El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas.

2.

Narra Cameron.

Recuerdo esquivar los vidrios que habían por toda la casa hasta llegar donde estaba mi madre, ocultaba su cabeza entre sus piernas y lloraba desconsoladamente. Apoye mi mano sobre su hombro y ella enseguida seco sus lágrimas. El maquillaje tiño todo su rostro por culpa del llanto.

Aún retumba en mi cabeza el portazo que dio mi padre, ese día no volvió a entrar por esa puerta. Después de mucho tiempo vino para que le diga "papá" después de todo.

"Mi padre es un idiota" dije cuando cumplí quince años.

Sentía que mi vida era un infierno hasta que algo me dijo que salga de las cuatro paredes y haga algo con mi vida.

Ahí fue cuando Ana apareció en mi vida. No voy a mentir, varias mujeres pasaron por mi vida pero ninguna como Ana. Tiene ese talento de hacerse querer enseguida. Con ella pasamos tantas cosas en tan poco tiempo que sentía que la conocía hace años, y sin embargo... la sigo eligiendo.

Compre una caja de chocolates, a ella las flores le daban alergia. Y fui a verla. Respire hondo y golpee la puerta de su habitación.

- Pasa mamá... - dijo tan segura.

- Permiso - dije al entrar.

- ¿Cómo entraste? - pregunto cerrando su libro y poniéndose de pie.

- Justo tu mamá salía a sacar la basura. Ana, lo siento... había olvidado que había función.

Ella se acerco despacio a mi. Miro la caja de chocolates y me la quito.

- ¿Crees que con esto voy a perdonarte? - agarro un bombón y se lo llevo a la boca.

Cerró la caja y la apoyo sobre su mesa de luz, encima del libro que había dejado anteriormente. Estaba tan hermosa, me encantaba verla en pijama porque se ve tan natural.
Se sentó en su cama y dio dos pequeños golpes en el colchón para que me siente a su lado.

- ¿Como nos ves vos? - pregunto algo nerviosa.

- ¿A qué te referis? - ella me miro y después llevo su mirada al suelo - Ana yo te quiero, y creo que estamos bien. Nos vemos poco, pero nos queremos ¿Verdad?

Ella sonrio. No lo había echo desde que llegue así que eso me hizo sonreír a mi. Se acercó para darme un beso. Y después tomó la caja para comer otro bombón.

Después nos acostamos los dos de costado y frente a frente. Ella me contaba cosas de su trabajo mientras que yo acariciaba su pelo.

- ¿Que hay de ti? - dijo - estuve todo este rato hablando de mi.. ¿Como fue tu día?

- Bien - sonreí - mañana tengo el día libre ¿Querés venir a dormir dormir a casa y de ahí te llevo al trabajo?

- Me encantaría - sonrio.

Fuimos a mi departamento, estábamos solos y más tranquilos. Comimos algo y después miramos una película. Extrañaba estos momentos.

Senti como rodeó mi cuerpo con sus brazos detrás de mi, yo me lavaba los dientes. La mire por el espejo y ella estaba ahí, aferrada a mi sin ningún tipo de preocupación.
Me di media vuelta despacio y la sujete de su cintura, ella me mira y sonríe.

Esa noche pase mi mano por su espalda, senti su cuerpo sobre el mío. Nuestra respiración agitada se chocaban, nos susurramos cosas al oído. Esa noche fuimos una sola persona.

A la mañana siguiente me levanté para preparar el desayuno. Ella dormía boca abajo tapada de la cintura para abajo, con la espalda al descubierto. Verla así me volvía loco.

Prepare dos café. Y tostadas. Las puse en una bandeja y fui a la habitación. Ella estaba poniéndose mi remera y volvió a la cama.

Un beso de buenos días y desayunamos juntos.