Decidido, salí de la habitación, encontrándome a Shin. Estaba de rodillas, cerca de una mesa, con un trapo en las manos. En vez de usarlo para limpiar, lo estrujaba con fuerza, mirando un punto fijo del suelo. ¿En qué estará pensando?
- Shin, ¿de verdad te encuentras bien? Me preocupas.
- ¿L-Le preocupo? - preguntó, algo sonrojado. Es demasiado hermoso.
- Claro - me acerqué a él y lo abracé - Si algo te molesta, solo dímelo.
- Es que... - el sonido del timbre lo interrumpió.
¿Acaso el mundo nos odia? Esto es de lo peor. Realmente no iba a ir a contestar, pero el timbre sonó unas dos veces más. Quien quiera que sea, está en graves problemas. Soltando un gruñido, me levanté y fui a abrir. De todas las personas que podrían haber sido, no esperaba encontrarme con ella.
- Uf, Bills, hasta que respondes.
- ¿Marcarita? ¿se puede saber qué haces aquí?
- Se te cayó la billetera, genio - dijo, mostrándomela.
- Bueno, entonces dámela - quise tomarla, pero ella apartó su mano.
- Antes, tengo que decirte una cosa, es importante. ¿Me dejarás pasar?
- ¿Pero qué dices? No estoy sólo, para que sepas.
- ¿Ah, no? - fue entonces cuando se percató de la presencia de Shin. Ambos lo miramos y puedo jurar que nunca lo había visto tan disgustado - Ah, hola Shin. ¿Puedo pasar?
- A mí no me pregunten - respondió de mala manera, llendo a la habitación. Nunca voy a entender a este hombre.
- Ya basta, si vas a decir algo, dilo.
- No me hago joven esperando aquí~
- Bien, pasa de una vez.
Ambos entramos y nos sentamos en la mesa. Ella prácticamente me arrojó mi billetera.
- ¿Y?
- Ten cuidado.
- ¿Qué? - me sorprendí al verla tan seria.
- Que tengas cuidado. Algo muy malo está por pasar, mi pez oráculo me lo dijo. Protege a Shin o yo misma te golpearé.
Se acerca el final...
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| Polos opuestos se atraen... se necesitan | ~Shills~
FanfictionEl pequeño Shin cae bajo los efectos de una extraña enfermedad, por lo que Bills deberá ir a visitarlo, para preguntar por su estado. Lo que ninguno de los dos planeaba... fue enamorarse.