PROHIBIDO AMAR

*Capítulo 27*

[Lean la nota del final, por favor]

Narra Alisson

Mer salió de la cafetería y decidí quedarme, necesitamos pensar un poco.

-Me gustaría que me traiga un Capuccino y unas tostadas por favor- le conteste a la mesera fingiendo una sonrisa, la chica asintió y se marcho.

No puedo creer que Mer y yo estemos peleadas, y lo más increíble es que esos imbéciles sean la razón de nuestra discusión. Me dan unas ganas bien cabronas de gritarles a esos idiotas hasta del mal que morirán, pero eso no solucionaría nada y por primera vez debo de escuchar los consejos de Papá.

"No dejes que tus impulsos controlen tus decisiones, no puedes dejar que te controlen. Eres una chica inteligente, piensa y luego actua, no actues para después pensarlo Alisson."

-Genial- suspire. No quiero pensar en nada de lo que Mer me dijo, no quiero hacerme la idea de que tenga razón y no la tiene.

-¿¿Está loca cómo puede creer que siento cosas por ese idiota??- grite frustrada olvidando que estoy rodeada de personas, las personas me observaban con pena y yo sólo gruñi por lo bajo.

"¿Y si Mer tiene razón?"

"Eso no pasará, sentir cosas por él sería mi más grande pérdida de tiempo."

"¿Estás segura?"

-Señorita aquí tiene su orden. Buen provecho y que la disfrute- hablo la mesera interrumpiendo mis pensamientos.

-Gracias- musite. Comi todo, además cabe admitir que esta exquisito, que este enojada con Mer no significa que tenga que dejar de comer. Al terminar pague lo que ordene y salí de aquella cafetería.

"-Claudia, disculpa por no llamarte. Iré a dar una vuelta para conocer un poco los Ángeles, no te preocupes cualquier cosa te llamo.-"

Alisson.

Saque mis audífonos de mi bolsillo, los conecte a mi celular y lo deje en modo aleatorio.

Caminé por una calle cerca de la playa, se ve tan hermoso. Quede embobada, no me di cuenta cuando comencé a caminar hasta la playa atravesando toda esa vegetación.

"Muy inteligente Alisson".

Me senté en la arena y observe el mar por un largo tiempo. Se comenzó a escuchar la canción Se nota en tus ojos de Funky.

-Has pintado un paraíso de alegría motivado por el miedo, pero el sol no se tapa con un dedo..- Comencé a cantar.

Horas después...

Han pasado unas cuantas horas, creo que ya me tengo que ir, ha pasado mucho tiempo y no quiero que Clau se preocupe.

Llegué a casa aún con mis audífonos puestos, escuchando Bajo la alfombra de Alex Zurdo.

Claudia me abrió la puerta observandome fijamente y con el seño levemente fruncido.

-¡¡Hola!!- exclame para aliviar el ambiente, pero Clau fruncio el seño aún más y se cruzó de brazos.