. Día 11 .

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ALGO QUE REPUDIAS

El cachorro le lamía el rostro con dulce cariño, era extraño cómo se había logrado adaptar a la familia con tanta rapidez, veía incluso a su joven ama como su madre

Ella lo sacaba a pasear a diario, le servía su comida con las adecuadas porciones a horas establecidas, y le dejaba dormir junto a su cama cuando el pequeño perrito tenía miedo por las noches.

Eran el uno para el otro siempre, recibían del otro el mismo amor y procuraban multiplicarlo exponencialmente al regresarlo.

Un día la mujer conoció a un hombre, entró a la universidad, o quizá sólo se aburrió; nadie supo con exactitud cuál fue la razón, pero de pronto, su relación se quebró.

Dejó de pasearlo durante mucho tiempo, a veces olvidaba alimentarlo y el pobre animal estaba hasta los huesos, y las noches donde en lo alto del cielo resonaban con fuerza los truenos, el perro lloraba encerrado en el patio porque deseaba estar bajo la protección del techo, bajo la protección de su madre.

Finalmente el perro murió encerrado, había olvidado lo que se sentía estar libre en la calle y recibir el cariño de alguien.

Los humanos tienen vida y amigos, los perros sólo los tienen a ellos. No maltraten ni abandonen al mejor amigo del perro, si no pueden dedicarle el tiempo ni el amor suficiente, es mejor dejárselo a alguien que si puede hacerlo.

La vida del perro es corta, no dejen que se desperdicie.

DESAFÍOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora