Capítulo 7: callado

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12 días sin actualizar... *llora*

Esa misma noche, Wiss vino al planeta Sagrado para cenar con nosotros. Como Shin se sentía medianamente bien, fuimos los dos hasta el gran comedor, mientras mi asistente preparaba algo de comida.

     Allí, en la mesa, un silencio incómodo se hizo presente... maldición, sí ya está bien, ¡¿porqué no habla?!

-Oye, Shin...

-¿S-Sí, señor?

-Dijiste que te sentías mejor, ¿verdad?

-S-sí..

-Pues no se nota.

-L-lo lamento.

-Que yo recuerde, no eras tan callado...

-Es que... n-no tengo nada importante que decir, señor.

-Podrías al menos agradecerme por aceptar quedarme aquí durante todo un maldito mes cuidándote.

-¡Oh, sí! Lamento mi mala educación... y gracias por todo.

     Otra vez, silencio. Maldición, ¿tanto le cuesta abrir la boca? Sólo quería oír su estúpida voz. Iba a dirigirle una mirada severa, pero noté que estaba muy sonrojado.

-No me digas que te agarró la fiebre de nuevo...

-¿Eh?

-¡Mira tu cara! Está completamente roja- aunque no luce tan mal así, ahora que lo veo de cerca.

-S-señor Bills... no se preocupe... de verdad, estoy bien...

-¡Regresé!- gritó Wiss, trayendo la comida.

-Ya era hora. Te demoraste demasiado, Wiss.

-Lo lamento, señor. Shin, se te ve mejor, tomaste un baño, ¿verdad?- no sé qué demonios planea Wiss con todo esto. El pobre enano se atragantó. Maldito maestro impertinente el que me ha tocado.

-B-bueno... sí, señor Wiss.

-Ya veo... bueno, les dejo sólos, mi hermana Vados me necesita.

     Dicho esto, se fue nuevamente, sin darnos tiempo a protestar. Fue una cena bastante deprimente, este inútil nunca antes había estado tan callado en su miserable existencia. Ni que se le fuera a quemar la lengua por dirigirme la palabra.

     Después de aquello, fuimos hasta nuestras habitaciones... pero, cuando estaba cerca de la suya, tropezó. Estuvo a punto de caer, pero logré sujetarlo por la cintura antes de que eso sucediera.

-Torpe, deberías tener más cuidado- le reproché, aún sosteniéndolo.

-S-señor Bills... perdóneme, d-de verdad... ¡atchu!- luego de ese pequeño estornudo, comenzó a temblar.

     No tenía ganas de que su condición empeorara de nuevo. Estaba por llevarlo a su habitación, cuando noté que era más fría que la mía. Tal vez... podría llevarlo a dormir conmigo, ¿no?



Cada capítulo es más corto que el anterior xD

(Perdonen  ;-;)

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