Sing: Ash y Johnny, una impensada relación

Capítulo 16: Lo que siento por ella

- Johnny, no sabes cuánto te agradezco por tu ayuda – susurró Rosita

Él asintió con su cabeza con una sonrisa mientras seguía conduciendo la camioneta en dirección a la casa de la cerdita. Con respecto a la camioneta, aquel día iba a regresarla al garaje y volver a usar solamente la patineta, o incluso ir a pie. Ya era un hecho que seguiría acompañando a Ash en su apartamento y acordaron que lo mejor para ir al teatro sería como ella lo hacía antes: En metro. La última vez que Ash viajó en el metro fue el día anterior a cuando recibió los mensajes de Lance. Correspondía a un viaje bastante simple: Una corta caminata de unas pocas cuadras desde el apartamento hasta la estación, luego un viaje de poco menos de media hora y luego una caminata relativamente corta hasta el teatro. De esa manera Ash podría volver a habituarse de poco a lo que solía hacer antes, pero aquel último día en que usaría la camioneta, el lunes más o menos a las 2 de la tarde, y mientras aún todos estaban en el teatro, la puerta de la cabina de Rosita y Gunter se abrió súbitamente y la cerdita salía corriendo, dirigiéndose a la escalera que llevaba al piso superior. Gunter no supo la razón del esa salida tan intempestiva, lo único que vio antes de esa salida fue a Rosita interrumpiendo un poco el ensayo de ambos para contestar el teléfono que tenía en su bolso. Gunter detuvo la música y se sentó un poco mientras se secaba el sudor de su cabeza con una toalla y bebía un poco de agua, esperando a que su compañera de baile terminara la llamada, pero fue una reacción muy inesperada que de pronto ella chillara y se llevara una de sus manos a su boca, para luego cortar la llamada, tomar su bolso y salir corriendo. Lo último que Gunter ahí oyó fue un "Lo siento mucho, tengo que salir".

Entonces en el piso superior se encontraban Buster, la señorita Crawly y Johnny. Estos últimos dos estaban frente al piano, para entonces Johnny ya se había logrado aprender bien la canción y estaban ahí simplemente para que la señorita Crawly viera si es que tenía algún problema con alguna de las notas. Buster estaba al lado, dentro de su oficina sentado en su escritorio, llenando algunos formularios y revisando algunos detalles sobre las entradas para el show. Levantó súbitamente su vista, al mismo tiempo que las teclas dejaban de sonar y Johnny y la señorita Crawly giraban sus cabezas, al ver a Rosita entrando rápidamente y golpeando la puerta de la oficina de Buster. Ella lucía bastante preocupada.

- ¡Señor Moon! – exclamó ella al abrir la puerta – ¡Me tengo que ir, es una emergencia!

Respiraba aparatosamente por el hecho de haber corrido tan veloz desde su cabina de ensayos. Buster, Johnny y la señorita Crawly miraban bastante sorprendidos a Rosita llegar así.

- Rosita – dijo Johnny acercándose a ella y tocando su espalda con su mano - ¿Qué ocurre?

- Si, Rosita – dijo Buster, aún sentado en su escritorio - ¿Qué es lo que ocurre?

- ¡Me acaban de llamar de la escuela de mis hijos! – explicó ella – ¡Me dijeron que uno de mis hijos tuvo un accidente y lo llevaron al hospital!

Buster y Johnny abrieron sus ojos bastante impactados por eso.

- ¡¿Qué le pasó?! – preguntó Buster con un tono que denotaba mucha preocupación

- Aún no me lo dicen – dijo ella, ya sin respirar tan aparatosamente, aunque igual de preocupada – y quería pedir si podía irme

- Por supuesto – dijo él de inmediato – Si es que a uno de tus hijos le pasó algo entonces no te preocupes si tienes que irte