31.

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No voy a mentir que no estaba nervioso ante la situación que me tocaba vivir, la nueva experiencia de ser padre. Era todo nuevo y más de una cosa no imaginaba que iba a ser así.

Jugaba con mi pelo mientras pensaba como llevar adelante esto, camine de un lado a otro en la habitación para tomar coraje de una vez.

Me negaba.

Moví mis hombros en forma de círculos para romper la tensión y relajarme un poco.

- Cameron no puedo creer que sigas dando vueltas - dijo Ana entrando y cruzandose de brazos.

- Ya voy amor dame un minuto - respondi.

La risa de Emma se escuchó por lo bajo, mire hacia la cama donde estaba ella acostada jugando con su sonajero.

- Cameron sólo es un pañal - Ana tomó del bolso un pañal nuevo y le saco el usado a Emma.

Me senté al lado de Emma para besar su frente mientras Ana la cambiaba y de paso aprendía.

- No me sale la técnica - dije mientras Emma jugaba con mi mano.

- ¿técnica? Amor es sacar un pañal, poner el otro y con estas cintas ajustar - Ana intentaba no reír pero no podía - Tenes que aprender no siempre voy a estar para cambiarle el pañal.

- ¿como que no estarás siempre? - tome en brazos a Emma. Tenia sus ojitos en mi y eso hacia que se me caiga la baba.

- Amor tarde o temprano tengo que volver a trabajar - fuimos hasta la cocina - y Emma se quedaba con vos o en todo caso con mi mamá.

- Igual creo que tenes que esperar a que este un poco más grande - me senté en el sillón con Emma acostada sobre mis piernas y haciéndola jugar.

- Si amor no me voy a ir ya a trabajar - y sentí el ruido de olla que estaba empezando a cocinar.

Me puse de pie y salí al balcón dejando que una leve brisa nos abrace. Por suerte era de esos días donde no hacía ni frío ni calor y que Emma podía estar al aire libre.

Abrió grande sus ojitos cuando escuchaba las bocinas de los autos que pasaban y con su manito agarro fuerte uno de mis dedos para aferrarse y no soltarme más.

Se escucho el timbre, sabía que Ana estaba ocupada así que con Emma nos encargamos de saber quien era. Abrí la puerta y un fuerte grito no sólo asusto a mi hija si no que también a mi.

- Oh por dios es hermosa - dijo mi mamá dejando caer sus bolsos y tomando a Emma.

- Hola mamá - dije para llamar su atención - si estoy bien, hace mucho que no nos vemos.

- Estoy enamorada - susurro para después besar uno de sus cachetes - Cameron se parece a ti cuando era bebés.

- ¿en serio? - pregunto Ana desde la cocina - ¿como anda?

- Hola cariño muy bien ¿vos? - se acercó a ella - felicidades por traer al mundo a la bebe más hermosa. Moría por conocerla, dios mio es preciosa.

- ¿Así que se parece a Cam? - Ana seguía con lo suyo.

- Sobre todo los mofletes que son comestibles porque te dan ganas de comértelos. - y acto seguido le dio otro beso.

- Perdona princesa es la abuela que te toco - dije riendo.

- La abuela más linda y joven que podría tocarle - me miró desafiante - ella será mi compañera de viajes.

Emma al rato se durmió así que la lleve a su cunita que estaba al lado de nuestra cama. Habíamos pensado mudarnos y buscar una casa un poco más grande y que ella tenga su espacio cuando crezca.

Mi mamá se quedo un rato más y después se fue a visitar a sus amigas que hace mucho no veía. Estaba de pasada por la ciudad, pero prometio volver antes de irse para despedirse de su nieta.

- Mira que bonito - dijo Ana sacando de la bolsa el regalo que mi mama le trajo a Emma.

- Eso lo va a usar cuando tenga quince - dije riendo - mi mamá siempre fue pésima para regalar.

- Amor no seas así - dejo el regalo en la bolsa y se acercó a mi para sentarse arriba mío y abrazarme por el cuello.

- Bueno - reí - podríamos aprovechar que tenemos unos minutos a solas.

Ana río avergonzada y me beso. La sujete bien de la cintura y seguí con ese beso apasionado que hace mucho no sucedía.

Emma comenzó a llorar.

- Yo voy amor - Ana me dio un ultimo beso y fue a la pieza.

Me quede mirando un rato de tele mientras ella la hacia dormir devuelta después de darle el pecho. Volví a la habitación y estabas las dos dormidas en la cama, tome en brazos despacio a Emma para ponerla en su cuna y me acosté con Ana aprovechando el silencio.

Extrañaba estar a solas con Ana, extrañaba mucho sentir su piel pero cuando me daba media vuelta y veía la cuna con mi hija dentro durmiendo todo eso que extrañaba pasaba a segundo plano y era feliz con mis dos mujeres.

El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora