El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas.

4.

Era viernes por la noche y sabía que Ana se estaba yendo a una fiesta con su compañero de trabajo.
Siempre le dije que no era celoso, más de una vez demostre desinterés cuando alguien la miraba estando conmigo. El día que aquel chico le pidió su número de teléfono me molesto, después al ver como aquel chico Tomás le sonríe, la mira y que iba a salir con ella me molesto aún más.

Se que son compañeros de trabajos, y también se que ella nunca haría nada estando conmigo.

No lograba conseguir el sueño, daba vueltas en mi cama y a cada rato miraba mi celular para ver si ella me mandaba algún mensaje. No respondió ninguno e ignoro mis llamadas.

¿Qué debo hacer en un caso así? ¿esperar? No quiero esperar. Quiero estar con ella, y lo peor de todo es que me doy cuenta tarde que la quiero más de lo que imaginaba.

Me levante y fui a buscar algo para comer, volví a mi habitación y en el silencio de la noche, mi celular sono.

— Cameron estamos festejando los sesenta años del teatro ¿no vienes? — Willy del otro lado del teléfono.

Lo había olvidado.

Me cambié y fui un rato. Mientras tanto hacia tiempo hasta que Ana se digne a responder algún mensaje. Llegué y la música fuerte me dejo aturdido. Nunca había visto el teatro con tanta gente, camine entre ellas hasta donde estaba Willy.
Se movía el ritmo de la música. Movía sus manos de una manera muy chistosa, nunca lo había visto así.

— Pequeño has venido — dijo y me abrazo. Junto a un fuerte olor de alcohol.

— Bailas bien — rei.

— Cuando quieras te enseño campeón. Eres al único que le enseñaria mis pasos — contesto — ¿Que pasa? ¿por qué esa cara?

— No pasa nada — respondí.

— ¿Te peleaste con tu novia? Como te conozco pequeño. Tengo la solución a todo — tomó un vaso con cerveza y me lo dio.

Tome un poco de cerveza. Pase la noche junto a mis compañeros de trabajo. Realmente, no conocía ese lado divertido que tenían todos. Por lo general en hora de trabajo son todos serios y muy pocas veces hacían algún tipo de chiste, está noche hicieron muchos.

Willy en un momento desapareció de nuestro lado y volvió junto a una chica. Nos reímos creyendo que era su novia, pero nos la presento como su hija.

— ¿Tienes una hija? — pregunté confundido.

— Hoy llego. Ella estudia afuera y vino por unos días — sonrio — Karen, te presento a mi compañero más pequeño Cameron.

— Hola — dijo ella detrás de una sonrisa.

— Hola, un gusto — respondí. Y tome otro sorvo de cerveza.

Eran muy parecidos, ella tenía sus ojos y su manera de desenvolverse con otros.

La noche pasaba, y estaba parado en un rincón revisando a cada rato mi celular, pero ningún mensaje de Ana llegaban.

— ¿Estás esperando algún mensaje importante? — pregunto Karen.

— Si, algo así.

— Algo me comentó mi padre.

— ¿Todos saben que estoy peleado con mi novia? — la mire — eso no es bueno. Digamos... ¿Porqué todos tienen que saber todo?

— Lo siento Cameron, no creí que te iba a molestar tanto. Mi padre sólo quería que venga, hablé con vos y que pases una linda noche, y dejes tus problema aunque sea por unas horas y disfrutes — respondio.

La mire, no podía creer que alguien que recién conocía me decía que debería hacer. Ella me miro y se puso nerviosa, volteó a mirar con mala cara al padre, pero este estaba bailando en el centro de una ronda.
Intentaba buscar algún aliado y que la saque de este momento.

Sentí vibrar mi celular, enseguida lo saque del bolsillo del pantalón y mire la pantalla. Sonreí al ver que decía "Ana".

Ana (04:21)
¿dormís?

Cameron (04:23)
No, vine un rato a la fiesta del trabajo pero ya me iba a casa.

Ana (04:27)
¿podes pasar por mi antes?

Ana enseguida me paso la dirección, mire a Karen y le di mi vaso de cerveza y salí rápido del lugar. Subi al auto y fui hasta la dirección que me paso.
Estaba parada cruzada de brazos, intentando protegerse del poco viento frío que corria. Subió enseguida al auto y me miro sin decir nada.

— ¿Te llevo a tu casa? — pregunté para romper el silencio.

— Vamos a tu departamento.

— ¿y de que querías hablar? — pregunté mientras conducía a mi casa.

— de nosotros — dijo — de nuestro futuro.

Nuestro futuro ¿juntos o separados?