PECADOR / Jaime Lannister

Capítulo 2 / LA MISIÓN

Laila tenía pesadillas de lo que había pasado en Tierra de Tormentas. Ver el asesinato de Renly Baratheon era una pesadilla por sí solo, pero ser perseguida en sus sueños no era algo que ella deseara. Él había muerto a manos de una... sombra, suponía ella. No era real; parecía falso. Pero Renly Baratheon seguía muerto, y había murto por algún tipo de magia, si es que Laila creía en eso.

Laila acostumbraba a no involucrarse en cosas de reyes. Por supuesto, ella apoyaba al hijo de su lady como Rey en el Norte, pero la batalla sobre qué otro rey debería ocupar el Trono de Hierro era exhaustiva. Aun así, creía que Renly Baratheon era bueno. Habría sido un buen Rey. Por lo que había oído del actual Rey Joffrey, cualquiera sería un rey mejor que él.

Estaba sentada en la tienda de las criadas, escuchándolas cuchichear juntas, sentadas en un círculo. Laila estaba en su sitio en una esquina, mirando sus uñas agrietadas. Lentamente, el parloteo paró. Laila levantó la vista, y se dio cuenta que las otras criadas hacían lo mismo. Todos sus ojos se encontraron al oír gritos desde fuera.

Antes de que alguien pudiera preguntar, los gritos se hicieron más entendibles: "¡MATAD AL MATAREYES! ¡JUSTICIA PARA LOS KARSTARKS!"

Las criadas se movieron con miedo para salir de la tienda de campaña. Se quedaron de pie justo fuera, mirando la escena frente a ellas. Laila lentamente salió de la tienda, sus ojos ajustándose a la luz. Levantó una mano sobre sus ojos intentando ver mejor, pero no funcionó. "¡JUSTICIA PARA LOS KARSTARKS!" los gritos siguieron, y Laila empujo hacia delante intentando tener una mejor vista.

En toda su gloria sangrante, Jaime Lannister estaba siendo llevado por todo el campamento tirando de sus cadenas. Tiraron de la cadena de su cuello como si fuera una correa, y los ojos de Laila se abrieron con horror. Su cara fue directa al barro mientras Lord Karstark y sus hombres dieron un paso al frente. Sus espadas desenvainadas y listas para dar el golpe. "¡Retroceded! ¡Quiero su cabeza!" Ordenó. "¡Cualquier hombre que se interponga entre un padre y su venganza está pidiendo su muerte!".

Laila fue empujada hacia atrás entre la marabunta mientras la Reina Freya Greyjoy caminaba dentro del círculo. Lady Catelyn y Brienne de Tarth detrás de ella, y Laila intentó acercarse a ellas, aunque no lo consiguió.

"¡LORD KARSTARK!" gritó Freya, silenciando al ruidoso público. "¿Qué coño es el significado de esto?"

"¡El Matareyes ha matado a Torrhen!" Respondió, apuntando con su espada al embarrado Lannister. "Si tenéis un poco del orgullo que yo se que tenéis, Majestad, me permitiréis matarle."

Catelyn dio un paso al frente, con una mano levantada. "Lord Karstark, este hombre es nuestro prisionero."

"Este monstruo ha matado a mi hijo."

"Y dejó tullido al mío." Añadió Catelyn. "Responderá por sus crímenes. Se lo prometo, pero no aquí."

Laila respiraba de forma pesada, mordiéndose las uñas. Si simplemente pudiera acercarse a Catelyn, podría ayudar... de alguna forma. (¿A quién intentaba engañar? ¿Qué podría hacer ella?) Bajó su vista hacia Jaime. Estaba sonriendo y su cara chocó contra el barro de nuevo.