Al día siguiente me desperté sin muchos ánimos y bajé a desayunar. Me sorprendió ver a mi padre sentado a la mesa comiendo unas tostadas.
-¿Papá? ¿Qué haces aquí?
-Hola Clara. Me han dado unos días libres, así que hoy no tengo que ir a trabajar.
-Pero, ¿por qué estás tan ocupado con tu trabajo?
- Es lo malo de ser policía municipal, tienes que estar alerta y cuando menos te lo esperas tienes que arrestar a alguien, eso si no te ponen turnos de guardia. Por eso estoy de aquí para allá todo el día.
Justo en ese momento llegaron Sofía y Coral.
-¿Estamos interrumpiendo algo?- preguntaron incómodas.
-No, tranquilas, pasad.
Sofía y Coral se sentaron a la mesa y se produjo un silencio incómodo. Por suerte, mi padre rompió el hielo dando un grito de sorpresa.
-¡Anda se me olvidaba!
-¿El qué?- pregunté.
- Ayer me regalaron un viaje a Tailandia que incluye comida, alojamiento y...
Me atraganté con la tostada y le interrumpí:
-¿Adónde has dicho?- dije intentando que sonara en plan casual.
-A Tailandia.- dijo mirándome confundido.
Sofía, Coral y yo nos miramos perplejas.
-¿Para cuántas personas es?
-Para 4.
Me alegré mucho puesto que podría ir a un viaje con mi padre y con mis amigas, y encima podría recibir un tratamiento específico para mi parálisis.
-Lo malo es que es mañana.- dijo mi padre.
-¿Mañana?- dijo Coral hablando por primera vez.- ¡Oh no! ¡No me va a dar tiempo a planificar un conjunto para cada día!- dijo alarmada subiendo a la habitación y dejando su desayuno a medias.
Me hubiera echado a reír si no fuera por la expresión de mi padre, que daba a entender que no todo eran buenas noticias. Sofía, interpretando que necesitábamos tener una conversación a solas, siguió a Coral escaleras arriba.
-Clara... no voy a poder ir al viaje. Pepe os acompañará.
Lo que acababa de decir me dejó sin palabras.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Clara, tienes que entender que he estado muy atareado y que quiero descansar.
-Pero, ¡si podrás descansar! Donde descansar mejor que en Tailandia.- dije elevando la voz.
-Clara, los policías sólo tenemos una semana de vacaciones y me apetece pasarlas aquí, tienes que entenderlo.- dijo con calma.
-Pero... no vamos juntos de viaje desde que mamá...- se me quebró la voz.
Sin darle oportunidad de responder llamé a Pepe para que me subiera a mi habitación. Sofía y Coral estaban haciendo las maletas y, enfurruñada, me dispuse a hacer lo mismo.
A la mañana siguiente...
Llegamos al aeropuerto de León a las siete menos veinte, parecíamos espíritus vivientes y aún peor, el vuelo duraba doce largas horas. Aun así, estaba feliz, puesto que tal vez, gracias a ese tratamiento, podría recuperar algo de movilidad. Una vez en el avión, miré hacia el horizonte, estábamos volando entre las nubes y un sol esperanzador me iluminó la cara, dando una señal esperanzadora de cumplir mi sueño.
Doce horas después...
Me desperté justo en el momento en el que el avión aterrizaba con una fuerte sacudida. Pobre Sofía,- pensé- a pesar de tener fobia a los aviones, ha decidido acompañarme hasta aquí para prestarme su ayuda. Al bajar del avión, (me tuvieron que ayudar), me reuní con Sofía y Coral mientras Pepe recogía el equipaje.
-¿Cómo os ha ido el viaje?- pregunté mirando a una Sofía muy pálida.
-Bueno... el aterrizaje no muy bien,pero al menos me he entretenido con unas revistas.
-Yo me he echado la siesta más larga de mi vida, jajaja.- dice Coral riéndose.
-Y yo jaja.- dije riéndome.
Miré cómo atardecía en ese maravilloso país y una sonrisa surcó mi rostro.
****************
Muchas gracias por leer mi historia, no olvidéis votar y comentar.😉
Me gustaría dedicar este capítulo a todas las personas que leéis mi historia, muchas gracias por vuestro apoyo💙. Pero sobre todo me gustaría agradecerles su incansable apoyo a coralpuertas y a ladylunatica-black .
ESTÁS LEYENDO
El sueño de Clara
De TodoMe llamo Clara y soy una niña en silla de ruedas. Los médicos me dijeron que no podría volver a andar, pero yo sí lo creo.