-Oh! Lo siento. –Me levante sin verle el rostro-
-no te preocupes –respondió la chica-
.OMG! –dije impresionada-
-Samantha eres tu!?
-Oh por dios, si!
-Te recuerdas de mi? –Dijo la chica-
-Claro que me acuerdo de ti Polly –dije con una sonrisa en mi rostro-
-No puedo creer que estés aquí –dijo mientras me daba un cálido abrazo-
- Pues si Polly, estoy aquí, pero wowww! Si que has cambiado mucho, hace años que no sabia de ti. –dije
-Y tu también Sam casi no te reconocí, la ultima vez usabas cabello lizo y ahora tus lindos risos –dijo mientras soltaba una sonrisa- Y cuando llegaste a corea?
-Pues llegue hace solo cuatro días.
-Deberíamos encontrarnos alguna vez para salir y hablar un poco, y ¿estas sola aquí en corea?- pregunto-
-No! Vine con Annie, la recuerdas? –dije mientras volteaba hacia la mesa donde ella se encontraba-
-Claro que la recuerdo, las fui a buscar aquella vez a la estación del metro –dijo-
-Bueno ya te dejo y disculpa por la caída es que necesito ir al baño –dije mientras cruzaba las piernas-
-Esta bien, pero dame tu numero, para encontrarnos luego, mira que tenemos mucho de que hablar.
Le di mi número y me despedí de ella, quien diría que ese tropezón me haría reencontrarme con una amiga del pasado. Recuerdo que Polly era una chica muy linda, y pues aun sigue siéndolo solo que se ve mas madura, nunca había pensado conseguirla por aquí, de verdad necesito saber de ella y tal vez retomar la amistad, con mas personas de mi país ya no me sentiría tan sola, y si! Tengo a Annie pero me gustaría conocer mas personas de mi país estando aquí.
Fui al baño, de verdad no recordaba que tomar cosas con leche en la mañana me ponían mal, de verdad me sentía enferma...Salí del baño y me di cuenta que Annie y Yugyeom ya no estaban, ¿Qué rayos paso aquí? Fue lo que se me vino a la mente, me dirigí hasta la mesa y había una nota escrita por Annie "Lo siento Sam nos tuvimos que ir, te explico todo al llegar a la casa prometo portarme bien y ya la cuenta esta paga así que no te preocupes por eso, att: Cookie". Leí eso y les juro que la quería matar, aunque también entendía, yo ahí sobraba.
Por un momento pensé en ir a casa y seguir trabajando en mi pequeño proyecto o tal vez dormir un poco, creo que necesito vitaminas me siento sin energías, pero prefería salir y caminar en las calles de Seúl, quería disfrutar un poco mas del lugar y tomar algunas fotos, me gusta mucho la fotografía y el arte, tal vez iría a un museo ya que me gusta admirar mucho las obras y podría pasar un limite infinito detallando casa cosa de cada lienzo, pero por esta vez no, mejor recorrería las calles y también ir al rio Han para esta vez si disfrutarlo, no como aquel día que solo vi con mis ojos de cansancio quería dormir a sus orillas y no admirarlo como se merece, el lugar es muy precioso.
Mientras caminaba por las calles todo tomaba mi atención así sea por un minuto, soy una persona despistada así que todo lo que llame mi atención me hace olvidarme de mi entorno, algunas personas se me quedaban viendo, tal vez no ven personas del extranjero tan seguido, o personas de color tan seguido no lo se, aunque eso no me importaba, lo que si importaba es que me enamoraba en cada esquina, al fin estaba en el sitio que quería y por doquier miraba a los chicos con los rasgos que yo tanto anhelo en una futura pareja, pero no! Me tenia que concentrar un poco mas, después de un rato de tanto caminar a lo lejos vi a un chico que venia en patineta y aunque mi vista no era tan buena entre lo que podía ver venia muy rápido, conste que ese día había olvidado mis lentes, el chico venia tan rápido que de un momento a otro cayó de su patineta y por lo visto se había aporreado mucho, me le acerque para ofrecerle mi ayuda y cuando me agache para ayudarle vi que su brazo sangraba, si que se había dado un buen raspón, le hable en coreano quería ver que tan bueno me podría salir en este momento.
