. Día 24 .

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UNA HISTORIA DE TERROR.

Psdt: No soy buena escribiendo terror.


Está soleado, miras por el retrovisor de tu carro, no viene siguiendote ningún auto, estás tu sola, manejando en una carretera solitaria.

De pronto se reproduce tu estéreo, suena una canción de Imagine Dragons, a ti te encanta esa banda, adoras la lista de reproducción de tu estéreo.

Pasan unos segundos hasta que recuerdas que tu estéreo está estropeado, lo has dejado arreglándolo en la mecánica porque no reproducía ninguna canción, y mira ahora, el estéreo no está y sigues escuchando una música a alto volumen en tu carro.

Respiras hondamente, no puedes estacionar el carro, sería un grave error, un carro puede venir atrás a alta velocidad y sería peligroso.

Tu teléfono comienza a sonar en un ligar perdido de tu bolso, pero recuerda, hace algunos kilómetros se ha descargado intentando llamar a tu amiga.

Cuando por fin lo encuentras corroborase que está apagado, pero aún no deja de sonar y vibrar alocadamente.

Se te cae de las manos en un impulso que tienes, probablemente ahora se encuentra debajo del asiento del copiloto, pero ya no está a tu alcance, no puedes dejar el volante.

Entonces estás sentada, con música cada segundo subiendo a un volumen extremo y con tu celular sonando como loco sin parar.

Los parabrisas comienzan a moverse cada vez más rápido. Hay un momento en el que no puedes siquiera mirar hacia donde vas.

El claxon suena rítmicamente a pesar de que tienes ambas manos sobre el volante sin tocar al centro.

Escuchas la risa de un niño en la parte de atrás, intentas reunir el coraje, tal vez se trata sólo de una broma.

Revisas por el retrovisor, pero no divisas a un niño, es un hombre rapado y con diversos tatuajes en la cara, parece un fanático, no puede haber peor cosa.

Intentas frenar sin poner clutch, tu carro es estándar así que tendría que apagarse, pero sigue conduciendo y la velocidad comienza a aumentar cada vez más, no necesita que pongas los cambios, simplemente parece que ya no tienes ningún control sobre tu auto, o sobre tu vida.

DESAFÍOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora