Capítulo 8 / COMBATE JUSTO

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Brienne los despertó temprano la siguiente mañana

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Brienne los despertó temprano la siguiente mañana. Al final tuvo que hacer guardia durante la noche cuando Laila ya no pudo aguantar más. Aunque habían dormido, las ojeras bajo los ojos de Laila y Brienne eran visibles.

Mientras Laila les guiaba por la orilla del rio, intentaba oír el fluir del agua, aunque aun estaba perpleja por las palabras de Jaime de la noche anterior. No quería preguntar de nuevo, por miedo a hacerse pesada – Aunque, ¿por qué debía temer su reacción? – simplemente, estaba confusa. Él no tenía ninguna razón para confiar en ella y contarle sus asuntos con su hermana gemela, Cersei. Así que, ¿por qué lo había hecho? Recordar la historia que le había contado la noche anterior le daba arcadas, pero también la ponía triste.

Laila le miró por encima de su hombro. Le colgaba la cabeza mientras caminaba, lo cual era un gran contraste a cuando pensaba tan bien de sí mismo mientras entraba en Invernalia hacía ya tanto tiempo. Sí, pensó Laila, triste es la mejor palabra para esta situación.

Brienne les hizo parar y ocultarse detrás de un arbusto para mirar el rio. Laila miró el puente, el cual estaba vacío. Aun así, era un riesgo cruzarlo a plena luz del día. Tal vez deberían haberlo cruzado por la noche, pero estaban demasiado cansados.

"Es una decisión difícil," susurró Jaime, "ir por el puente y arriesgarnos a ser vistos o cruzar el agua-"

"Silencio, Matareyes." Ordenó Brienne.

Jaime se encogió de hombros. "Cualquiera nos puede ver por el puente, pero cruzando el agua se nos podría llevar la corriente, o yo podría escapar río abajo."

"Buena suerte con eso." Se rió Laila, antes de mirar entre ellos. "Espera, ¿podría la corriente arrastrarnos de verdad?"

"¿No sabes nadar?" Le preguntó él.

Laila miró sus zapatos. "No exactamente."

Jaime le sonrió a ambas mujeres. "Es maravilloso veros en estos dilemas. ¿Qué ruta escogerán?"

Laila frunció el ceño. "¿Hay alguna forma-?"

"Iremos por el puente." La interrumpió Brienne, tirando de la cadena del Matareyes.

Laila suspiró con pesadez, siguiéndolos a la orilla del rio, viendo como el agua llegaba a los límites del camino. Empezaron a subir la colina que les llevaría al puente. Laila tomó la delantera de nuevo, pasando sus manos por sus brazos intentando parar el frío. "Un jugador," murmuró Jaime desde detrás. "Nunca lo habría imaginado."

Brienne le empujó al frente. "Se rápido."

El puente era bastante largo, y se tardaba un rato en cruzarlo. La tierra de debajo era oscura por la lluvia reciente. Hierba crecía entre los límites de las piedras. Justo cuando iban por la mitad del puente, Laila oyó a Jaime gruñir. Se giró para verle sentado a un lado del puente. Puso las manos en las caderas.

PECADOR / Jaime LannisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora