XIII

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Como hemos llegado a los 3,000 leídos he decidido hacer doble capítulo de último momento.

El segundo capítulo lo subiré en unas horas ya que tengo que terminarlo.

Gracias por leer, comentar y votar.

Disfruten

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Abro los ojos y me sorprendo al encontrar oscuridad, moví mi cabeza hacia los lados para poder ver donde estaba.

Nada

Puse mis pies sobre el suelo y automáticamente las luces se encendieron dejándome ver la habitación pintada de blanco. Donde estaba antes era una cama de tamaño full.

—¿Hola? —pregunte un poco asustada mientras daba un paso hacia la cama cuando empecé a escuchar pasos rápidos y luego los toques de unos nudillos

La puerta se abrió sola y me deje caer en la cama mientras observaba como una cabellera negra se asomaba por la puerta

—¿Puedo pasar?

No dije palabra así que solo asentí, los recuerdos de mi secuestro llegaban a mi mente.

Era imposible que esa chica me pudiera secuestrar, es muy pequeña para poder contra mí. De seguro me llegaba hasta mis hombros.

—El señor quiere que te ayude a prepararte para cuando lo conozcas

¿Perdón?

De ninguna manera

La chica camino por la habitación hacia una puerta donde duro unos segundos y luego salió con unos pantalones cortos, una camiseta blanca y una camisa roja de cuadros.

Tenía un look igual en casa

Camino hacia la otra puerta y salió más tarde para dejar la ropa en mi cama

—Tu tina esta lista. Te esperare aquí

Camine hacia el baño donde me sorprendí al encontrar una tina de burbujas, es extraño porque se supone que en los secuestros te torturan y te tratan mal pero por ahora me han tratado como una princesita

Luego del baño en la tina me puse la ropa interior que estaba en el lavamanos y tome el albornoz que había allí.

Camine a pasos vacilantes hacia donde estaba la chica y me vestí rápidamente

—Déjame peinarte —murmuro mientras tomaba un cepillo y me aleje tres pasos

—Deja el cepillo abajo, yo me peino —masculle amenazante y ella negó con la cabeza

¿Era terca o qué?

—Déjame hacerlo, el señor quiere que cumpla tus necesidades —suplico y negué con la cabeza haciendo que ella asintiera cabizbaja

Espero que cepillara mi pelo, lo cual hice con paciencia y luego lo trence rápidamente, tomando la goma que puso la niña para mí

—¿Cuál es tu nombre?

Ella bajo la cabeza rápidamente luego de admirar mi cabello como boba, como si quisiera tocarlo

—Eso no es importante. El señor la espera, sígame

Salimos de la habitación y caminamos directo sin doblar hasta que llegamos a un gran comedor donde estaban todos los asientos ocupados por excepción de uno.

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