Espejo.

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Gérmenes.
Gérmenes..
Gérmenes...
Y más gérmenes.

Parecía que la peli azul tendria un día muy asqueroso.
Pues con el simple hecho de que su despertador de esa mañana fuese un fuerte estornudo por parte de peridot y que al abrir sus ojos se percartara de que si no estubiese alejada esos cinco centímetros, aquellos fluidos biscosos que provenían de la fosa nasal de el pequeño cuerpo, seguramente hubiesen tocado su rostro.
Y peor aún, cuando llego a clases con un pequeño y rubio muerto andante casi a desmayar y se dio cuenta de que casi todo el salón estaba igual, agradeció internamente a sus defensas perfectas y fuertes que impedian que ella se contagiase.
Cuando blue noto la presencia de su querida lapis corrio a abrazarla, pero apenas estuvo a punto de tocarla, lapis utilizo al duende rubio como escudo y lo puso entre los brazos de su prima.
Lapis amaba a blue, pero odiaba los gérmenes.
Sintió el toque de una mano pesada y grande sobre so hombro
Jaspe. Pensó.
Y se giro sobre si misma para mirar aquel saco de músculo al cual le habia tomado algo de cariño y la vio tan radiante como ella. Parecia que el organismo de ambas eran fuertes.

Querida lapis, bienos días ¿perla aun no llega?.Sonrió con amabilidad.

Buenos días jas. No me temo que aún no llega.

Y cuando jasper estaba a punto de hablar, un lamento o saludo, se escucho detras del enorme cuerpo.
Y ambas chicas giraron, para encontrarse con una perla más palida de lo normal, con la naris  completamente roja y efectivamente se había resfriado.

Perla.. Hablo la peli azul preocupada.

Iagh, un moco andante. Bromeo jaspe.

Te ves terrible cariño. Lapis se acercó un poco. Y notó algo nuevo.¿¡ Bajaste de peso?!.

Perla se rio.

Tres kilos y creci siete centímetros, me pasa cuando enfermó. Sonrió divertida.

Ese día lapis no había puesto casi nada de atención a las clases, pues estaba demaciado ocupada tratando de cuidar a tres personas enfermas y asegurandose de que ninguna se desmayara a media clase.
Y eso era agotador, cuando las clases terminaron, decido llevar a peridot a casa y para ello se sumaron blue y perla, la verdad el camino no fue difícil, pues jaspe le brindo ayuda y la acompaño con el trio de mocos.

Cuando jaspe le pidió a la peli azul que no se preocupara, que ella se llevaba a peridot y blue a casa de su tía para que fueran atendidas, lapis le agradecio enormemente.
Sólo queban ella y perla, decidio llevarla a casa y hacer que la revisará a su madre. No iba a dejar que se fuera sola a casa.

Cuando porfin llego a casa, su madre la recibió con cariño y como si dios escuchara sus plegarias, su madre no estaba sola.
En la comoda sala se encontraba la señora pink, tía de su querida perla.

Después de unas horas de medicamentos y clinex desperdiciados por parte de perla, la mujer elegante agradeció a lapis y su madre por el trato y los cuidados que le habia brindado a su querida sobrina.

Un auto lujoso se aparco delante de la casa, era hora de que la señora pink y perla se fueran a casa.
Lapis abrazo a perla hasta la puerta, mientras su madre y la mujer platicaban cerca del automóvil.

Perdón. Escucho la voz apagada de su amada. Solo te cause problemas este día, se supone que debió ser especial y solo lo arruine.

Y lapis nunca la habia visto tan decepcionada. Y ver al amor de su vida pasar malos ratos le oprimia el corazón. La tomó de las mejillas y le obligo a verla.

Perla, cariño no digas eso, sabes que te amo demaciado. Por eso me preocupo tanto por ti. Por eso debo cuidarte.

Perla sonrio con cariño y dentro de una pequeña caja sacó un hermoso collar en el cual se encontraba un lapislázuli en forma de gota.
Era hermoso.

Lo vi en una joyería. Habló perla. Y su belleza me recordó a ti. Mencionó entre sonrojos.

Sintió los brazos de la peli azul rodear su cuello y los cálidos labios sobre los suyos.

No, tenías que hacerlo. Con que tu estés a mi lado me basta, pero aún así muchas gracias.

Y una oleada de besos, mimos y cientos de te amo por parte de ambas. Comenzó y no quería terminar, sin embargo ya era tarde y perla tuvo que retirarse, no sin antes decir un te amo y ofrecer un beso en los labios de la peli azul.

Era casi media noche.
Lapis había salido de la ducha. Observó su habitación oscura, pero gracias a la pequeña iluminación que brindaba la luz de la luna, noto algo nuevo en su escritorio.
Una carta.
No había información alguna en el sobre.
Sin dudar sacó la carta, la hoja estaba casi en blanco.
Si no fuera por aquella frase a mitad de la hoja, la cual leyo.

Y se sintió un vació dentro de si.




Ahora es como si nos mirasemos al espejo y lo que vemos, es una imagen oscura.

PiecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora