"Los leones Lannister no sois más que pecadores"
JUEGO DE TRONOS - TEMPORADAS 2 Y 3
Premiado como Mejor Fanfic de Jaime Lannister
Esto es solo una traducción, la autora oficial es @stxrmborn
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Se despertaron pronto la mañana siguiente. Fue un largo día de cabalgar, pero hacia el anochecer llegaron a las puertas de Harrenhal. "¡Se acercan jinetes!" gritó un guardia. Laila estaba tan cansada de estar sentada sobre ese maldito caballo que estaba agradecida de que Rogar la empujara de él, aun así no le gustaba como la trataba. Luchó contra su agarre cuando la lanzó al suelo, junto con Jaime y Brienne. Aun estaban atados con cuerdas, haciendo que Laila resoplara.
"De rodillas," ordenó Rogar, empujando a Jaime con su pie. Laila miró hacia el Matareyes, entrecerrando los ojos por el sol.
Locke se bajó del caballo cuando vio a Roose Bolton, y se quedó de pie detrás de los tres prisioneros. "Lord Bolton," hizo una reverencia. "Os entrego al Matareyes."
Empujó la cara de Jaime en el barro, haciendo que el Matareyes gimiera en el suelo. Laila cerró los ojos, sin ser capaz de soportarlo.
"Levántalo, Locke." Ordenó Roose, y Locke le obedeció. Jaime ahora estaba sobre sus dos pies. "Habéis perdido una mano."
"No, mi Señor," sonrió Locke, cogiendo la mano que había colgado del cuello de Jaime. "La tiene aquí."
Las fosas nasales de Roose se ensancharon. Se acercó y quitó la mano de encima de Jaime. La empujo hacia Locke y dijo, "Llévate esto."
"¿Se la envío a su padre?" Sugirió Locke con una sonrisa aun más grande.
Laila y Brienne reprimieron la necesidad de insultarlo.
"Cierra la boca, a menos que quieras perder la lengua." Respondió Roose con voz seria, antes de mirar a las mujeres arrodilladas en el barro. "Liberad a estas mujeres. Lo lamento, mis señoras. Ahora estáis bajo mi protección."
Brienne se levantó cuando la cuerda fue cortada. "Gracias, mi señor."
Laila asintió con la cabeza, entonces levantó la mano para apretarla. La herida se había abierto de nuevo y sangre empezó a colarse por el vendaje. Roose se le acercó, sujetando su mano inmediatamente e inspeccionándola. "Tenéis un corte infectado, mi lady. Haré que os lo traten." Sus ojos se encontraron. "Estoy seguro que Lady Stark estará feliz de saber que habéis sobrevivido, señorita Laila."
Laila asintió, aplicando presión a la herida. "Este viaje tampoco me ha asustado mucho de todas formas," murmuró sarcásticamente.
"Encontrad habitaciones decentes para nuestros invitados," ordenó Roose a sus tropas. "Hablaremos más tarde."
Laila levantó la cabeza y solo vio gris. El cielo, el castillo, las banderas – todo gris. El aire olía a carne quemada y leche podrida. Sus pies chapoteaban en el suelo húmedo. Todo parecía tan... desagradable. Laila no se podía quejar, especialmente con su olor y apariencia actual. No podía esperar a bañarse, si le era permitido.
Roose se dio la vuelta y empezó a andar. Jaime de repente le llamó, "Lord Bolton."
El lord en cuestión se dio la vuelta. Miró al hombre sucio y agotado frente a él con suspicacia. Barro goteaba del pelo sucio de Jaime, junto con sangre seca en sus mejillas. "¿Se sabe algo de la Capital?" preguntó Jaime.
