yo acercándome al portón como podía porque estaba súper cansada, y tener que estar moviendo las ruedas con las manos... Bueno, el caso es que por  detrás Pedro se acercaba corriendo.
-¡Clara, espera!- dice jadeando.
-¿Qué pasa,Pedro?- pregunté extrañada.
-Es que... bueno... quería pedirte que si querías  ser mi pareja de baile- me dijo, mirando al suelo.
- Pedro, ¿sabes que yo no puedo bailar verdad? ¿O es que no lo ves? - dije un poco triste.
- ?Ah, es verdad! Em.. lo siento, yo no quería...
-No pasa nada, ya estoy acostumbrada- dije poniendo los ojos en blanco.
-Mejor para mí si no bailo, total, bailo como un pato mareado. -dijo riéndose. Bueno... ¿entonces, te gustaría ir conmigo? -preguntó nervioso.
-Emm... sí, claro. Aunque si suspendo el examen de mates no me dejarán ir, además no me entero de nada- dije.
-No te preocupes, yo te puedo ayudar en lo que quieras. Si quieres todas las tardes de esta semana puedes venir a mi casa 1 hora y yo te ayudo encantado. Como si fuera tu profesor particular. -dijo Pedro.
-Vale, seguro que así podré ir al baile contigo.
- ¿Entonces, vendrás conmigo? -preguntó de nuevo, ilusionado.
-Si apruebo sí- dije.
-Bueno, pues te espero esta tarde de 5 a 6, ¡adiós! -y se fue corriendo nuevamente.
Esa semana, cada tarde durante 1 hora me iba a la casa de Pedro a estudiar mates, y él me explicaba lo que no entendía. Ahora lo veía todo mucho más claro, así que seguro que aprobaría el examen.
El día del examen...
Nos estaban repartiendo el examen y yo estaba muy nerviosa, me temblaba todo, era mi última oportunidad para ir al baile con mis amigas y con Pedro. Además quedaría muy mal delante de Pedro si no aprobaba. Me había estado ayudando todas las tardes durante 1 semana y le había hecho perder el tiempo. Me lo entregaron, los ejercicios no eran muy díficiles, eran los que había estado repasando con Pedro. Me salió mejor de lo que creía, pero todavía no estaba segura de si habría aprobado, y de si podría ir al baile. Todo dependía de ese maldito examen...

El sueño de ClaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora