II

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Baje las escaleras a paso normal para notar una mujer pelirroja de ojos negros esperándome al final de las escaleras. Mi memoria no era escasa así que desde el momento que observe su pelo supe que era Vivian

—Hola—dije quedándome en el último escalón mirándola con una ceja levantada

—Chelsea cariño ¿Cómo estás?—pregunto y le sonreí

Primero tenía que tratarla bien

—Un poco cansada por el viaje ¿Usted?—pregunte mientras hacia los gestos de Charlotte

—Bien—dijo sonriéndome

Perfecto. Ahora a ponerla a comer de mi mano

—Me alegro de verte—susurre para luego caminar hacia ella y darle un abrazo el cual me respondió

—Yo también cariño—dijo y me aleje de ella para observar a Charlotte con los ojos llorosos

—Me alegro de no ser tú, tan sentimental—dije mientras negaba con la cabeza

Otra mentira más. Si ganara un dólar por cada mentira que he dicho hoy

—Tu eres muy directa—dijo mientras cruzaba los brazos

— ¿Yo?—pregunte perpleja y ella asintió –Para nada

— ¿En que es directa?—pregunto Vivian a Charlotte

—En chicos—dijo y solté una risilla

—En Florida todo es así—dije mientras me encogía de hombros

—Interesante—dijo Vivian y en ese instante sonó mi teléfono

— ¿Me disculpan?—pregunte y ellas asintieron

Camine hacia la entrada y me senté en uno de los muebles del porche luego de sacar el teléfono

— ¿Qué quieres Josh?—pregunte un poco irritada

—Sabes lo que quiero—dijo su voz varonil a la que rodé los ojos

—Ya hablamos de eso, sin adelanto no hay negocio

—Te dije que te pagaría el triple sin el adelanto

Solté una carcajada ¿Quién se creía que era? Sabía que era un estafador

—Te dije que no, con el adelanto pago mis derechos de autora ¿Con que pagare mis derechos?—pregunte un poco furiosa

—Tus ahorros

—Para nada, si quieres hacer negocios me llamas cuando tengas el adelanto y el triple que me ofrecimos. De cualquier otro modo conozco a una abogada muy buena quien estaría encantada de llevarte a la cárcel por acoso sexual a menores—dije en tono serio

—No te atreverías—dijo y su voz sonó furiosa

— ¿Ah sí? Tengo pruebas, hablaste con mi papá unas cosillas más que suelte Jess y estas bajo rejas así que no me vuelvas a llamar hasta que cumplas con los requisitos—dije con una sonrisa

Uno… Dos… Tres

—Está bien—escuche en un suspiro apagado

— ¿Está bien que?—pregunte con suficiencia

—Depositare el dinero mañana—dijo y asentí

—Me alegra hacer negocios contigo. Empezare a trabajar una vez que me llamen del banco—dije con una sonrisa amigable

—Sí, sí, adiós Chels—dijo y colgué el teléfono sin una despedida

—Eso fue salvaje—dijo una voz masculina y gire para encontrarme a Sebastian con una ceja alzada

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora