Nunca voy a poder olvidar ese día. Y no soy el único.
Desde hacía mucho que Shin había dejado de dormir conmigo. Despertar ya no era lo mismo sin él, más no estaba en posición de hacer algo al respecto. Ignorando esos pensamientos, comencé con mi rutina mañanera, a pesar de que ya casi era el mediodía. Nunca fui de madrugar.
Luego de esto, fui hasta la cocina, a reclamar comida. Estaba a punto de entrar, pero me detuve al oír voces en el interior.
- Buenos días, Zamasu.
- Buenos días, maestro Shin.
- ¿Qué es eso de lo que querías hablar conmigo?
- Simplemente quería... proponerle algo.
- ¿Qué cosa?
- ¿Le molestaría que hiciéramos la clase de hoy... en otra parte del planeta? He visto un prado muy tranquilo cuando salí a caminar hoy, durante la mañana.
- Suena bien. No hay problema, lo haremos allí, si así lo deseas.
Casi por instinto, estuve a punto de abrir de un portazo y negar que hicieran semejante cosa.
Pero no pude moverme.
Me sentía un cobarde. Literalmente, salí corriendo. ¿Y porqué? Sabrá Zeno-sama el motivo. En el fondo, yo también lo sabía, lo suponía, pero me negaba a aceptar la realidad. No quise ver al monstruo que se había llevado a alguien importante para mí.
Luego de la comida, ellos se fueron. Partieron a ese supuesto prado... y ya no volvieron. Habían pasado muchísimas horas, no teníamos señales de ellos, estábamos preocupados, así que decidimos ir a buscarlos.
Fuimos por separado, para poder cubrir más terreno, ya que había conseguido hacer que el planeta sagrado creciera lo suficiente como para cansarnos. Pero yo no me rendía. Había algo que me impulsaba a seguir.
Ya era de noche. Mi vista era casi nula y lo único que me acompañaba, era el sonido del viento, moviendo suavemente las hojas de los árboles. Cabe decir que en ningún momento encontré el prado antes mencionado. Era una vil mentira, lo supe desde el inicio, aunque la razón fue lo que más me aterraba. No quería pensar lo peor, pero en una situación como esa...
Fue entonces cuando lo escuché.
Unos sollozos lastimeros se oían cada vez más cerca. Avancé rápido, temeroso, impaciente, sólo para poder ver... lo más triste y doloroso que podía haber visto. Sin duda alguna, sabía de quién se trataba y su desnudez también me ayudaba a deducir lo que había ocurrido.
Zamasu abusó de Shin.
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| Polos opuestos se atraen... se necesitan | ~Shills~
FanfictionEl pequeño Shin cae bajo los efectos de una extraña enfermedad, por lo que Bills deberá ir a visitarlo, para preguntar por su estado. Lo que ninguno de los dos planeaba... fue enamorarse.