Let's fall in love ♥ {Josh Hutcherson y tu}

Let's fall in love ♥ {Capítulo 34}

Capítulo 34.

Estoy en medio de un callejón oscuro, la oscuridad me rodea y me levanto, me doy cuenta de que noto algo cálido en el muslo, era sangre, notaba un dolor intenso y comprendí que tenía clavado un cuchillo. Mi corazón palpitaba de tal forma que resonaba en las paredes. El miedo me invadió, y caí al asfalto dándome un golpe en la sien y perdiendo el conocimiento.

Me reincorporo de golpe y me encuentro en mi habitación, me caen gotas de sudor por la espalda, lo que hace que se me pegue la camiseta, tengo la respiración entrecortada y me aferro a la cama con tanta fuerza que se me ponen los nudillos blancos. Cojo el móvil y compruebo que son las 5 de la mañana, y, por mi experiencia, sé que no volveré a dormirme.  Así que hago la rutina dos horas antes de lo habitual. CCuando salgo de la ducha me pongo unos vaqueros rosas con una camiseta blanca con algún que otro dibujo. No estoy ahora para pensar y meriendo lo primero que pillo, que es una magdalena, y luego me pongo un tazón de leche y colacao. Llevo mis gafas puestas por lo que se me tapan un poco las ojeras, pero dudo que las lentillas hagan lo mismo, aún así, no las voy a llevar a clase.  A las 6 ya estoy casi lista, por lo que me tumbo en el salón a leer y a adentrarme en la mente de Tris y Tobias.

Normalmente me suelo acabar los libros rápido, pero este fin de semana no he tenido tiempo. Cuando suena mi despertador me levanto a apagarlo y veo un mensaje de Josh:

“Te recuerdo que paso a buscarte a las 8:15 idiota, te quiero”.

No reprimo la sonrisa, y de repente aparece mi padre por la puerta.

Papa: Cariño, nos vamos a ir ya, no volvemos hasta el sábado por la mañana, pórtate bien y cuida de tu hermano. Te quiero- y se va, no sin antes darme un beso en la frente.

Bajo a despedirme de mi madre y vuelvo a la cocina. A las ocho en punto me pongo las zapatillas y cojo la mochila, las llaves y el móvil. Mi hermano ha salido antes que yo, ya que ha ido andando. Antes de las ocho y cuarto suena un claxon. Salgo de casa para meterme en el coche de Josh. Y antes de que pueda darle un beso, me lo da él a mí. Me río y me abrocho el cinturón. Josh arranca el coche y empezamos a movernos.

Josh: No has dormido mucho, ¿no? ¿Otra vez pesadillas?

(__TN): Si, la verdad es que he dormido poco.

Josh: Venga tonta, sabes que me tiene aquí para todo.

Asentí, porque temía que si hablaba me temblase la voz. Recuerdo el día en el que se lo conté. Me sentía desnuda de abrirme tanto a él. Pero sabía que me protegería y me entendería, y con eso me bastaba. La carretera estaba encharcada, y el ambiente era gélido.  Al llegar al instituto me despedí de Josh y el se fue a sus clases y yo a las mías. Me encontré  a Chris en la puerta de clase, y como faltaban cinco minutos me senté a su lado y la conté lo que había hecho el fin de semana, como ir a el hotel, la playa… Christina es de las que van de flor en flor y no le gustan las relaciones duraderas, por eso la extraña tanto que lleve tanto tiempo con Josh. A pesar de ser diferentes encajamos perfectamente como dos mejores amigas, porque desde que llegué aquí siempre ha estado ahí.