ALGO QUE TE APASIONA.
Me agarro con fuerza del metal, llega a mi memoria la primera vez que competí, mi madre aullaba mi nombre, y mi padre me gritaba consejos que no podía escuchar.
En ese momento no estaba tan nerviosa como lo estoy ahora. De reojo alcanzo a ver a mis contrincantes, a todos los conozco desde que soy una infante.
Paola es muy rápida, pero nunca ha tenido muy buena resistencia; Carla aguanta por mucho tiempo la respiración, pero su braceo es lento; y Ricardo, bueno, él es una excelente competencia.
Puedo escuchar mis exhalaciones, mi cabello gotea sobre el gorro de plástico. Mis uñas se aferran al escuchar la primera señal, y posiciono mi cuerpo para prepararme a entrar al agua.
Siento mi corazón latir con rapidez, tengo impulsos de bajar y rendirme de una vez, pero no, toda mi familia ha venido a verme hoy, no puedo sólo dejarlo y decepcionarlos.
Algunas gotas llegan hasta la piscina de competición, hace que el agua pierda su calma, pero tan pronto como la pierda la recupera.
"Yo soy como el agua, yo soy como el agua" intento calmarme, moderar mi respiración.
Escucho apenas el disparo y me impulso para entrar limpiamente a la alberca, los jueces de la última etapa son más meticulosos en ese aspecto, evalúan hasta en la manera que entras al agua.
Braceo con fuerza y pataleo como si no hubiera un mañana, saco la cabeza para respirar pero no me atrevo a mirar a mis padres.
Puedo escuchar mi nombre. Reconozco cada voz, cada timbre, sé exactamente qué está gritando cada uno.
Pronto siento la pared que delimita la mitad de mi recorrido. Doy una vuelta dentro del agua y tomo impulso con la pared. De nuevo sigo con el ritmo de mis brazadas, pero empiezo a agotarme, me pregunto cómo le irá a Ricardo.
"No importa si ganas o pierdes, para mí ya eres una ganadora" las palabras de mi padre suenan en mi cabeza. ¡Deprisa!, tengo que ganar esta competencia no sólo por mí, sino también por él.
No habría encontrado mi pasión si mi papá no me hubiera presentado la suya. Ahora que está en silla de ruedas no puede hacerlo más, no le queda más opción que sentir el agua a través de mí.
No sé si comienzo a llorar, ciertamente es algo difícil de sentir cuando estás bajo el agua.
Mi cabeza golpea duro contra la pared.
Cuando levanto la mirada Ricardo me mira divertido, le ha causado gracia mi choque.
No, he llegado tarde.
"Demos un aplauso para la ganadora de la trigésima competencia anual de natación" el conductor me ofrece una mano para salir de la piscina. ¡NO PUEDE SER!
Cuando salgo del agua cubro mi cara con amabas manos, esto no puede estar pasando.
Regreso la mirada y puedo distinguir a mi padre sentado en las butacas con toda mi familia gritando emocionados. Un trofeo no puede valer más que su mirada de orgullo.
"Ella es mi hija" puedo leer en sus labios cuando lo susurra para sí mismo, y puedo escucharlo después cuando lo grita a los cuatro vientos.
Levanto el trofeo con una mano y con la otra hago micrófono para gritar, "¡Él es mi padre!".
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DESAFÍOS
De TodoNo conocerás tu capacidad hasta que pruebes tus límites. Es por esto y más, que me desafío. Para mejorar en mi escritura y en mi creatividad. ¡Te reto! Ayúdate a crecer como aprendiz o a mejorar en algunos detalles.