El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas.

14.

Comencé el día llegando tarde al trabajo y no era la primera vez que llegaba tarde al trabajo en lo que va de la semana. Entre al vestuario deje mis cosas y como todas las mañanas miraba el casillero de Willy, esta vez me lleve una gran sorpresa, el casillero estaba ocupado. 

Fui hasta el escenario y me puse a terminar con los arreglos que tenía que hacer para una nueva obra que estaban preparando. Tome la brocha que estaba dentro de una lata de pintura y la pase por la vieja pared donde estaba la pizarra de los anuncios, el color amarillo se perdió debajo de un gran color morado. Aunque me gustaba el amarillo, tenía que cumplir con mi trabajo.

  — Dicen que el amarillo trae mala suerte en un teatro — dijo una voz conocida detrás de mi. 

— No creo en eso — me di media vuelta — volviste porque me extrañabas... 

— Había olvidado tu rostro y tu voz de poco hombre...

— Eso dolió — deje la broca en la lata de pintura — ¿Como estás? 

— Muy bien, mi madre extrañaba la ciudad así que volvimos y decidí quedarme. Y me dieron el lugar de mi padre acá, así que seremos compañeros. 

  — Esta claro que rogaste el puesto de trabajo para poder estar a mi lado. 

Karen largo una carcajada y se marcho con una pila de carpetas hacia la oficina. Me quede parado observando como estaba quedando la pared, dejando que se seque y así poder colgar la pizarra.

Después me senté en el medio de la sala subiendo mis pies en el asiento de adelante y miraba el escenario, yo quería estar ahí, siempre quise ser actor o algo de eso, fui a la Universidad de Cine, teatro y televisión creyendo que iba a ser fácil pero no lo fue. Termine dejando a los dos años, creyendo que eso no era lo mio, que debía enfocarme en otra cosa y además había comenzado una relación que me hizo dejar muchas cosas atrás. 

Hace mucho que no hablo con mis amigos, a mi madre no la veo nunca ya que vive viajando y algún que otro mensaje nos mandamos. Compartí mucho este ultimo tiempo con mi abuelo y me quede con ganas de más, pero tenía que volver y cumplir con mis responsabilidades. 

  — Solo has pintado una pared y ya estas agotado — dijo Karen sentándose a mi lado. 

 La mire sin decir nada y volví a mirar el escenario. Largue un gran suspiro que hizo que Karen se quede observándome y logrando que me ponga incomodo.   

  — ¿que sucede con vos? — pregunto. 

— ¿Te imaginas esta sala llena aplaudiéndote solo a ti? que aplaudan tu esfuerzo, tu talento... que griten tu nombre — humedecí mis labios — quiero eso. 

— No estas muy lejos de cumplir tu sueño Cameron, solo tienes que mentalizarte que lo quieres y llegara. 

— Hace semanas es lo único que pienso, intento imaginarme arriba de las tablas y sacar de mi cabeza todos los problemas que me rodean. 

  — ¿Ana? — se animo a preguntar. 

— Terminamos — la mire y ella bajo la mirada — Y la extraño, pero creo que no estábamos destinados a estar juntos, estábamos bien y lo más mínimo hacía que nos distanciemos. Me porte muy mal con ella, y ella también lo hizo conmigo. Pero lo único, lo único que nunca hice fue engañarla — Karen levanto su mirada, nuestras miradas se encontraron — No sé porque todo me sale mal, intento ser positivo pero si no es una cosa es otra. 

  — Cameron... ya te lo dije, sos joven y tenes que seguir. Si estuviera mi padre...

— Sería todo totalmente distinto — la interrumpí — el sabría darme una solución siempre la tenía. Con darme tres palmadas en la espalda el me daba ese empujón. Todavía me cuesta venir a trabajar, y hoy que vi su casillero ocupado... santo Dios, que difícil es todo. Tengo a mi madre, a mi abuelo pero... tu papá era como mi padre. 

Una lagrima corrió por mi rostro después de tanto tiempo, nunca me daba el permiso de llorar o de decir lo que sentía. Karen tenía eso que no cualquiera tiene, te deja hablar y terminas largando lo que tanto duele dentro de uno, y lo mejor que nunca me reprocho nada, solo me escucho. 

  — Lloré la partida de tu papá, pero solo una o dos veces... después no querían que me vean débil, yo no soy así pero todo esto ya me esta ganando. No dejo de pensar en mi futuro, en tu papá, en mi familia, en Ana, la cabeza me va a explotar. Desde que soy chiquito tengo un lugar que es mi lugar en el mundo, voy allí cuando solo quiero pensar pero ya ni ese lugar me da la tranquilidad que necesito... ya perdí las ganas de todo, y se que suena estúpido pero ya no puedo Karen ¿esta mal?

— A todos nos llega ese momento donde solo queremos desaparecer y que nadie nos encuentre, todo queremos que nos salgan las cosas bien y eso nunca pasa, pero Cameron no te guardes nada... si extrañas a Ana anda.. decile. Si queres llorar por mi padre, hacelo hasta quedarte sin lagrimas — se puso de pie y me tomo de la mano, intentando ponerme de pie. 

Me puse de pie y ella estaba llorando junto a mi. Me abrazo tan fuerte que sentía que era eso lo que me faltaba, que alguien me abrace y me diga que todo iba a estar bien.

Cada uno volvió a su lugar de trabajo, me sentía un poco más aliviado que pude decir algo una parte de eso que tanto me dolía. Esa noche quedamos en salir de ir algún bar y ponernos al día.

Esa larga noche de charla, cervezas y de risas me levanté para ir al baño, iba mirando mi celular cuando me choque con un chico levante mi mirada para pedir disculpas y tenía frente a mi a Tomás. El me quedo mirando, ninguno decía nada.

— ¿Vamos Tomás? — dijo Ana saliendo del baño de mujeres.

Ella se quedó paralizada al verme ahí, enseguida se cruzó de brazos siempre que está nerviosa lo hace. Tomás la tomo de la mano y se la llevo.

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Gracias por tenerme paciencia. Gracias por sus mensajes, por su aguante. Espero que le guste, y que no me odien porque Cam y Ana terminaron 💔 les mando un beso superrrr grande y como digo siempre, lo hago por hobby, no soy la mejor pero plasmó mis ideas acá y tener lindas respuestas es un hermoso mimo. Y saben que aceptó críticas constructivas 🔝 ahora si, no les robó más sus tiempos y nos vemos en el próximo capítulo. Besitos  ❤💋 y buena vida  🙈