Capítulo 4: Aquí estoy

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- ¡ASH!


Johnny entró sin pensarlo ni un momento al apartamento. Aquella escena frente a él se acababa de convertir en una de las cosas más aterradoras que había tenido que ver: Ash yacía en el suelo, casi al final del pasillo, su cuerpo estaba en una posición fetal, ella temblaba y gimoteaba muy silenciosamente. Casi a medio camino entre ambos se encontraba su estuche de guitarra abierto, muchas hojas regadas por el piso, pero no tuvo palabras para ver lo que estaba sobre todo eso: La guitarra de Ash estaba rota por la mitad, tan solo las cuerdas mantenían el mástil y el cuerpo a una distancia cercana. Johnny pasó por sobre todo eso y corrió hacia donde yacía su amiga.

- ¡ASH! ¡AQUÍ ESTOY! ¿QUÉ OCURRIÓ?


Sus manos permanecían cubriendo sectores de su cuerpo, su mano izquierda cubría su estómago, su mano derecha cubría su ojo derecho, sentía dolor en gran parte de su cuerpo, y sus lágrimas no parecían tener fin, el piso que estaba en pleno contacto con su mejilla se notaba ya bastante húmedo.


No respondió. Notaba perfectamente cómo es que estaba consciente, pensó que podía estar en shock. Se puso junto a ella y la cargó, teniendo cuidado de no pasar a llevar donde es que ella se sostenía. Al tacto sintió las púas de su espalda, la cargó de tal manera que evitó clavarse alguna. En ese momento, cuando Johnny ya se había puesto de pie con intenciones de colocarla sobre el sofá que estaba ahí es que ella pareció súbitamente abrir los ojos, y sin darle tiempo a Johnny, se aferró a su cuello, dándole un abrazo, aún llorando. El asombro y la preocupación de Johnny en ese momento estaban por las nubes; hacía solo un rato atrás se habían despedido, y, a pesar del estado de ánimo que ella parecía tener, no pensó que hubiera algo tan grave que pudiera haberle causado todo eso.


Ash se sentía sola, desprotegida y vulnerable, el rodear el cuello de Johnny con sus brazos y aferrándose en un abrazo a él fue una manera de ella de poder sentir, de cualquier manera, que alguien si la estaba protegiendo. Johnny sentía que buscaba su protección, compartiendo su vulnerabilidad y tristeza con él, pero principalmente era la tristeza hacia su amiga en esa situación la que causó que él también la abrazara.


Durante un momento solo primó un silencio mayoritario, Johnny sentía un peso sobre su hombro derecho, que era donde Ash había apoyado su cabeza, sentía también como la cabeza de su amiga temblaba sobre ella, sus gimoteos y llantos era lo único que en ese momento se oía. Johnny se sentía algo incómodo ahí, no sabía qué hacer, no sabía que decirle, se sentía muy nervioso porque creía que cualquier acción podría causar más llanto de ella, tan solo atinó en ese momento a acariciar suavemente su cabeza.


Tal vez ambos pasaron unos diez minutos estando así, Johnny acariciaba su cabeza, mientras Ash agotaba sus lágrimas. Sus lágrimas ya no eran de dolor, éste ya había disminuido bastante desde que Becky se fue, al menos dolor físico, pero si eran por un dolor más interno, notó lo vulnerable que era, lo doloroso que fue haber quedado sola y lo sensible que realmente era. En el momento que Johnny sintió que las lágrimas de ella habían por fin dejado de fluir fue que finalmente se acercó con ella, aún cargándola, hacia el sofá que había ahí, colocándola con cuidado, intentando evitar causarle alguna mueca de dolor.

- Ahora ten calma, intentaré ayudarte como pueda – dijo Johnny en el momento en que ella ya estaba sobre el sofá y ya tenía sus brazos libres


Tal vez Ash ya se había desahogado, al menos emocionalmente al haber llorado ya todo lo que tenía que llorar, las lágrimas de Ash habían mojado el lado derecho de la chaqueta de Johnny, las cuales se habían deslizado hacia abajo y mojaron el piso donde había estado de pie. Notó como es que ella parecía no querer decir nada aún, así que prefirió no presionarla tampoco, lo que sí hizo fue comenzar a examinar alguna herida visible que pudiera tener.

Sing: Ash y Johnny, una impensada relaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora