El joven anciano.
Mis manos, que hasta entonces había sentido tan frágiles y reales, comenzaron a desvanecerse, comenzando primero con un leve cosquilleo que evolucionó rápido a un intenso picor insoportable.
Todos mis recuerdos simplemente se esfumaron, aquella simple frase había bastado para terminar con la vida que conocía, una vida que nunca me perteneció, pero que alguien programó para mí.
Busqué con urgencia al mensajero, todas las respuestas que necesitaba solo podía obtenerlas de aquel hombre al que otrora llamé ingenuamente "padre".
La desesperación se adueñó de mí mientras mi alrededor parecía colapsar. Los árboles adoptaron formas tétricas, extendiendo sus ramas hacia mí como si intentasen atraparme. Mis piernas contrario a lo que ordené se mantuvieron clavadas en el suelo, expandiéndose en el piso cual raíces de un viejo roble.
—¡Papá!
Mi grito atormentado captó su atención, lejos de mí volteó un hombre anciano lleno de canas y pecas, y me pregunté cómo ha envejecido tanto. Su mano temblante sostenía con dificultad un bastón, y sus ropajes elegantes y oscuros fueron remplazados por prendas claras y holgadas. ¿Quién es este hombre?
—Debo dejar ir lo que un día fui.
—¡Padre, no me abandones!
Asintió pesarosamente con la cabeza antes de retomar nuevamente su camino.
»¡Papá!
Apenas exclamé mi cuerpo comenzó a tensarse, mi voz no era la misma de siempre, me había abandonado la juventud cuando el viejo hombre por fin me dio la espalda. El cielo se hizo blanco, todo mi alrededor era un vacío ahora que él había tenido el coraje para marchar.
»¡No puedes vivir sin mí, somos uno solo!
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DESAFÍOS
De TodoNo conocerás tu capacidad hasta que pruebes tus límites. Es por esto y más, que me desafío. Para mejorar en mi escritura y en mi creatividad. ¡Te reto! Ayúdate a crecer como aprendiz o a mejorar en algunos detalles.