. Día 17.

30 2 0
                                    


¿CUÁL ES TU FESTIVIDAD FAVORITA? HAZ UNA HISTORIA CORTA DONDE EL PERSONAJE ESTÉ PASANDO POR ÉSE DÍA FESTIVO Y TODO LO ASOCIAS CON ÉL.


Su vestido arrastra por las calles, provocando un sonido tenebroso y escalofriante, sin embargo, deleitable a los oídos de quien los escucha.

Una corona de flores adorna su cabello azabache largo. Muchas veces lo lleva en trenza, otras veces sólo suelto, son muchas las historias que se cuentan por ahí de cómo se le ve.

Su piel es pálida y su figura esquelética. Los pómulos de su rostro se marcan de una manera monstruosa, aunque es realmente hermosa y lo seguirá siendo hasta el fin de los tiempos.

Nunca se ha sabido con exactitud su propósito, dudo incluso que ella misma lo sepa. Llegó a éste mundo con una leyenda pero sin ninguna tarea.

Los niños en la escuela hacen poemas cómicos con ella, pero no saben en realidad quién es.

Sus zapatillas desgastadas rozan el suelo al andar. Su mirada siempre al frente no se desvía de su camino. 

Puede observar cómo están decoradas las calles con velas y papel con figuras. Llega hasta sus oídos el sonido de unas risas.

No puede evitar desconcertarse un poco, siempre ha creído que la muerte es algo que pone a la humanidad en un estado de depresión y tristeza, pero con regularidad observa gente celebrándola con felicidad. 

Una pequeña manita jala de una de sus largas y polvorientas mangas. Un niño pequeño le sonríe desde abajo, mirándola con unos ojos negros inocentes.

Se inclina un poco y lo carga con sus débiles brazos. El niño observa con atención su casa por última vez, es una choza humilde pero claramente acogedora.

Apenas la mujer da unos pasos para alejarse del lugar con el pequeño en brazos, se oyen unos gritos desgarradores de las misma casa.

  — ¡NO, MI NIÑO, MI BEBÉ!

Unos llantos rompen el silencio, parece que se ahoga de la tristeza. El pequeño se despide con la manita, sabe perfectamente que ella ya no puede verle, pero aún así lo hace.

La catrina continúa con su camino, es triste, sí. Pero no hay nada que se pueda hacer con la muerte, más que enfrentarla.

Poco a poco se dejan de escuchar los gritos de la madre, el niño se desvanece en cenizas en sus brazos  y sabe que ahora está donde pertenece.

Observa todo el trayecto que tiene por delante, será una noche larga. 

DESAFÍOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora