Art in you. [Victuri]

Capítulo X

«Yuri, ¿puedo verte allá? El ensayo aquí se atrasó, lo siento tanto, pero no te preocupes, estaré ahí.

Lo prometo»

Yuri leyó por enésima vez el mensaje que Victor le había enviado por la tarde; habían acordado ir juntos a la exposición de arte que organizaba la universidad pero tristemente eso no se pudo cumplir. Respondió el mensaje con un simple "No te preocupes, llega cuando puedas".

Guardó su celular en el bolsillo interior del saco cuando Celestino llegó a su lado completamente estresado, pues faltaban sólo un par de minutos para que la exposición comenzara; ver así a su antiguo profesor no le sorprendió pues éste siempre actuaba así cuando se presenta una exposición y Yuri sabía perfectamente cuál era su trabajo.

Atontar a Celestino con alcohol, sólo lo suficiente para que éste se relajara y disfrutara de la noche.

Y sólo bastaron un par de copas para que eso pasara.

Los estudiantes de artes iban de un lado para otro, unos emocionados y otros nerviosos pero sin duda todos mostraban orgullo su trabajo, ansiosos de mostrarles a sus familiares y amigos lo mucho que habían estado trabajando en el semestre. Yuri disfrutaba ver a los chicos pasar por la sala, esperando que las puertas se abrieran, pues le recordaba la época de su universidad.

A todas las exposiciones en las que había participado asistieron sus padres y Yuko.

Aún cuando su padre estaba algo renegado a que estudiara artes estéticas. 

—¡Yuri! —la voz de fuerte de Celestino lo hizo voltear en su dirección, el mayor le extendía una copa de champagne—. Tú igual luces muy tenso, ¡relájate! Bebe esto que ya vamos a comenzar.

El nipón levantó una ceja divertido y evitó decir un comentario sarcástico respecto a lo último, tomó la copa sin embargo no bebió de ésta, se conocía muy bien y sabía de igual manera que su resistencia al alcohol era mínima.

Y extrañamente no se sentía nervioso.

Todo estaba saliendo tal cual lo habían planeado.

Si alguien le hubiese preguntado hace unos meses si le ponía nervioso la idea de que el ruso estuviese ahí, viendo un par de trabajos suyos, la respuesta claramente sería sí pero ahora todo era diferente desde aquel día en el apartamento de Victor.

Sentía como si el mayor hubiese abierto una puerta dentro sí.

Y él no quería cerrarla.

Victor dejó escapar un sonoro suspiro recargando su cabeza contra la fría ventanilla del taxi, viendo como avanzaba lentamente por las calles transitadas de la ciudad, eran las ocho de la noche y la exposición de Yuri había comenzado desde hace ya un rato.

El ensayo se tuvo que extender debido a que la nueva pieza que estaban preparando no salía como deseaban, todos iban a un ritmo distinto o alguien se atrasaba. El peliplata pensó que estaba juntándose mucho con un Yurio cuando sintió el impulso de golpear a alguien con su instrumento. Por suerte ésto no fue necesario, les costó trabajo a todos acoplarse pero por fin lo consiguieron, la tocaron un par de veces más para después ser libres.