-no entiendo por que tengo que vestir así-refunfuño Manigoldo se encontraba observandose con desagrado frente al espejo. Usaba un traje formal de color azul. Los tres botones principales de la camisa blanca se encontraban desprendidos mostrando parte del pecho acanelado del Canceriano.
-no vas a usar la corbata-Albafica vestía también formalmente. Usaba un saco azul marino que hacía juego con un moño de color verde claro. Se encontraba sentado a orillas de la cama observando con fríaldad a su compañeros de armas.
Los dos se encontraban dentro de una habitación del Hotel que ambos habían compartido para placer de Manigoldo y desagrado de Albafica.
-¡La corbata me es muy incomoda! ¡Siento que en cualquier momento se transformara en una serpiente y me asfixiara hasta morir!-exclamo Manigoldo mientras hacía ademanes de estar siendo ahocardo. Albafica le miro sin ni una pizca de gracia y eso hizo enfadar a Manigoldo quien bufo molesto mientras decía-¡Eres tan frío como un santo de Acuario aunque tienes lo hermoso de un santo de Piscis!-
-¡No voy a tolerar que me llames hermoso!-replico Albafica sintiéndo cierta molestia ante las palabras que uso el Canceriano.
-¡Prefieres que te llame bombon!-la burla en sus palabras causo un leve sonrojo en Albafica quien se puso de pie y camino lentamente hacía donde Manigoldo estaba.
Manigoldo se dio vuelta y abrió los brazos en ademan de abrazarlo mientras pensaba que nadie se resistía a él. Pues el canceriano creía firmemente que Albafica se acercaba con intenciones para mayores de 18 años.
Pero se equivoco. Un intenso dolor se instalo en la mejilla del Canceriano quien quedo aturdido ante la bofetada de Albafica.
-¡Tenme respeto y usa la corbata! ¡Recuerda que el patriarca dijo que debíamos vestir formalmente....!-pero Albafica no pudo terminar lo que iba a decir pues unos fuertes brazos rodearon su cintura mientras era apegado al cuerpo de Manigoldo quien tenía una sonrisa socorrona en su rostro.
-tal vez use la corbata...... si tu me la pones...... en la perilla de la puerta-
-a-alejate-dijo un temeroso Albafica quien no había escuchado lo dicho por Manigoldo ya que se encontraba temeroso de que Manigoldo terminara lastimado por su culpa, por culpa de su sangre emvenenada.
-bha! Haces drama por pequeñeces!-dijo un molesto Manigoldo mientras soltaba con enojo a Albafica y caminaba rumbo a la puerta la cual abrió con intenciones de salir de aquella habitación.
-¡Espera!-Albafica no supo por que detuvo a Manigoldo quien le miro con intriga y molestia. Solo sabía que se sentía un poco mal pues el Canceriano siempre trataba de acercarse a él siendo siempre rechazado-debes usar la corbata-
-¿Y quién me la pondra?-dijo Manigoldo quien pensaba que debía hacerse el enojado más seguido pues eso causaba grandes avances.
-tienes dos manos ¿No?-replicó un molesto Albafica quien se arrepentía de haberlo detenido.
-el viejo me recomendo que no hiciera fuerzas-
-¿Por qué el patriarca te recomendaría tal cosa?-Albafica se sintió muy molesto ante las estupideces que ese hombre decía. Manigoldo observó el rostro de confusión y molestia en el Pisciano causando una carcajada burlona que causo más molestia en Albafica.
Pero llegó un momento en que Albafica también comenzó a reir.