Capítulo 11: La verdad

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"¡Lance! ¡Tuvo que haber sido Lance!" fue lo primero que pensó Johnny. El apartamento había sido destrozado. Lo primero que vio fue el pasillo, éste tenía la silla, el estante y algunas de las plantas volteadas en el piso, estando éste cubierto con tierra, con las plantas que ya no estaban en sus macetas y algunas hojas de papel que anteriormente habían estado sobre el estante. Al asomarse a la sala vio como la mesa, los estantes y más papeles se encontraban también volteados. Donde estaba la cocina y el comedor se encontraban las sillas y algunas plantas volteadas, y había algunos platos y frascos de vidrio rotos. Nuevamente en la cabeza de Johnny comenzaron a pasar muchas diferentes emociones en su cabeza. Sentía una mezcla de sorpresa, impacto y tristeza, pero rápidamente notó como es que esas emociones comenzaron a minimizarse en gran cantidad, y en cambio, una nueva emoción comenzó a aflorar en su cabeza, una emoción que causara que sus dientes se apretaran, sus manos se empuñaran y que el sonido similar al de un gruñido se oyera de su boca, una emoción con la que ya había lidiado hacía algunos días antes: Una enorme furia comenzó a invadir su cabeza. Fue ahí que Johnny se arrepintió de haber dejado ir a Lance sin haberle dado una paliza ese día cuando lo tenía contra la pared. Deseó no haberse dejado convencer por el argumento de que sería arrestado si lo intentaba. Recordar a ese puercoespín hacía que le hirviera la sangre.


Sus manos comenzaron a temblar, se sentía furioso, sentía que en ese momento golpearía al primer animal que se le cruzara en su camino, o que le haría un agujero a la pared si es que la golpeaba, intentó mantener sus brazos quietos, sabía que si no lo hacía entonces golpearía fuertemente cualquier cosa, lo que logró hacer entonces fue abrir sus manos y colocarlas sobre su cabeza, intentando contener lo que parecía ser su cabeza a punto de explotar.


Recordó cuando tuvo la idea de cambiarle la cerradura a la puerta, cosa que estuvo aplazando y que al final nunca hizo, recordar eso también le hizo sentir molesto consigo mismo, de haberlo hecho tal vez no habría pasado eso. "Lance no hubiera entrado" se lamentaba Johnny internamente.


Cayó de rodillas al suelo, intentando controlar esa furia en su cabeza, intentando controlar el grito de furia que iba a gritar, lo intentó de cualquier manera, hasta que finalmente sintió que fue demasiado para él, ya que de pronto sintió como es que sus manos sobre su cabeza volvían a empuñarse y éstas, impulsadas con gran fuerza, golpearon el piso del apartamento. Este poderoso golpe causó que todo el edificio retumbara, haciendo que todas las ventanas temblaran y que algo de polvo del techo de cada uno de los pisos comenzara a caer.


Ese golpe, sin embargo, logró calmarlo un poco, ya no sentía esa furia que sentía hace un instante, sino que se estaba sintiendo algo más tranquilo. Intentó volver a ponerse de pie y respirar más tranquilo para ver si podía solucionar algo. Pensó en llamar a la policía, pero consideró que tal vez no sería buena idea; debido a que ese apartamento no era suyo entonces podrían pensar que en realidad podría estar robándolo y pensarían que dijo lo del desorden como coartada, y para comprobar que lo que decía era cierto tendrían que llamar a Ash, tal vez tendría que volver antes, y todo eso terminaría arruinando el tiempo de ella con sus padres, además de llenarla con preocupación y angustia. Para evitar eso es que simplemente decidió ponerse a ordenar de nuevo el apartamento. Revisó todo el lugar, lo único que no fue destrozado fueron el baño y la habitación de Ash, ambos lugares permanecieron completamente intactos, pero el resto de los lugares del apartamento habían sufrido daños. Se armó de paciencia y comenzó.


Lo que notó Johnny al decidir eso fue que definitivamente no había entrado un ladrón, el lugar estaba solamente destrozado, pero no robado; mientras ordenaba la sala, lo primero que comenzó a ordenar, notaba cómo es que todo lo que recordaba haber visto la noche que durmió ahí seguía ahí; la televisión, los amplificadores, el sofá y un montón de papeles que antes estaban sobre la mesa. No tardó mucho en volver a poner todo como estaba antes, tan solo volvió a poner de pie los amplificadores, colocar la mesa de nuevo donde estaba, enderezar la alfombra y ordenar los papeles y volver a ponerlos sobre la mesa.

Sing: Ash y Johnny, una impensada relaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora