Let's fall in love ♥ {Josh Hutcherson y tu}

Let's fall in love ♥ {Capítulo 32}

Capítulo 32.

NARRA JOSH.

*Sábado 15*

Mi plan para este finde es ver a (__TN) feliz. Y aquella noche cumplí mi propósito. No fue una noche salvaje, no, fue una noche dulce, de cosquillas, de abrazos, de besos… en la que acabó dormida sobre mi regazo.

…

La cálida brisa me hizo abrir los ojos. (__TN) respiraba acompasadamente sobre mi cuello. Su pelo alborotado la hacía parecer aún más tierna. La besé en la cabeza y me levante de la cama. Encargué un gran desayuno, y una tarjeta en la que ponía: Gracias por este año y cuatro meses gorda, quiero que sean muchos más.

Durante este año y poco, había sido el 19º cumpleaños de (__TN) y había pasado el primer curso de la universidad con muy buenas notas. Cada día la quería más y estaba más seguro de que quería pasar el resto de mi vida a su lado. Ella me había cambiado, ahora era Josh, el chico que haría cualquier cosa por su novia y que rompería la cara a cualquiera que la hiciese daño. No el anterior Josh, al que los sentimientos de las tías no importaban una mierda.

Llegó el desayuno, y lo dejé en la mesita de noche. Fui despertando a (__TN) poco a poco. Dándola cortos besos en la cara. Sus ojos se abrieron, y se ensanchó una sonrisa en su rostro.

Josh: Buenos días dormilona.

(__TN): Bueno días amor.

Se incorporó y desayunamos en la cama entre risas. Cuando logramos acabarnos todo, nos cambiamos y nos fuimos a la playa. Sin que le diera tiempo a pensar lo que hacía, la cogí en brazos y la llevé hasta el mar. Ella pedía que la soltara y se sacudía, pero yo sé que en el fondo le encanta. La dejé delicadamente en el mar y me empezó a echar agua y a intentar hacerme una aguadilla. El agua estaba un tanto fría y (__TN) empezó a tiritar un poco. La abracé y me la llevé a la arena. Nos tumbamos en las toallas, el sol hacía que sus ojos brillaran, y la cálida brisa hacía que su pelo se agitase. Pude ver aquella cicatriz en el muslo que tanto la había marcado, cuya historia solo la sabía su hermano, y, ahora yo. Nunca olvidaré como se derramaban sus lágrimas y como veía el miedo en sus ojos cuando la contaba. Nunca dejaré que la pase nada malo, seré u protector y nunca dejaré que vuelva a caer.

…

(__TN) coge de la mochila sus gafas, y se las pone, esta preciosa con ellas, aunque la gente diga lo contrario. No la hacen falta lentillas, pero no la voy a obligar a que no se las ponga, me siento afortunado de ser de los pocos que la ven con gafas. Jajaja. Saca también uno de sus tantísimos libros suyos, este titulado ‘Leal’ y se pone a leerlo. Sus ojos se van arrastrando línea tras línea, a veces frunce el entrecejo, a veces se muerde el labio. Ella y sus caras.

‘Pequeños detalles hacen grandes rasgos’.