Pieces

Remordimiento.

Podía sentir la camilla siendo arrastrada a gran velocidad, escuchaba las voces preocupantes de las enfermeras , llamandola por su nombre, su vista era borrosa, pero con un esfuerzo miro hacia la parte inferior de su cuerpo. Un líquido caliente se asomaba por todos lados, ese color carmesí que se esparcia por toda su ropa e incluso había llegado a las sábanas blancas de la camilla en movimiento.
Y una vez más Cerro sus ojos dejandose llevar por el cansancio.

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Su respiración se había acelerado con cada paso que daba, pero eso no le importaba y algunas lágrimas amenazaban por salir de sus ojos, cuando vio la cabellera negra de la señora Anna.

Estaba sentada, su mirada estaba tan perdida y había rastros que delataban el hecho de que la mujer había llorado y eso realmente la asustó

Soñora Anna. Se arrodilló ante la mujer.

Perla.

Señora, diga me ¿Que le a dicho el médico?.

Y las lágrimas se hicieron presentes en Anna.

No lo se. Y sintió la mirada confusa de perla. Lo único que se, es que despertó hace dos horas y los médicos se niegan a darme información por petición de ella, incluso no puedo pasar a verla.  Y abrazo a perla. No se que le pasa a mi niña, sólo ruego por que ella este bien.

Después de que la madre de lapis se tranquilizara, perla pidió a las enfermeras que le dejar pasar a ver a su novia, pero tan pronto habló, su deseó fue negado.

Tras haber pasado una hora, los pasos de la rubia a la recepción del lugar se habían hecho presentes, se acercó a la madre de lapis con las mismas preguntas que perla le había hecho, pero la señora seguía sin saber nada.
El pequeño toque de unos dedos ajenos sobre sus hombros le hicieron girar sobre si, para encontrarse con una de las enfermeras, quien despues de preguntarle su nombre, le pidió amablemente a la madre de lapis y a perla que se retirarán por esta noche, que la señorita peridot había sido convocada por lapis y que no tenían nada de que preocuparse.

Perla se había llevado a la madre de lapis, en efecto ya era tarde y decidió llevar a la señora con su tía para que no pasará sola la noche.

Cuando se retiraron, la enfermera le pidió a peridot que la siguiera, con pasos lentos se encontraron con el número de la habitación de la peli azul. Como si su misión hubiese acabado, la enfermera se retiro, dejando a la rubia frente aquella puerta blanca.

Se introdujo a la habitacion, y lo primero que vio, fue a la peli azul con la mirada perdida en una de las esquinas del cuarto, pero cuando se acercó pudo observar esos ojos azules con una notable irritación por el hecho de haber llorado demaciado.

Peridot. La voz de la chica se escuchaba tan destruida.

Hey... ¿Que pasa?.

No hubo respuesta por un momento.

Ven, recuestate conmigo.

La rubia obedeció ante la petición de lapis, con delicadeza posó su cuerpo a lado de la peli azul, paso su brazo derecho por encima de los hombros de lapis, para ofrecer su pecho como soporte para su amiga.

Y estuvieron así por un largo rato.

Peridot se dio cuenta de una cosa, el cabello de lapis había crecido un poco más y por ende las raíces negras de la chica se hacían cada vez más visibles.
Y sonrío.

Tu cabello a crecido, estoy casi segura de que podría hacerte una coleta o incluso dos.

Y un pequeño suspiro, casi en forma de sonrisa provino de la peli azul.

Y tu has crecido más, incluso casi estas de mi tamaño. Se acercó más al cuerpo de la rubia.

Vaya, pensé que no habías notado, es por el danonino, nunca pensé que realmente serviría.

Y una pequeña sonrisa se asomó en la peli azul.

Peridot.

¿Si?.

No se como decirle a mamá lo que sucedió.

Sus lágrimas comenzaron a caer de nuevo.

No quiero decepcionarla .

Dejo que la peli azul siguiera.

Yo no lo sabía, de verdad que no y es por eso que todo es mi culpa.

Peridot, llevaba tres meses de embarazo.

Y su pecho comenzó a doler.

Peridot.

Su cabeza giro para encontrase con aquellos ojos azules llenos de tristeza.

      Perdí a mi bebé.

No me maten :D