Poseidon caminaba inquietamente de un lado a otro pensando en el problema ocacionado con una de sus marinas. Kanon se encontraba con su escama puesta, de pie, atrás del dios de los mares.
-insisto-dijo Kanon con voz suave-que el embarazo de Sorrento no sea obstaculo en nuestros planes-
-ya he dado una orden Kanon-dijo Poseidon con voz firme-la guerra santa contra Athena se pospone hasta que Sorrento de a luz a aquel niño-
-¿Por qué? ¿Por qué debemos posponerlo por un motivo así?-los ojos verdes de Kanon se encontraban llorosos y llenos de rencor.
-Sorrento nos ha servido fielmente y servicialmente, es el más leal de todas mis marinas, merece que le hagamos este favor-Kanon apretó los dientes rencoroso, no era estúpido para creerse tal mentira por parte de la divinidad. Sabía que la única razón era por que Sorrento llevaba en su vientre al hijo de Poseidon.
-¡La guerra no se pospondra!-Un sorprendido Poseidon volteo a ver a Kanon quien mantenía firme su mirada, no podía creer tal insolencia por su parte.
El dios de los mares se acercó a Kanon hasta quedar frente a él, Kanon sintió la necesidad de retroceder al ver la intimidante figura de Poseidon acercarse pero no lo hizo, se mantuvo firme.
-a veces olvidas con quien estas hablando-siseo iracundo el dios de los mares.
-no Poseidon, no lo hago-dijo Kanon con voz clara y firme causando mas ira en el dios de los mares.
-¡La guerra se pospondra hasta el día que yo quiera! ¡¿Entiendes, Kanon?!-el Dragon de Marino acercó intimidantemente su rostro al de Poseidon.
-ya lo veremos Poseidon, ya lo veremos-dijo Kanon con una expresión rencorosa y deseosa de venganza.
